La UE se enzarza por la puesta en marcha de la uni¨®n bancaria
Alemania se enfrenta a Francia, Italia, Espa?a y a la Comisi¨®n por la propuesta del supervisor ¨²nico
Chipre es una isla con una historia triste, partida en dos desde hace d¨¦cadas, con el ¨²ltimo muro de la Guerra Fr¨ªa alz¨¢ndose para verg¨¹enza de una comunidad internacional que, pese a las largu¨ªsimas negociaciones, no consigue reconciliar a la minor¨ªa turca con la mayor¨ªa griega; y con unos bancos hipertrofiados que, en medio de esa laber¨ªntica cloaca financiera que es la crisis del euro, han conseguido llevarse por delante a toda la econom¨ªa. Chipre, en fin, es una mala met¨¢fora de la crisis europea, incapaz de resolver sus viejos problemas (el diab¨®lico c¨ªrculo vicioso entre la crisis financiera y la de la deuda p¨²blica; el eterno polvor¨ªn de Grecia), los recientes (Espa?a sigue sin definirse sobre el segundo rescate) y los nov¨ªsimos: una uni¨®n bancaria que ten¨ªa que ser la primera piedra del remozado edificio institucional europeo y que, en lugar de eso, ya levanta ampollas entre los socios de la UE.
Debajo de algo aparentemente tan poco sexy como esa uni¨®n bancaria se esconde una de las grandes batallas de los pr¨®ximos meses. ¡°Quien controla los bancos se hace con la llave de muchas cosas. Todos los gobernantes de Europa son conscientes de eso¡±, explica una fuente europea en Nicosia, la capital chipriota, que ha albergado la reuni¨®n de ministros de Econom¨ªa de la UE. El l¨ªo est¨¢ ah¨ª desde el primer minuto: el plan para crear un supervisor ¨²nico ¨Cel BCE¡ª para los 6.000 bancos de la eurozona a partir de enero se topa con la f¨¦rrea oposici¨®n de, al menos, Alemania, B¨¦lgica, Suecia y Reino Unido. Por razones t¨¦cnicas (b¨¢sicamente, problemas entre socios del euro y pa¨ªses de la UE que no comparten la moneda europea). Pero tambi¨¦n por problemas de calendario, que afectan directamente a Espa?a.
Alemania se ha enfrentado hoy abiertamente a los defensores de la propuesta de la Comisi¨®n: Francia, Italia y Espa?a. ¡°Tener el supervisor ¨²nico listo para el 1 de enero no va a ser posible. Requiere la unanimidad de los Veintisiete, y eso no va a ser f¨¢cil¡±, ha explicado el ministro Wolfgang Sch?uble, quien ha lanzado un jarro de agua fr¨ªa sobre la Comisi¨®n, a la que acusa de haber ido mucho m¨¢s lejos de lo que pidieron los jefes de Estado en la cumbre de junio, seg¨²n varias fuentes. Alemania, adem¨¢s, pretende que el BCE solo supervise los grandes bancos, y deje los bancos regionales y locales ¨Ccuyos balances esconden grav¨ªsimos problemas¡ª en manos del Bundesbank. La fecha es fundamental: la idea de tener el supervisor ¨²nico en enero abrir¨ªa la puerta a la recapitalizaci¨®n directa de bancos por parte del mecanismo de rescate, algo esencial para Espa?a. De esa manera las inyecciones de capital que se hicieran en la banca no computar¨ªan como deuda p¨²blica.
¡°Se hab¨ªan creado grandes expectativas y ahora habr¨¢ que gestionar la decepci¨®n en los mercados y en algunas capitales¡±, se?alan fuentes europeas. El ministro espa?ol Luis De Guindos, apoyado por el franc¨¦s Pierre Moscovici, se ha opuesto a dilatar los plazos que se fijaron en la ¨²ltima cumbre europea de junio. ¡°Hay una serie de complicaciones¡±, ha admitido De Guindos, ¡°pero el calendario est¨¢ aprobado y la UE debe ser ambiciosa¡±.
Reino Unido encabeza la oposici¨®n fuera del euro, con el objetivo indisimulado de proteger la City. Y tiene aliados: ¡°La propuesta comunitaria es completamente inaceptable¡±, ha apuntado el sueco Anders Borg. Los pa¨ªses de la UE que no comparten el euro temen que el BCE acumule demasiado poder, relegando a un papel muy secundario a la Agencia Bancaria Europea.
Una supervisi¨®n m¨¢s consistente hubiera ahorrado a Europa muchos de los problemas que han causado los bancos en esta crisis. Pero requiere, adem¨¢s del supervisor ¨²nico, un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos europeo y un mecanismo de liquidaci¨®n de bancos: eso tiene enormes implicaciones fiscales y puede convertir la uni¨®n bancaria en un mecanismo de mutualizaci¨®n de deuda por la puerta de atr¨¢s.
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