El frenazo del consumo alem¨¢n dispara la alarma
El saldo exterior ronda el 6% del PIB, un nivel desequilibrante seg¨²n la UE
En Europa fluye una corriente de opini¨®n que provoca inquietud en los pasillos de la moderna sede del Gobierno alem¨¢n en Berl¨ªn. Angela Merkel, seg¨²n los titulares de varios medios europeos es la ¡°l¨ªder m¨¢s peligrosa de Europa¡±, una mujer que no tiene piedad a la hora de castigar a sus vecinos y que es demonizada como un robot Terminator de ojos rojos (New Statesman), o como una diosa romana que come griegos (The Independent). El boyante super¨¢vit exterior alem¨¢n se ve as¨ª con otros ojos: no se mide por la fortaleza de las ventas al exterior, sino por la aton¨ªa de las importaciones, indicio claro de que Alemania no est¨¢ haciendo los deberes que le puso el G-20: reactivar el consumo para contribuir as¨ª a mitigar los desequilibrios econ¨®micos, uno de los motores de la crisis financiera.
Esta certeza qued¨® otra vez en evidencia esta semana cuando la Organizaci¨®n para el Comercio y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) con sede en Paris y el centro de investigaci¨®n econ¨®mica IFO de M¨²nich, se?alaron que Alemania desplazar¨¢ este a?o a China, la econom¨ªa m¨¢s se?alada por alimentar el desequilibrio mundial, como pa¨ªs con mayor super¨¢vit exterior en el planeta.
El instituto IFO anticip¨® que Alemania registrar¨¢ en 2012 un super¨¢vit de 170.000 millones de euros, una cifra que la OCDE rebaja a 160.000 millones. En todo caso, superior al saldo de 145.000 millones que se prev¨¦ para China. Si se toma como referencia la actividad econ¨®mica de cada pa¨ªs, las diferencias se extreman: el super¨¢vit alem¨¢n equivaldr¨¢ al 6% del PIB, el chino no pasar¨ªa del 2,5%.
El Ejecutivo chino ha promovido una intensa pol¨ªtica de inversiones p¨²blicas y de incentivos al consumo privado, que han alimentado las importaciones y adelgazaron el saldo exterior. Por contraste, las iniciativas del Gobierno de Merkel, empe?ado en mantener el equilibrio presupuestario, son escasas. Tampoco las subidas salariales en algunas industrias, tras a?os de moderaci¨®n, han reactivado la demanda interna o la inflaci¨®n, la v¨ªa m¨¢s directa para facilitar que otros pa¨ªses europeos recuperen competitividad.
A causa de su enorme super¨¢vit, Berl¨ªn est¨¢ contribuyendo al desequilibrio econ¨®mico en el continente, una de las razones que deber¨ªa disparar los mecanismos de correcci¨®n estrenados este a?o por la Comisi¨®n Europea. Alemania no estuvo entre los 12 pa¨ªses a los que Bruselas abri¨® un procedimiento por desequilibrios macroecon¨®micos, pese a que ya est¨¢ muy cerca de encender la alarma puesta los funcionarios europeos: superar, en la media de los tres ¨²ltimos a?os, un super¨¢vit equivalente al 6% del PIB. En 2011, ese promedio, en el caso alem¨¢n, ya se situaba en el 5,9%.
En Bruselas prefieren no hacer comentarios m¨¢s all¨¢ del documento del pasado mes de mayo en el que analizan los desequilibrios macroecon¨®micos. ¡°No haremos un nuevo an¨¢lisis hasta el a?o que viene, cuando se revisar¨¢ la situaci¨®n de los 12 pa¨ªses que ya han recibido una recomendaci¨®n. Veremos entonces si otro Estado miembro necesita que se le hagan nuevas recomendaciones¡±, se?ala un portavoz de la Comisi¨®n, informa Luis Doncel.
La OCDE ya anticip¨® por donde pueden ir los tiros. ¡°Las inversiones en el sector de servicios deben aumentar" dijo su experto para Alemania, Andreas W?rg?tter, al recordar que la productividad en ese sector se encuentra paralizada, mientras que en la industria aumenta. ¡°Por eso son necesarias las reformas para volver m¨¢s atractivo al sector servicios para las inversiones y el empleo, como ocurre con la industria. Si esto ocurre disminuir¨¢ autom¨¢ticamente el super¨¢vit¡±, a?adi¨®.
¡°El problema central no ha cambiado: La demanda interna alemana es demasiado d¨¦bil¡±, se?al¨® Peter Bofinger, miembro del grupo de sabios que asesora al Gobierno federal. Hainer Flassbeck, fue m¨¢s directo y record¨® que el desequilibro macroecon¨®mico es la causa central de la crisis financiera global. El jefe de economistas de Naciones Unidas para el Comercio Mundial y el Desarrollo censur¨® al Gobierno federal alem¨¢n: ¡°Es especialmente tr¨¢gico que Berlin siga celebrando como un ¨¦xito, algo que perjudica a los dem¨¢s. Es altamente incierto que otros pa¨ªses puedan, alguna vez, reembolsar sus deudas¡±. Deudas infladas por la necesidad de financiar d¨¦ficits exteriores muy abultados durante a?os, como ocurri¨® en Espa?a.
El Gobierno alem¨¢n ignora las cr¨ªticas. El portavoz de la canciller, Steffen Seibert, mantuvo que el desequilibrio global solo concern¨ªa a los pa¨ªses que muestran un alto d¨¦ficit por cuenta corriente y que seria err¨®neo recortar de forma artificial las exportaciones. El compromiso con el G-20 era otro, que Alemania incentivara la demanda, pero Seibert sigui¨® a la suya: ¡°Un elevado super¨¢vit exterior, por si solo, no es ning¨²n motivo para que Europa act¨²e¡±.
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