La peluquer¨ªa de "Papito", escuela, museo y espejo de la lenta reforma cubana
En el "Callej¨®n de los Peluqueros", como ha sido bautizado el tramo inicial de la calle Aguiar, en el habanero barrio de San ?ngel, el negocio de Valladares florece con el mismo ¨ªmpetu que la exhuberante vegetaci¨®n de la isla caribe?a, pese a que est¨¢ en un segundo piso sin ascensor.
Aunque en su caso con mucha m¨¢s dedicaci¨®n e inventiva, como sucede con todos los trabajos por cuenta propia en el pa¨ªs, el nombre que reciben en Cuba las iniciativas de los trabajadores aut¨®nomos.
"Es una envidia con la tijera, muy emprendedor, una estrella fugaz. Uno se cansa de abrir camino, sobre todo aqu¨ª en Cuba, pero ¨¦l no", afirma a Efe orgulloso Manuel, cliente de "Papito" desde hace 20 a?os, cuando el peluquero era un trabajador estatal.
El cuentapropismo es producto de las reformas econ¨®micas emprendidas por Cuba para contrarrestar el rev¨¦s que represent¨® la ca¨ªda del bloque sovi¨¦tico en 1993.
Las peluquer¨ªas y los famosos "paladares" o restaurantes familiares fueron los conejillos de indias de un sistema cuyo desarrollo ha sido tan gradual como incierto es todav¨ªa su futuro.
Esta semana, la prensa oficial inform¨® de que los cuentapropistas suman ya 397.167 pero a¨²n representan apenas el 13 por ciento del total de empleados de un pa¨ªs con 3,1 millones de trabajadores estatales, cuando en 1997 eran la mitad, 180.000.
Dos a?os despu¨¦s, en 1999, Valladares convert¨ªa su domicilio familiar en una peluquer¨ªa para crear el proyecto "Artecorte" con la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
"Part¨ª de tres puntos importantes: el arte, la historia y la peluquer¨ªa. El negocio fue creciendo y eso me permiti¨® pagarme el sue?o de crear la casa-museo", afirma "Papito", rodeado de antiguas maquinas registradoras y sillas de barber¨ªa, una de ellas del siglo XIX, adem¨¢s de pinturas inspiradas en el oficio.
En la puerta del edificio una placa da fe de una de las primeras licencias para ejercer la barber¨ªa en Latinoam¨¦rica, otorgada por el Cabildo de La Habana a Juan G¨®mez en 1552.
En frente, otra placa recuerda a Juan Evangelista Vald¨¦s (1836-1918), "destacado periodista, poeta, barbero y revolucionario", por el que existe el D¨ªa del Barbero y el Peluquero en Cuba, el 27 de diciembre, en coincidencia con de su natalicio.
All¨ª est¨¢ la escuela con la que "Papito" ha logrado un semillero de peluqueros para su establecimiento, como su vecino Alex, de 23 a?os, una de las cinco persona que trabajan con ¨¦l.
Desde 2009 esos negocios y los "paladares" pueden contratar empleados y arrendar locales.
"Las peluquer¨ªas fuimos pioneras en eso porque era f¨¢cil experimentar" en un sector "de alto consumo" en la isla, argumenta "Papito" a Efe mientras su hija peque?a juega cerca de ¨¦l al final de una larga jornada.
El gasto de sus clientes oscila entre los cinco y los 30 pesos convertibles, la divisa del pa¨ªs, equiparable al d¨®lar y que convive con el peso cubano, cuyo valor es 24 veces menor y que es la moneda en la que gana sus salarios la mayor¨ªa de los ciudadanos.
Por ello, muchos de ellos trabajan en sectores de la econom¨ªa que dependen de la siempre compleja relaci¨®n con el extranjero.
Ese es el caso de Manuel, capit¨¢n del famoso restaurante La Bodeguita del Medio y que dispone de pesos convertibles gracias a las propinas de los turistas.
"Papito" le pone, sin embargo, un pero al cuentapropismo: la ausencia de un mercado mayorista donde conseguir m¨¢s baratos sus productos, que debe comprar en las tiendas comunes, otra asignatura pendiente para el Gobierno cubano.
Adem¨¢s, ¨¦l asegura que no recibe ninguna mercanc¨ªa del exterior, pero muchos trabajadores aut¨®nomos han comenzado tambi¨¦n a quejarse porque desde agosto las tarifas por exceso de equipaje de los viajeros deben pagarse en pesos convertibles a partir de la segunda entrada al pa¨ªs en el mismo "a?o calendario".
Sin duda, se trata de un duro golpe para los que traen mercanc¨ªas a la isla desde el exterior, las famosas "mulas".
"Artecorte", que organiza tambi¨¦n maratones de cortes de pelo en la calle, inaugurar¨¢ en los pr¨®ximos meses el "Barbeparque", una zona de juegos infantiles con forma de utensilios de barber¨ªa que se construye en un espacio p¨²blico cercano.
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