Cautela ante el triunfalismo
El proyecto de Adelson presenta a¨²n demasiadas inc¨®gnitas
En los pr¨®ximos d¨ªas se espera la confirmaci¨®n de que el proyecto de Eurovegas se construya finalmente en Madrid. Una vez que se ha filtrado que la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, hab¨ªa alcanzado un acuerdo con el magnate Sheldon Adelson y una vez que el Gobierno catal¨¢n ha arrojado formalmente la toalla presentando un proyecto alternativo en la zona de Port Aventura, la inc¨®gnita se limita ahora a conocer los detalles concretos del proyecto y las contrapartidas acordadas.
Necesitados como estamos de buenas noticias econ¨®micas y de proyectos de inversi¨®n capaces de crear puestos de trabajo, las autoridades auton¨®micas pueden caer f¨¢cilmente en la tentaci¨®n del triunfalismo. Pero por muy necesitados que estemos de proyectos que impulsen la econom¨ªa, se ha de garantizar en todo caso que los intereses privados no entrar¨¢n en colisi¨®n con los colectivos. Y desde este punto de vista, los datos conocidos durante la negociaci¨®n del proyecto inducen a extremar las cautelas. Para empezar, toda la negociaci¨®n sobre la ubicaci¨®n del complejo ha estado presidida por una anomal¨ªa de fondo dif¨ªcil de justificar si no es en el contexto de la angustia que produce el progresivo deterioro de la econom¨ªa; la anomal¨ªa de que, en un proyecto que requiere de recalificaciones urban¨ªsticas y modificaciones legales, sean los responsables pol¨ªticos, y al m¨¢ximo nivel, los que desfilen por el despacho del promotor, en una especie de subasta inversa para ver quien se acomoda antes y mejor a sus condiciones. Unas exigencias, por otra parte, que en otras circunstancias hubieran sido rechazadas de plano y que demuestran hasta que punto la competencia, en tiempos de crisis, puede introducir dosis de claudicaci¨®n en las relaciones entre el poder pol¨ªtico y el econ¨®mico, en favor de este ¨²ltimo.
En los ¨²ltimos meses hemos conocido algunas de las condiciones que Adelson pon¨ªa para hacer la inversi¨®n. Pero no todas. Hemos sabido que exig¨ªa modificaciones en la normativa sobre juego y sobre relaciones laborales. Tambi¨¦n sobre el acceso de los menores y sobre la ley del tabaco. Se ha sabido que ped¨ªa tambi¨¦n importantes ventajas fiscales y exenci¨®n de impuestos municipales durante 10 a?os. Ahora sabemos que tambi¨¦n figuraba cambiar la ley de enjuiciamiento civil y otras normas para facilitar la persecuci¨®n de las deudas de juego, con el fin de que los premios que se obtengan no tributen en Espa?a, sino en el pa¨ªs de origen del jugador, y algunas otras que solo se explican si alguien pretende obtener facilidades para el blanqueo de dinero.
Habr¨¢ que exigir pues a Esperanza Aguirre la m¨¢xima transparencia sobre lo acordado y examinar con sumo cuidado la letra peque?a de un proyecto que se present¨® con grandes dosis de megaloman¨ªa, pero se ha ido diluyendo por el camino. De los 20.000 millones de euros que Adelson promet¨ªa invertir al principio, de momento solo compromete a financiar la primera fase, 4 de los 12 resorts previstos, unos 5.700 millones. El resto estar¨¢ a expensas de los beneficios de la primera fase y de obtener una financiaci¨®n que, tal como est¨¢n las cosas en el sector bancario, parece ahora mismo muy problem¨¢tica. Tan problem¨¢tica que espera que el Gobierno avale una parte de los cr¨¦ditos que necesita.
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