Bankia: ¡®annus horribilis¡¯

Lo que pareci¨® su salvaci¨®n, fue su tumba. Rodrigo Rato, expresidente de Bankia, celebr¨® con cava la salida a Bolsa de la entidad hace un a?o. Sin embargo, ese d¨ªa firmaron el final del grupo.

La raz¨®n es que para que los inversores compraran acciones de Bankia, los copresidentes Rato y Jos¨¦ Luis Olivas, m¨¢ximo representante de Bancaja, rebajaron su precio hasta los 3,75 euros, con un descuento del 74% sobre su valor contable. Esta depreciaci¨®n de Bankia, que era la joya de la corona, tuvo consecuencias nefastas para la matriz, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), que era un banco malo lleno de suelo.

Con el paso del tiempo, el auditor Deloitte, exigi¨® que se redujera el patrimonio del BFA en ese 74% de descuento que ten¨ªa la filial. La operaci¨®n dej¨® sin capital suficiente a BFA. Esta situaci¨®n fue la espoleta para la salida de Rato el 7 de mayo pasado.

La vida de Bankia en Bolsa es una tristeza, sobre todo tras los problemas con Bancaja, la marcha del presidente y la posterior nacionalizaci¨®n. En un a?o ha ca¨ªdo un 81,6%, lo que le coloca en el sexto lugar de las peores del parqu¨¦ en el ¨²ltimo a?o. Este descenso supone una p¨¦rdida de valor (capitalizaci¨®n burs¨¢til) de 5.125 millones, toda una fortuna. En la cotizaci¨®n pesa que la entrada de 12.000 millones solicitados a Europa para reflotar Bankia provocar¨¢ una diluci¨®n del 90% a los accionistas actuales.

Un fracaso casi anunciado

Pero no se puede decir que este fiasco fuera una sorpresa. El primer d¨ªa de cotizaci¨®n, Bankia ya cay¨® un 6,4%, aunque las compras de los bancos de inversi¨®n colocadores (sobre todo JPMorgan) lograron que cerrara al precio de salida.

La presi¨®n vendedora fue siempre importante porque muchos clientes y empresas invirtieron tras enormes presiones de las oficinas: ¡°Si quieres un cr¨¦dito, compra acciones¡±, llegaron a decir. Incluso las autoridades ¡ªentre ellas el Banco de Espa?a¡ª forzaron a las grandes compa?¨ªas, que ahora lamentan su docilidad. Santander, Popular, La Caixa, Mapfre, Iberdrola y Mutua Madrile?a fueron algunas de las compradoras. El rechazo m¨¢s radical fue el del BBVA, que denotaba el escaso entendimiento que siempre hubo entre los presidentes Francisco Gonz¨¢lez y Rodrigo Rato.

La salida de Bankia se convirti¨® en una cuesti¨®n de Estado. Lo admiti¨® el propio expresidente Zapatero y su ministra de Econom¨ªa, Elena Salgado. Como despu¨¦s sucedi¨® en los primeros meses de 2012, Bankia parec¨ªa tener la llave de la soluci¨®n para los problemas de Espa?a. Si sal¨ªa a cotizar, y Rato puso su prestigio internacional de exgerente del FMI en ello, bajar¨ªa la prima de riesgo porque regresar¨ªa la confianza internacional. De lo contrario, volver¨ªa la tormenta perfecta.

Como tantas veces en esta crisis, el supuesto b¨¢lsamo no sirvi¨® de nada. Bankia se coloc¨® y lleg¨® la debacle de la deuda p¨²blica de agosto, de la que a¨²n no hemos salido. Todo sigui¨® igual.

Con la facilidad que proporciona la cr¨ªtica a toro pasado, son muchos los que se preguntan por qu¨¦ sali¨® Bankia a Bolsa. Los antiguos dirigentes de Bankia sostienen que lo hicieron ¡°por imperativo legal¡±, es decir, porque el Gobierno de Zapatero dijo que a los que no cotizaran se les exig¨ªa un 10% de coeficiente de capital y si lo hac¨ªas, un 8%.

Lo cierto es que Rato pod¨ªa haber pedido el capital p¨²blico entonces y admitir que la aventura burs¨¢til era una huida hacia la locura. ¡°La entidad ya ten¨ªa problemas por la morosidad que estaba saliendo de Bancaja. Se resistieron porque creyeron que defend¨ªan el patrimonio de Caja Madrid y las otras cajas que forman el grupo. Pero en julio necesitaban 5.700 millones para cumplir con el 10% de capital y ahora han hecho falta 23.465 millones¡±, dice un ejecutivo financiero.

?Se?ales del fiasco?

Antes del verano Rato era esclavo de su estrategia burs¨¢til. Hasta el punto de que cuando llegaron las pruebas de esfuerzo de la Autoridad Bancaria Europea, el 15 de julio de 2011, se incluyeron los 3.000 millones que capt¨® en Bolsa como ya asumidos. De lo contrario, Bankia no hubiera aprobado las pruebas.

La otra gran cuesti¨®n es si hubo se?ales del fiasco que se avecinaba. Deloitte no puso pegas, sino todo lo contrario, si bien Bankia se reforz¨® con varios miles de millones de capital antes de cotizar. Julio Segura, presidente de la CNMV, afirma que el folleto de cotizaci¨®n ¡°advert¨ªa de todos los peligros; de todo lo que le ha ocurrido, incluso la nacionalizaci¨®n¡±. Es cierto, aunque los folletos (que los lee muy poca gente) de cualquier cotizada son cat¨¢logos de todos los males posibles por lo que pierden su capacidad de asustar.

Pero hubo m¨¢s se?ales. En los test se dec¨ªa, como public¨® este peri¨®dico, que si la econom¨ªa iba mal, Bankia ser¨ªa la entidad espa?ola con m¨¢s p¨¦rdidas: 5.090 millones, y la cuarta peor de Europa.

Como record¨® Luis Linde, gobernador del Banco de Espa?a, todos se dejaron llevar por la euforia. La mayor, la de la banca de inversi¨®n. Los gastos de la salida ascendieron a 39,5 millones.