La torre del euro creciente
La construcci¨®n de la nueva sede del Banco Central Europeo (BCE) supera en un 42% lo inicialmente presupuestado
Los directivos del Banco Central Europeo (BCE) no suelen morderse la lengua al dar lecciones de austeridad p¨²blica y contenci¨®n salarial privada. Pero la panacea del tijeretazo que se impone en toda Europa tambi¨¦n tiene sus excepciones, m¨¢xime cuando se trata de levantar una sede para el propio banco emisor. Banqueros, constructores y pol¨ªticos celebraron la semana pasada la fiesta por el remate de la doble torre de rascacielos que el BCE se est¨¢ construyendo en el Ostend, un barrio al este del centro de Fr¨¢ncfort. Falt¨® su presidente Mario Draghi, impedido por ¡°imprevistos urgentes¡±, as¨ª que la mala noticia del d¨ªa festivo qued¨® a cargo del miembro alem¨¢n del directorio J?rg Asmussen: la rutilante sede de la moneda ¨²nica no costar¨¢ 850 millones de euros como se crey¨® hasta ahora, sino 1.200 millones.
Las cuentas fallaron en la instituci¨®n que decide el precio del dinero de 327 millones de europeos. En 2009, el entonces directivo Lorenzo Bini Smaghi hablaba todav¨ªa en una entrevista de invertir 500 millones de euros a precios de 2005 en la construcci¨®n de la sede. Explic¨® Asmussen que el gasto se dispar¨® por problemas estructurales en el edificio del viejo mercado mayorista, que data de 1928. Las torres del banco se levantan a su lado, muy cerca del puerto fluvial de la ciudad. Aprovechan su gran pabell¨®n para albergar la cantina y otras dependencias p¨²blicas. Adem¨¢s de estos 150 millones extra, el aumento de precios de materiales y servicios encarece el proyecto en otros 200 millones de euros. A¨²n no se ha fijado fecha para su inauguraci¨®n en 2014. Asmussen aclar¨®, no obstante, que ¡°el euro es irreversible y el se?or Draghi se encuentra bien¡±.
Ya son bien visibles los 185 metros de hormig¨®n y cristal que alcanza la torre norte, a tiro de piedra del r¨ªo Meno (Main). Est¨¢ unida a la torre sur, 20 metros m¨¢s baja, por pasarelas y ascensores. Queda por colocar la antena que lo convertir¨¢ en el tercer rascacielos m¨¢s alto de la llamada Mainhattan: 220 metros. Ambas torres del BCE comparten un atrio monumental que el arquitecto austriaco Wolf Prix considera ¨²nico en Europa y comparable al del rascacielos que alberga en Pek¨ªn a la CCTV, la televisi¨®n estatal del r¨¦gimen chino. En una charla con el diario Bild, Prix asegur¨® que la torre dise?ada por su estudio vien¨¦s ser¨¢ ¡°una identificaci¨®n tridimensional de la Uni¨®n Europea¡±. No consta si se refer¨ªa al desajuste presupuestario del 42% en la construcci¨®n de su sede.
La rutilante sede de la moneda ¨²nica no costar¨¢ 850 millones de euros como se crey¨® hasta ahora, sino 1.200
En el BCE, cuyos portavoces cultivan la man¨ªa de impedir que se publiquen sus nombres aun cuando hablan de arquitectura, explican que el dinero para la construcci¨®n sale de los recursos presupuestarios del propio banco. Insisten en que no hay transferencias de dinero p¨²blico para las obras de Fr¨¢ncfort. El BCE obtiene ganancias con sus operaciones, procedentes del rendimiento de sus reservas y de sus propios recursos, as¨ª como por los intereses que cobran por los bonos soberanos adquiridos por el banco en los mercados secundarios. Por ejemplo, bonos espa?oles. As¨ª que el BCE tuvo un super¨¢vit de 1.894 millones de euros en 2011. Se dir¨ªa que tienen para rascacielos.
El profesor de la Goethe Business School de Fr¨¢ncfort Bernd Spahn se r¨ªe espont¨¢neamente al escuchar este argumento. Recuerda que ¡°los beneficios que pueda obtener el BCE de sus operaciones son repartidos entre sus propietarios¡±, que son los bancos centrales de Europa. Estos participaron en la fundaci¨®n del Banco Central Europeo contribuyendo al capital inicial seg¨²n su peso econ¨®mico y demogr¨¢fico. Espa?a, cuarta econom¨ªa del euro, tiene un 8,3% del capital del BCE. Spahn explica que ¡°ese dinero no es del BCE¡±, sino del contribuyente. Con el aumento de los gastos se reducen los beneficios netos que repartir¨¢ entre los propietarios.
Las cuentas fallaron en la instituci¨®n que decide el precio del dinero de 327 millones de europeos
En el BCE aducen que la construcci¨®n del nuevo edificio sigue las recomendaciones comunitarias de que todas las instituciones sean propietarias de sus sedes. Levantar una gran torre de rascacielos no es solo un proyecto de prestigio y de consolidaci¨®n del euro como proyecto com¨²n, sino una medida de ahorro. Hoy, el BCE paga alquiler por los tres edificios donde trabajan sus m¨¢s de 1.600 empleados. El secretismo del banco de bancos incluye el montante real de estos alquileres. Pero aseguran que la construcci¨®n de la torre doble del Ostend, cueste 850 o 1.200 millones de euros, servir¨¢ para recortar gastos a largo plazo. Tambi¨¦n permite a todos los empleados compartir un ¨²nico edificio, que dar¨¢ cabida a 2.300 trabajadores y a cientos de visitantes.
El Consejo de Gobierno del BCE se decidi¨® por el Ostend de Fr¨¢ncfort entre 35 posibilidades distintas. A¨²n es obvio el origen obrero de la zona, que tuvo abundante poblaci¨®n jud¨ªa hasta el Holocausto. Hoy sigue siendo un barrio muy popular, pero la mole brillante del BCE est¨¢ cayendo como una bomba sobre los alquileres del vecindario: los precios del suelo no llegan a los del patricio Westend, al oeste del centro, pero se han disparado en los ¨²ltimos a?os hasta convertirlo en el segundo distrito m¨¢s caro de la metr¨®poli financiera. Muchos inquilinos tienen que marcharse. Un desarrollo que las autoridades pol¨ªticas de la zona dicen seguir ¡°con preocupaci¨®n¡±.
En Westend se levantan las grandes torres de los bancos. La mayor es la del ruinoso Commerzbank, estatalizado en un 25% para salvarlo de la bancarrota hace tres a?os. Algo m¨¢s al sur est¨¢ la torre de la Feria de Muestras, la segunda m¨¢s alta, donde tiene sus oficinas el banco de inversi¨®n neoyorquino Goldman Sachs. Cuando fue su subdirector entre 2004 y 2005, Draghi no trabajaba en estas dependencias, sino en la sede de Londres. Si los c¨¢lculos no est¨¢n mal otra vez y el euro aguanta hasta entonces, dentro de dos a?os podr¨¢ mudarse al nuevo rascacielos del Ostend.
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