Sonidos de trompetas, ?ser¨¢ la caballer¨ªa?
Parece que el BCE se ha enterado de que debe asegurar la estabilidad financiera de la eurozona
La crisis de financiaci¨®n que sufre Espa?a, y sobre todo el papel de los dirigentes europeos, toma tintes rocambolescos. Como en las pel¨ªculas del Oeste, cuando parec¨ªa que los colonos blancos (Espa?a e Italia) estaban rodeados por los salvajes indios (los mercados) y sin escapatoria, suena a lo lejos la trompeta de la caballer¨ªa (las declaraciones del presidente del BCE) anunciando que est¨¢ dispuesta a hacer lo que haga falta para salvar a los cercados blancos. Lo curioso es que estos blancos hab¨ªan pedido ayuda hac¨ªa tiempo a la caballer¨ªa, pero esta, una y otra vez, les contestaba que entre sus obligaciones no estaba la de salvar a unos locos colonos que se hab¨ªan metido donde no deb¨ªan y que su salvaci¨®n solo estaba en sus manos. No se entiende muy bien este cambio de opini¨®n, pero si es as¨ª, bienvenido sea. Parece que al final los banqueros centrales europeos se enteran de que entre sus funciones est¨¢ la de asegurar la estabilidad financiera de la zona euro y la de limpiar los canales de transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria, pues, si est¨¢n obstruidos, de poco sirven las medidas convencionales o no convencionales que adopten.

Dicho esto, tambi¨¦n hay que a?adir que la posible intervenci¨®n del BCE, de forma directa o indirecta, es decir, proporcionando la liquidez necesaria al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), para que sea este el que intervenga comprando deuda p¨²blica espa?ola e italiana en los mercados, no soluciona los problemas de fondo. Esta intervenci¨®n solo proporciona un valioso tiempo para que los Gobiernos nacionales y las instituciones europeas adopten las medidas que, por un lado, restablezcan la confianza de los inversores (sanear el sistema financiero, consolidar las cuentas p¨²blicas y hacer las reformas necesarias para que las econom¨ªas recuperen su potencial de crecimiento) y, por otro, doten a la Uni¨®n Monetaria de instituciones de Gobierno (uni¨®n bancaria y fiscal), sin las cuales, el euro no es viable a largo plazo. La pelota, pues, vuelve al campo donde de verdad se juega el partido, las pol¨ªticas nacionales y europeas, sabiendo que tenemos una protecci¨®n para que, mientras dichas pol¨ªticas se concretan y dan resultados, el edificio del euro no se venga abajo ante el vendaval de los mercados financieros.
La informaci¨®n m¨¢s relevante sobre la coyuntura espa?ola publicada en la semana ha sido la EPA del segundo trimestre del a?o, que ha venido a confirmar el deterioro que sufre el mercado laboral, ya puesto de manifiesto por los datos mensuales de afiliaciones a la Seguridad Social y de paro registrado. En un trimestre estacionalmente favorable, en el que en condiciones normales se crea mucho empleo y baja el paro, este a?o se ha destruido empleo y ha aumentado el paro. Las tendencias se ven mucho m¨¢s claras si eliminamos la estacionalidad: se destruyeron unos 175.000 puestos de trabajo netos respecto al trimestre precedente y, adem¨¢s, 93.000 personas, tambi¨¦n en t¨¦rminos netos, se a?adieron al mercado laboral, con lo que el paro aument¨® en 268.000 personas, hasta superar los 5,7 millones. La tasa de paro desestacionalizada aument¨® del 23,7% al 24,7% de la poblaci¨®n activa.
Las perspectivas no son halag¨¹e?as: a final de a?o podemos superar los seis millones de parados
El aumento de la oferta de trabajo en 93.000 personas fue esta vez la cifra que se alej¨® en mayor medida de las previsiones, pues estas, teniendo en cuenta que la poblaci¨®n en edad de trabajar (de 16 a 64 a?os) est¨¢ disminuyendo, contemplaban tambi¨¦n una disminuci¨®n. Aunque esto haga aumentar el paro, es positivo, pues indica que los espa?oles no se resignan a las malas condiciones del mercado laboral y siguen queriendo trabajar cada vez en mayor medida, hasta el punto de que la tasa de actividad espa?ola supera en unos 2,5 puntos porcentuales la media de la zona euro. La ca¨ªda de la ocupaci¨®n (-4% en tasa anualizada) fue algo menor a la registrada en el primer trimestre, aunque esto entra dentro de la volatilidad propia de las encuestas y no debe interpretarse como un cambio de tendencia. Respecto al paro, lo m¨¢s sangrante es que la tasa de los menores de 25 a?os alcanza el 52,6% y que hay 1.767.600 hogares con todos sus miembros en paro, aunque hay que tener en cuenta que muchos de ellos pueden ser unipersonales. Tampoco las perspectivas son halag¨¹e?as, pues lo m¨¢s probable es que superemos los seis millones de parados al final del a?o.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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