Una nueva ¨¦poca
El panorama pol¨ªtico en muchas partes del mundo ha dado un vuelco hacia la incertidumbre y el caos

Este siglo no ha llegado todav¨ªa a la adolescencia y ya ha desarrollado una personalidad propia y ¨²nica. En el libro (*) al que este texto sirve de introducci¨®n se abordan los desaf¨ªos a los que nos enfrentamos. No es un ejercicio m¨¢s de proyecci¨®n hacia el futuro de las tendencias pasadas, sino un an¨¢lisis de los principales cambios de tendencia mundiales que est¨¢n transformando el mundo. Estos son los m¨¢s importantes de los analizados en el libro:
Los desequilibrios de la econom¨ªa mundial. Las econom¨ªas consideradas avanzadas, con las excepciones de Alemania y Jap¨®n, presentan grandes d¨¦ficits comerciales, mientras que la mayor¨ªa de las emergentes disfrutan de notables super¨¢vits. Tras dos d¨¦cadas de crecimiento econ¨®mico intenso, las econom¨ªas emergentes representan ahora, aproximadamente, la mitad de la actividad econ¨®mica mundial. Adem¨¢s, est¨¢n fortaleciendo su potencia financiera: poseen dos tercios de las reservas de divisas, de las que est¨¢n acumulando diariamente 2.000 millones de d¨®lares adicionales. Otro rasgo m¨¢s intratable del siglo XXI es que la mayor¨ªa de los cambios parecen ser parad¨®jicos. En este caso, el auge de las econom¨ªas emergentes est¨¢ permitiendo que cientos de millones de personas superen la pobreza. Sin embargo, tambi¨¦n plantea retos complicados en t¨¦rminos de p¨¦rdidas de empleos en el mundo desarrollado, de competencia por la energ¨ªa y los recursos naturales y de gobernanza econ¨®mica y financiera global.
Las empresas multinacionales provenientes de mercados emergentes se expanden como la p¨®lvora por todo el mundo. De ser un fen¨®meno marginal han pasado a representar en 2010 el 25% de las 500 compa?¨ªas m¨¢s grandes del mundo, el 29% del n¨²mero total de empresas multinacionales y el origen del 41% de los flujos de inversi¨®n directa extranjera de los ¨²ltimos cinco a?os. La paradoja: su creciente poder y competitividad no se basa, necesariamente, en la posesi¨®n de tecnolog¨ªa o de aptitudes para la comercializaci¨®n. Han reescrito las reglas de la competencia empresarial principalmente en provecho propio y a costa de las empresas multinacionales tradicionales de la OCDE.
Las condiciones demogr¨¢ficas est¨¢n cambiando con rapidez. Por primera vez en la historia, Jap¨®n y varios pa¨ªses europeos occidentales han invertido sus pir¨¢mides de poblaci¨®n por edades y tienen m¨¢s personas de m¨¢s de 60 a?os que de menos de 20. Tambi¨¦n por primera vez, viven m¨¢s personas en ciudades que en el campo, y las que padecen de obesidad superan a las que pasan hambre. La disminuci¨®n del n¨²mero medio de ni?os nacidos de cada mujer ha sido mucho m¨¢s r¨¢pida en Europa, Asia Oriental (especialmente China y Jap¨®n) y, en menor medida, Norteam¨¦rica. Las mujeres de estas regiones disponen ahora de oportunidades econ¨®micas, pol¨ªticas y sociales mucho mejores. Pero estas sociedades est¨¢n envejeciendo muy r¨¢pidamente. En la primera d¨¦cada del siglo XXI, el mundo se ha hecho predominantemente urbano. Por primera vez en la historia hay m¨¢s personas que viven en las ciudades que en el campo. La competencia por los recursos naturales ahora afecta no solo a los minerales escasos, sino tambi¨¦n a los alimentos y al agua.
El panorama pol¨ªtico en muchas partes del mundo ha dado un vuelco hacia la incertidumbre y el caos. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial hay m¨¢s pa¨ªses en el mundo que son Estados fallidos que gobernados por dictadores. En general, hay una marcada disminuci¨®n en la legitimidad y capacidad del Estado tanto en los pa¨ªses desarrollados como en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Si hay un enigma que probablemente nos persiga durante el siglo XXI es por qu¨¦ la democracia ha hecho grandes progresos como la forma de Gobierno dominante en el mundo mientras, al mismo tiempo, el n¨²mero de Estados fallidos ha proliferado. Esta tendencia ha causado importantes problemas en la econom¨ªa y el comercio mundiales y ha convertido el terrorismo en la forma dominante de conflicto violento, mientras que en el siglo XX lo eran las guerras.
Un mundo cada vez m¨¢s desigual. Aunque la desigualdad de la renta entre los pa¨ªses ha disminuido desde el comienzo del siglo XXI debido a la irrupci¨®n de las econom¨ªas de mercado emergentes, la desigualdad dentro de los pa¨ªses ha continuado aumentando, planteando dif¨ªciles problemas pol¨ªticos y sociales en los pa¨ªses desarrollados y en los en v¨ªas de desarrollo. No deja de ser parad¨®jico que la pobreza est¨¦ reduci¨¦ndose incluso en pa¨ªses en los que la desigualdad est¨¢ aumentando.
La sostenibilidad se ha convertido en una prioridad fundamental. Los mejores cient¨ªficos predicen que, sin una acci¨®n correctora, el cambio clim¨¢tico llegar¨¢ a ser irreversible en alg¨²n momento cr¨ªtico durante este siglo. Hacia el a?o 2030, los precios de los alimentos podr¨ªan duplicarse comparados con los de 2012 y la mitad de la poblaci¨®n mundial podr¨ªa verse afectada por una grave escasez de agua. El crecimiento en las econom¨ªas emergentes ha ido acompa?ado de degradaci¨®n medioambiental. En los pa¨ªses tanto desarrollados como en v¨ªas de desarrollo se pretende la b¨²squeda de la sostenibilidad. El ¨¦nfasis est¨¢ no s¨®lo en la energ¨ªa, sino tambi¨¦n en la producci¨®n y el consumo ecol¨®gicos de bienes y servicios. La agricultura, la construcci¨®n y el turismo se han convertido tambi¨¦n en objetivos de estos esfuerzos para alcanzar la sostenibilidad. La tecnolog¨ªa y el cambio de comportamiento se presentan como las soluciones.
El equilibrio mundial de poder est¨¢ cambiando r¨¢pidamente. Durante la mayor parte del siglo XXI, India ser¨¢ el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, China el mayor productor y EEUU el m¨¢s rico entre las principales econom¨ªas, en t¨¦rminos de renta per c¨¢pita.
Otra tendencia parad¨®jica es el nuevo ¨¦nfasis en la buena gobernanza institucional, al mismo tiempo que la capacidad del Estado est¨¢ disminuyendo debido a la extensi¨®n de la ideolog¨ªa de un Estado reducido y las repercusiones de la crisis de la deuda soberana en la eurozona.
Estos cambios de tendencia econ¨®micos, demogr¨¢ficos y geopol¨ªticos est¨¢n erosionando con rapidez el dominio de EEUU. como principal potencia mundial. En abril de 2011 el FMI estremeci¨® a la opini¨®n p¨²blica estadounidense con su predicci¨®n de que la econom¨ªa china seria la mayor del mundo en 2016. En el libro exploramos en qu¨¦ medida las pautas hist¨®ricas en el ascenso y ca¨ªda de las potencias mundiales dominantes ayudan a comprender la nueva situaci¨®n creada en este siglo, en la que no una, sino varias potencias, pueden compartir la hegemon¨ªa en el escenario mundial.
Algunos tendr¨¢n dificultades para aceptar que el orden mundial con el que se criaron podr¨ªa estar llegando a su fin. Otros creen que el cambio es tan amplio que no se puede ya dar por hecho. Ambas reacciones son comprensibles, precisamente porque los cambios son masivos y afectan a muchos aspectos diferentes. La complejidad es un rasgo fundamental de la escena global contempor¨¢nea. Aunque los riesgos eran tambi¨¦n importantes, el per¨ªodo de la Guerra Fr¨ªa nunca nos transmiti¨® una sensaci¨®n de insoportable inseguridad. El siglo XXI es distinto. Es el siglo de la complejidad combinada con incertidumbre, pero no parece que dispongamos de las instituciones econ¨®micas, pol¨ªticas y geopol¨ªticas para afrontarlas.
(*) Este art¨ªculo es una transcripci¨®n parcial del cap¨ªtulo 1 del libro Una Nueva ?poca. Los grandes retos del siglo XXI, editado por Galaxia Gutenberg. La traducci¨®n del original en ingl¨¦s, Global Turning Points (Cambridge University Press), es de Julio Vi?uelas.
Mauro Guill¨¦n es director del Lauder Institute de la Wharton School (University of Pennsylvania). Emilio Ontiveros es catedr¨¢tico de la UAM. Ambos pertenecen al Consejo Acad¨¦mico de la Escuela de Finanzas de Afi.
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