Reformar la organizaci¨®n territorial
La reforma del modelo es inevitable. Lo importante es analizar las opciones y buscar la mejor soluci¨®n
La crisis econ¨®mica actual est¨¢ poniendo de manifiesto las insuficiencias del sistema territorial de Espa?a. La organizaci¨®n territorial basada en el Estado de las autonom¨ªas, establecido en la Constituci¨®n espa?ola de 1978, en su cap¨ªtulo tercero, ha sido durante muchos a?os uno de los pilares de la convivencia entre los diferentes territorios de Espa?a. A pesar de las m¨²ltiples transferencias realizadas, muchas de ellas con el otorgamiento de capacidad legal, no se ha conseguido un equilibrio entre las obligaciones que conllevan esas transferencias y las necesidades para su financiaci¨®n.
Por otra parte, el sistema auton¨®mico ya naci¨® con una diferenciaci¨®n entre el Pa¨ªs Vasco y Navarra con el resto de Espa?a, basado en el amparo y respeto de derechos hist¨®ricos de los territorios forales. Diferencia que a muchas otras regiones, y especialmente a Catalu?a, les parece injusto no entendiendo por qu¨¦ unos derechos antiguos se pueden aplicar a conceptos fiscales modernos como el IRPF y el IVA que no exist¨ªan en tiempos de los foros. Para muchos las razones fueron m¨¢s de tipo pol¨ªtico y circunstancial en el momento de redactar la Constituci¨®n, aunque ello no sirviese para que ETA renunciase a matar ni a sus aspiraciones de independencia.
Durante la crisis, con la ca¨ªda de la producci¨®n y de las rentas, se ha producido una dr¨¢stica reducci¨®n en la recaudaci¨®n de impuestos del Estado y por tanto de la parte correspondiente (50% del IRPF y del IVA) a las Comunidades Aut¨®nomas. Si a esto a?adimos el gasto excesivo y muchas veces injustificable, realizado por las CC AA durante la fase expansiva de la econom¨ªa y el elevado nivel de endeudamiento alcanzado, amparadas en las facilidades de cr¨¦dito otorgadas por bancos y especialmente cajas de ahorro, es f¨¢cil explicar el estado de quiebra financiera alcanzado en la mayor¨ªa de las autonom¨ªas.
El d¨¦ficit de las CC AA constituye una de las mayores dificultades para ajustar el conjunto de d¨¦ficit de la administraci¨®n p¨²blica
De momento, en el corto plazo la situaci¨®n se va solventando con transferencias y pr¨¦stamos del Estado, en tanto se aplican recortes en el gasto y en la estructura administrativa de dichas CC AA, con supresi¨®n o reducci¨®n de los entes y empresas p¨²blicas creados en demas¨ªa durante la fase anterior. Pero lo m¨¢s doloroso para la poblaci¨®n est¨¢n siendo los recortes en Sanidad y Educaci¨®n que si no se realizan en pos de una mayor eficacia del gasto, ponen en peligro los logros sociales conseguidos. En este punto conviene resaltar la responsabilidad de todos los partidos pol¨ªticos que han gestionado dichas autonom¨ªas, por lo que no vale culpar solo a alguno de ellos. Tambi¨¦n hay que considerar que el d¨¦ficit de las CC AA constituye una de las mayores dificultades para ajustar el conjunto de d¨¦ficit de la administraci¨®n p¨²blica y cumplir con los compromisos adquiridos con la UE. Para 2012 el l¨ªmite de d¨¦ficit asignado es del 1,5% del PIB auton¨®mico. L¨ªmite que algunas han declarado no poder alcanzar y que dificultar¨¢ cumplir con el compromiso adquirido para el conjunto del d¨¦ficit p¨²blico. Pero no es tanto por el tama?o del d¨¦ficit sino por la falta de credibilidad que supone en los mercados financieros.
M¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ solucionar el problema de fondo en el medio y largo plazo. En opini¨®n de muchos analistas el sistema actual de las comunidades aut¨®nomas es insostenible desde el punto de vista financiero y la situaci¨®n pol¨ªtica se est¨¢ complicando en Catalu?a donde el descontento ciudadano ha hecho crecer los deseos independentistas. El punto crucial de este aumento de deseos de independencia es la creencia, alimentada por los poderes catalanes, de que el problema de la crisis y la necesidad de recortes en Catalu?a se derivan solo de un tratamiento injusto desde los poderes centrales en comparaci¨®n con el resto de las CC AA, sin contar con la mala gesti¨®n realizada por los ¨²ltimos gobiernos catalanes. Previamente, la Generalitat ya expres¨® su deseo de alcanzar un pacto fiscal similar al del Pa¨ªs Vasco y Navarra.
Una posible soluci¨®n, sin necesidad de reformar la Constituci¨®n, ser¨ªa una nueva reforma del sistema de financiaci¨®n
Una posible soluci¨®n, sin necesidad de reformar la Constituci¨®n, ser¨ªa una nueva reforma del sistema de financiaci¨®n, que iniciase un proceso asim¨¦trico, en funci¨®n de las necesidades y deseos de las diferentes autonom¨ªas. La Constituci¨®n permite la formaci¨®n de diferentes comunidades aut¨®nomas por agregaci¨®n de provincias, siempre con la aceptaci¨®n del Parlamento, as¨ª como tambi¨¦n permite diferentes grados de transferencias del Estado. Ser¨ªa posible que algunas CC AA decidiesen unirse entre s¨ª y que otras prefiriesen devolver algunas transferencias si no se encuentran capacitadas a desarrollarlas con la financiaci¨®n determinada. Una parte importante de la posible reforma se centra en el funcionamiento del Senado como una verdadera c¨¢mara territorial. Tambi¨¦n, dentro de la Constituci¨®n ser¨ªa posible la reforma del sistema de financiaci¨®n hacia un pacto fiscal con mayor cobertura en la recaudaci¨®n de impuestos.
Lo que no permite la Constituci¨®n espa?ola (art¨ªculo 145) es ¡°la federaci¨®n de comunidades aut¨®nomas¡±. Desde el punto de vista de la UE, el Tratado de Lisboa en su art¨ªculo 4.2, la Uni¨®n se compromete a respetar la igualdad de los Estados miembros ante los tratados, as¨ª como su identidad nacional, inherente a las estructuras fundamentales pol¨ªticas y constitucionales de estos, tambi¨¦n en lo referente a la autonom¨ªa local y regional. Por lo tanto, cualquier cambio que Espa?a decidiese respecto a su estructura pol¨ªtica y organizaci¨®n administrativa ser¨ªa respetado en el seno de la UE.
Por el contrario, ante una decisi¨®n unilateral de creaci¨®n de un nuevo Estado separado de Espa?a, el Tratado de la UE, en su art¨ªculo 49 del T¨ªtulo VI, establece las condiciones que ¡°ser¨¢n objeto de un acuerdo entre los Estados miembros y el Estado solicitante. Dicho acuerdo se someter¨¢ a la ratificaci¨®n de todos los Estados contratantes, de conformidad con sus respectivas normas constitucionales¡±. Por lo tanto, una Catalu?a independiente tendr¨ªa que renegociar los tratados europeos y necesitar¨ªa el voto un¨¢nime de los pa¨ªses miembros, incluido Espa?a, para formar parte no solo del euro sino de la Uni¨®n Europea.
Cualquier cambio que Espa?a decidiese respecto a su estructura pol¨ªtica y organizaci¨®n administrativa ser¨ªa respetado en la UE
En mi opini¨®n, la reforma del sistema actual es inevitable. Ante las dificultades de dar marcha atr¨¢s en ¨¦l, ser¨ªa necesario que el Gobierno propiciase iniciar al menos un proceso de an¨¢lisis y discusi¨®n en el seno parlamentario para intentar conseguir la formulaci¨®n de un pacto de Estado que, con el m¨¢ximo consenso posible, permitiese una reforma de la Constituci¨®n con un nuevo sistema de organizaci¨®n territorial m¨¢s estable y eficaz que el actual. Algunos ven un ejemplo en el sistema federal de Alemania, pa¨ªs que tanto nos ha inspirado ¨²ltimamente, pero habr¨ªa que estudiarlo con detenimiento ya que ¨²ltimamente el sistema alem¨¢n ha tenido que hacer algunos ajustes centralizadores. Pero lo importante es analizar las opciones y buscar la mejor soluci¨®n, dar cabida a todos e impulsar que nos sintamos espa?oles y europeos sin detrimento de los sentimientos respetables que nos ligan a nuestras ra¨ªces y los menos respetables intereses partidistas. De momento, seg¨²n las declaraciones de nuestro presidente parece que esto est¨¢ lejos de la realidad. Sin embargo, el inicio de un proceso serio en este sentido, s¨ª permitir¨ªa mejorar la credibilidad de Espa?a dentro de la UE y de los mercados internacionales.
Carmen Alcaide es analista y expresidenta del INE.
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