Don Dillman lo admite: ¡°Hay que hacerlo mucho mejor¡±. Y lo tiene claro cuando dice que la fusi¨®n entre United y Continental tardar¨¢ a¨²n 18 meses en completarse. El an¨¢lisis no es casual. Dillman es el responsable del centro neur¨¢lgico de la aerol¨ªnea, situado en el piso 27 de la antigua torre Sears, en Chicago. Desde ah¨ª se coordinan los 6.000 vuelos diarios que efect¨²a la mayor compa?¨ªa a¨¦rea del mundo. Eso equivale a 140 millones de pasajeros volando al a?o en sus 699 aviones.
Jeff Smisek, el consejero delegado, asiente. No tiene m¨¢s remedio tras el pobre rendimiento de la compa?¨ªa. El verano ha sido un verdadero desastre en t¨¦rminos operativos, lo que ha planteado muchas dudas en Wall Street sobre los m¨¦ritos de la fusi¨®n cuando se cumplen justo dos a?os despu¨¦s de su anuncio. Dudas que tambi¨¦n tienen sus clientes, que sufren retrasos en uno de cada tres vuelos.
La nueva United est¨¢ viendo, adem¨¢s, c¨®mo los ingresos que generan sus pasajeros est¨¢n cayendo. No es mucho, cerca de un 1,5% en el trimestre, pero coincide con un momento cr¨ªtico para el sector, en el que el alza del precio del petr¨®leo se combina con la crisis. Tom O¡¯Toole, responsable del programa de fidelidad, reconoce que antes de la fusi¨®n cada aerol¨ªnea hac¨ªa las cosas de manera diferente: ¡°Ni chocolate ni vainilla. La integraci¨®n de dos culturas y dos maneras de hacer complicada¡±.
La combinaci¨®n de United y Continental es, de hecho, un paso monumental en la historia de la aviaci¨®n civil en EE UU. Su rival Delta viene de hacerlo con Northwest. Y en breve el proceso de consolidaci¨®n del sector podr¨ªa tener como protagonistas a la matriz de American Airlines, en plena reestructuraci¨®n tras suspender pagos en diciembre, y US Airways; la primera, socia de Iberia en OneWorld, y la segunda, de United en StarAlliance. Pero como se?ala Smisek, no basta con ser los m¨¢s grandes.
Dos a?os despu¨¦s, la fusi¨®n sigue despertando dudas en Wall Street
El de las aerol¨ªneas es un negocio en rojo y sujeto a m¨²ltiples riegos. Sin embargo, la direcci¨®n asegura estar creando ya efectivo para invertir en los servicios y productos que ofrecer¨¢ a largo plazo. United acaba de convertirse en la primera compa?¨ªa en EE UU en recibir el B787 Dreamliner, que entrar¨¢ en servicio el 4 de noviembre en la ruta Houston-Chicago, y har¨¢ su primer vuelo internacional en diciembre entre Houston y ?msterdam.
El nuevo avi¨®n de Boeing se est¨¢ convirtiendo en una especie de panacea. ¡°Si quieres ser l¨ªder, debes contar con el avi¨®n m¨¢s puntero¡±, dice el consejero delegado. United tiene un pedido de medio centenar de estos aviones, a los que se suman 25 del A350 del consorcio europeo Airbus. Adem¨¢s del ahorro en combustible y costes de mantenimiento, estas aeronaves son muy flexibles y permiten cubrir rutas de largo recorrido que hacen aviones m¨¢s grandes como el B777 cuando baja la demanda.
Junto a la modernizaci¨®n de la flota, United realiz¨® durante los ¨²ltimos dos a?os una redistribuci¨®n de los aviones para ganar eficiencia. ¡°De hecho, no hemos crecido tras la fusi¨®n¡±, explica Greg Hart, vicepresidente a cargo de las operaciones del grupo. ¡°Lo que hemos hecho ha sido mover los aviones menos rentables hacia rutas en las que pueden generar ingresos¡±. Dicho de otra manera, apunta, ¡°no tenemos aviones parados por las noches¡±.
La compa?¨ªa apuesta fuerte por el nuevo B787 Dreamliner
Gerry Laderman, tesorero de United, insiste en que tener aviones parados ¡°es desperdiciar un activo muy caro¡±. Los nuevos aviones que se van incorporando a la flota, a?ade, permiten ahorros en combustible que son muy importantes. Un dato en este sentido: en los ¨²ltimos 15 a?os, la eficiencia en el consumo de queroseno mejor¨® un 30%. En una industria que no gana dinero, a?ade Hart, el Dreamliner eleva el valor de la ruta porque permite tambi¨¦n un ahorro en el tiempo de vuelo.
Aunque United tiene la mayor red del mundo, en n¨²mero de aviones le supera Delta, con 722 aparatos, y le sigue muy de cerca la aerol¨ªnea de bajo coste Southwest, con 695 aviones. El 78% de la flota son aparatos de Boeing. Hershel Kamen, encargado de las alianzas, a?ade que gracias a la combinaci¨®n de rutas con sus socios ¡°podemos encontrar la manera de llegar donde no vuelan nuestros aviones¡±. Su socia en Espa?a era la quebrada Spanair.
A la espera de que presente los resultados del tercer trimestre, United acumulaba unas p¨¦rdidas de 110 millones de d¨®lares en los primeros seis meses del a?o, frente a un beneficio de 325 millones en el mismo periodo de 2011. Los ingresos totales fueron de 18.541 millones, lo que representa un incremento de casi el 3%. Sus acciones se muestran muy vol¨¢tiles, y solo se revalorizaron un 2,8% comparado con el 27,8% del S&P 500.
La fusi¨®n, como explica Dillman, requiere muchos cambios. United, comenta, ten¨ªa una forma m¨¢s estructurada de trabajar. Continental, sin embargo, improvisaba m¨¢s. El jefe del centro de operaciones de la aerol¨ªnea es partidario de trabajar con partitura. Pero a la vez admite que son los empleados los que deben marcar el ritmo del cambio y definir la cultura de trabajo para que la transici¨®n se haga sin sobresaltos.
Smisek se?ala en este sentido que en este tipo de procesos hay que ser ¡°muy pacientes¡±. ¡°La tendencia natural es la resistencia al cambio, y hemos tenido que hacerlo desde la aplicaci¨®n para hacer las reservas desde un m¨®vil hasta integrar nuestros dos centros de operaciones¡±. El consejero delegado de United admite que se han impuesto muchos cambios y muy r¨¢pidos a los empleados. Eso les llev¨® a cometer errores, que asegura que est¨¢n corregidos.
Tras el atragant¨®n del verano, la direcci¨®n de la compa?¨ªa recurre al Dreamliner como instrumento de marketing para convencer al p¨²blico y los inversores de que las cosas van a mejor. Y aunque el B787 tambi¨¦n acumula importantes retrasos que ponen nerviosos a las aerol¨ªneas, Smisek est¨¢ convencido de que un avi¨®n puede cambiar la suerte de la compa?¨ªa, sobre todo en las rutas internacionales, que representan el 43% de sus operaciones.
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