¡®Ordnung¡¯
Espa?a debe demostrar que puede tomar las medidas necesarias, no chapuzas a corto plazo
El modo de proceder de Alemania en la crisis del euro es el opuesto al de Espa?a. Nuestro pa¨ªs est¨¢ obsesionado con la crisis al d¨ªa a d¨ªa y busca parches, financiaciones a corto plazo que permitan salir de este mes o este trimestre, ganar tiempo ¡°hasta que la crisis se pase¡± y vuelvan los brotes verdes.
Alemania, por el contrario, trata de construir un sistema alternativo que funcione. Alemania entiende perfectamente que el euro, tal como ha sido creado, es completamente insostenible, pero su reacci¨®n no es poner un parche para conseguir que Grecia sea sostenible un mes o tres, sino buscar reglas e instituciones nuevas que aseguren que el euro funciona a largo plazo.
La preferencia por el orden, el sistema, las normas, el Ordnung, es una caracter¨ªstica clave del sistema econ¨®mico que Alemania se dio a s¨ª misma tras la Segunda Guerra Mundial. Del caos absoluto y el derrumbe econ¨®mico que sigui¨® a la ca¨ªda de Hitler, con parches por doquier en forma de controles de precios y producci¨®n planificada e impresi¨®n de dinero descontrolada, surgi¨® una visi¨®n alternativa, propuesta por el economista Wilhem Ropke en un panfleto de 1947 (y basada en ideas de la d¨¦cada anterior de Walter Eucken y otros). Se trataba de liberalizar los precios y salarios, abandonar la planificaci¨®n de la producci¨®n e introducir una moneda s¨®lida y segura. Estas ideas, implementadas con la oposici¨®n de los aliados por el nuevo ministro Ludwig Erhard en 1948, dieron lugar al milagro alem¨¢n.
La preferencia por el orden, el sistema, las normas, el Ordnung, es una caracter¨ªstica clave del sistema econ¨®mico que Alemania se dio a s¨ª misma tras la Segunda Guerra Mundial
Esta es la leyenda fundacional de la Rep¨²blica Federal. Frente a la dictadura fascista y al desorden monetario de Weimar, se impone la visi¨®n ordoliberal, que combina la libertad de mercado con un Estado fuerte que impone y vigila las reglas del mercado (seguridad jur¨ªdica, libre entrada, competencia) y una moneda s¨®lida que evita los atajos inflacionistas de Weimar, atractivos a corto plazo, pero siempre costosos al final (la droga a la que se refer¨ªa el presidente del Bundesbank hace unos d¨ªas). Y esta es la visi¨®n que explica la actitud de Alemania en la crisis del euro, un intento de construir, sobre las bases del caos monetario y financiero actual, un edificio ordenado basado en una moneda s¨®lida y en instituciones y reglas que den a los pa¨ªses los incentivos adecuados para gobernar con prudencia.
En un intento de hacer un puente entre lo urgente, que es necesario para no ahogar a los deudores (la visi¨®n del sur) y el ordnung del euro a largo plazo (la versi¨®n del norte), el Institute for New Economic Thinking form¨® recientemente un grupo de trabajo de economistas europeos, incluyendo a tres de los miembros del Consejo de Asesores Econ¨®micos (el comit¨¦ de sabios) alem¨¢n y del que formamos parte, de Espa?a, Guillermo de la Dehesa y yo. El documento final, que produjimos con mucho esfuerzo y que explic¨® De la Dehesa (El Manifiesto de los 17, ver la traducci¨®n del documento al espa?ol en el blog NadaEsGratis), muestra que el acuerdo necesario es posible. La clave para lograr un acuerdo es separar lo que hace falta urgentemente para solucionar la crisis actual, que s¨ª requiere medidas excepcionales (incluida la intervenci¨®n del ECB), de un sistema institucional a medio plazo que ponga controles y ceda soberan¨ªa para asegurar que esto ¡°no va a volver a pasar¡±. Y es crucial asegurar a los acreedores que lo urgente no se va a convertir en permanente, es decir, que el sistema dise?ado no tendr¨¢ transferencias permanentes de norte a sur. S¨ª deber¨ªa haber, sugerimos en el documento, una asunci¨®n parcial de deuda conjunta, pero solo la pasada, no la futura: no puede haber responsabilidad com¨²n por el endeudamiento hacia el futuro. Y s¨ª, puede haber instrumentos conjuntos de pr¨¦stamo, pero sin responsabilidad com¨²n. Los ESBies, que hemos explicado Tano Santos y yo, pueden servir para ello.
Pero toda esta construcci¨®n europea no basta: tambi¨¦n la econom¨ªa espa?ola necesita un ordnung, m¨¢s all¨¢ de cualquier abaratamiento de la financiaci¨®n que es, sin duda, necesario. Muchos en Espa?a imaginan equivocadamente que Espa?a es demasiado importante para caer y que al final nos rescatan en cualquier caso. Pero, como mostr¨® el primer rescate, no somos tan importantes como pensamos; sin duda no lo suficiente como para hacer que Alemania subvierta los principios fundacionales de la Rep¨²blica Federal. Alemania no puede ni quiere defender un sistema sin ordnung, un sistema ca¨®tico y desordenado basado en los rescates continuos.
Hasta hace poco tiempo ¡ªquiz¨¢s meses, quiz¨¢s un par de a?os¡ª Espa?a era vista en Alemania y Holanda como un triunfo de Europa. En los ¨²ltimos meses, la opini¨®n p¨²blica est¨¢ cambiando con rapidez. ¡°Son como Grecia¡±, es el rumor que crece y que se empieza a hacer imparable. Desde la visi¨®n del norte, Espa?a no es de fiar. Sus promesas no son cre¨ªbles, ¡°se sienta a esperar a que el BCE la rescate de sus problemas¡±. Por eso, en la visi¨®n Alemana, se ha acabado el momento de las promesas y hay que sustituirlo por el de los hechos y las instituciones. Un ejemplo doloroso: recuerden que no se firm¨® el memor¨¢ndum con el Eurogrupo hasta el 20 de julio, solo despu¨¦s de que Espa?a aprobara en Consejo de Ministros (el 13 de julio) la subida del IVA. Las promesas no bastan. Otro ejemplo: en el debate del domingo pasado en Holanda, los l¨ªderes pol¨ªticos compitieron por asegurar que ni un duro m¨¢s ir¨ªa a ¡°Espa?a y Grecia¡±. El populista Geert Wilders consigui¨® un rotundo aplauso cuando se pregunt¨® por qu¨¦ la sanidad en Holanda ten¨ªa que ser a¨²n m¨¢s cara para que los espa?oles pudieran seguir teniendo una sanidad gratuita.
Tambi¨¦n la econom¨ªa espa?ola necesita un ordnung, m¨¢s all¨¢ de cualquier abaratamiento de la financiaci¨®n
Es obvio ad¨®nde conduce esta p¨¦rdida de credibilidad. La ¨²nica alternativa, que se oye cada vez m¨¢s en c¨ªrculos alemanes, es reducir el per¨ªmetro del euro, un euro con menos pa¨ªses en problemas, para tener un euro ordenado que pueda ser rescatado. Espa?a corre un alto riesgo de quedarse fuera de este euro redise?ado.
En los pr¨®ximos meses continuaremos viendo las consecuencias de la visi¨®n alemana del Ordnung. A Grecia no se la va a rescatar m¨¢s, y con muy alta probabilidad, va a salir del euro antes de fin de a?o. Si esta salida se produce, va a haber una ventana de oportunidad para que Espa?a sea rescatada de forma definitiva, una vez que la canciller Merkel haya mostrado que nadie est¨¢ aprovech¨¢ndose de Alemania. Espa?a debe demostrar que puede poner su casa en orden, que puede tomar las medidas necesarias, no chapuzas a corto plazo de hoy quito deducci¨®n por vivienda y ma?ana la pongo, hoy subo el impuesto sobre la renta por dos a?os y reniego del IVA que subo luego, hoy uso 40.000 millones que ten¨ªa para rescate financiero para rescatar al Estado, hoy intervengo a Bankia¡ ?ah, no, perd¨®n, si no tengo dinero! No. Espa?a debe usar esa ventana para conseguir un acuerdo que asegure la financiaci¨®n, la estabilidad y el orden en la econom¨ªa espa?ola. S¨ª, Ordnung muss zein (tiene que haber un sistema ordenado) tambi¨¦n en Espa?a. En particular, un sistema de ordenaci¨®n territorial sostenible y racional (no necesariamente m¨¢s centralizado) sin el que Espa?a no es viable. La alternativa, como hemos escrito en el pasado Jes¨²s Fern¨¢ndez-Villaverde, Tano Santos y yo, es volver a la Espa?a de los cincuenta.
Desde la visi¨®n del norte, Espa?a no es de fiar. Sus promesas no son cre¨ªbles
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