El concurso de Miss Mundo, un negocio inmobiliario y tur¨ªstico para China
China no comenz¨® a participar con regularidad en este concurso hasta 2001 (logrando que Taiw¨¢n dejara de hacerlo, por cierto), pero en la ¨²ltima d¨¦cada se ha convertido en el m¨¢s entusiasta concursante, habiendo sido su sede en los a?os 2003, 2004, 2005, 2007, 2010 y 2012.
En las primeras cinco ediciones chinas -una modelo local, Zhang Zilin, gan¨® la de 2007- el destino fue Sanya, el principal "resort" de playa con que cuenta el pa¨ªs, en la isla tropical de Hainan.
En esa isla, es un secreto a voces que muchos hijos de altos cargos o exmandatarios chinos han desarrollado complejos hoteleros, campos de golf y otros grandes proyectos inmobiliarios para los que hac¨ªa falta un buen reclamo publicitario, y Miss World lo fue, atrayendo desde entonces a muchos turistas chinos y rusos.
No ha sido el ¨²nico argumento para promocionar Hainan, que desde hace dos a?os cuenta con un plan estatal de desarrollo de la isla que ha cosechado miles de millones de inversiones, pero s¨ª ha sido una de las herramientas m¨¢s eficaces.
En Sanya ganaron la corona de la belleza mundial modelos de Islandia, Europa o hasta Estados Unidos, que llevaron el nombre de la hasta entonces desconocida ciudad -al menos fuera de China- a Europa y Am¨¦rica.
Y este a?o de crisis, los organizadores de este concurso nacido en el Reino Unido -frente a Miss Universo, que es de factura estadounidense- han aceptado una apuesta a¨²n m¨¢s arriesgada de las autoridades chinas y han llevado a las 116 mujeres m¨¢s bellas del momento a Ordos, una ciudad remota, dormida y desconocida hasta para los propios chinos.
?Razones? Ordos, y toda la regi¨®n en que se encuentra, Mongolia Interior (no confundir con el hom¨®nimo pa¨ªs vecino), se han enriquecido con la miner¨ªa de carb¨®n y de las tierras raras, elementos vitales para la industria tecnol¨®gica y armament¨ªstica mundial que China produce casi en monopolio planetario.
La miner¨ªa ha llevado a ciudades regionales antes an¨®nimas como Baotou u Ordos a la abundancia: el distrito de Dongsheng, el m¨¢s moderno de la ciudad, que acogi¨® la gala, es una localidad de anchas avenidas y edificios acristalados, un "Dubai chino del carb¨®n" que parece erigido de la nada.
A una hora de viaje, otro distrito de Ordos, Kangbashi, ideado en 2003, es una ciudad construida para un mill¨®n de habitantes, con modernos museos, grandilocuentes monumentos en homenaje a Gengis Khan y otras obras fara¨®nicas que, sin embargo, est¨¢ b¨¢sicamente deshabitada.
Ordos ha querido con esta sorprendente celebraci¨®n de Miss Mundo -que el a?o que viene viaja a un destino m¨¢s convencional, la isla de Bali- promocionar estos modernos distritos, y de hecho las misses concursantes fueron llevadas a Kangbashi para posar junto a museos y rascacielos vac¨ªos y promocionar con su belleza unas viviendas que a¨²n no se han conseguido vender.
Tanto esfuerzo ha valido al menos para que este a?o Yu Wenxia, una bella modelo local -y de Heilongjiang, provincia vecina a Mongolia Interior- se llevara la corona a la m¨¢s bella del planeta.
China ha visto una mina en los concursos internacionales de belleza, quiz¨¢ de capa ca¨ªda en otras latitudes, y por ello no s¨®lo se esfuerza en traer las galas de Miss Mundo.
El certamen Miss Internacional, uno de los cuatro "grandes" de la pasarela internacional, se ha celebrado seis veces en el pa¨ªs en la ¨²ltima d¨¦cada, rivalizando en entusiasmo con Jap¨®n, otra sede frecuente.
Se resisten a¨²n como sedes Miss Universo -que suele preferir localidades playeras de las Am¨¦ricas- y Miss Tierra, que en los ¨²ltimos a?os ha usado Filipinas como cuartel general.
Y China no se olvida de los hombres, pues ya ha acogido alguna edici¨®n de M¨ªster Mundo, por ejemplo la que en 2007 gan¨® el espa?ol Juan Garc¨ªa Postigo.-Antonio Broto
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.