EADS y BAE, noviazgo corto sin boda

El noviazgo entre la aeron¨¢utica civil europea EADS y la empresa brit¨¢nica de la defensa BAE Systems ha sido corto y no ha tenido final feliz. Las conversaciones para su fusi¨®n empezaron en primavera, tomaron cuerpo con un preacuerdo en julio, se filtraron de forma aparentemente interesada en septiembre y se rompieron la semana pasada.

Las razones de la ruptura son diversas y complejas. Se entremezclan desde los intereses nacionales de los Estados que participan en el capital de EADS (Alemania, Francia, Reino Unido y Espa?a) a la ¨ªntima relaci¨®n entre la industria de la defensa y los servicios secretos brit¨¢nicos en el caso de BAE o la dificultad de las relaciones y los intereses, a veces contrapuestos, entre el capital y la gesti¨®n privados por un lado y los poderes p¨²blicos por el otro.

EADS y BAE iban a formar un conglomerado de 36.000 millones, una nueva empresa destinada a combinar el potencial aeroespacial civil del fabricante de Airbus con el potencial de BAE en la industria de la defensa. La ruptura, que refleja las dificultades de los Gobiernos europeos para impulsar proyectos conjuntos dejando al margen sus intereses nacionales, ha sido achacada a las reticencias que desde el principio ha tenido la canciller alemana, Angela Merkel. Pero Berl¨ªn justifica en privado su marcha atr¨¢s en las desavenencias entre Londres y Par¨ªs acerca de la participaci¨®n accionarial de ambos pa¨ªses en la empresa resultante.

Reino Unido quer¨ªa un brit¨¢nico al frente de la divisi¨®n de defensa

Si los dedos se?alando a Berl¨ªn han sido una constante desde que se rompieron las negociaciones el martes pasado, el canciller del Exchequer y ministro del Tesoro brit¨¢nico, George Osborne, fue el primer pol¨ªtico en utilizar en p¨²blico la palabra ¡°veto¡±. Lo hizo el viernes en Tokio, durante las reuniones del FMI.

¡°Nosotros ten¨ªamos algunas l¨ªneas rojas muy claras: hab¨ªamos dejado muy claro que ten¨ªamos que proteger nuestra seguridad nacional, que quer¨ªamos proteger nuestro empleo e inversiones en Reino Unido y que nos preocupaban los grandes paquetes de acciones que ten¨ªan otros pa¨ªses¡±, explic¨®. ¡°No est¨¢bamos comprometidos con el acuerdo, pero nos parec¨ªa que val¨ªa la pena la discusi¨®n¡±, a?adi¨® antes de acusar a los alemanes: ¡°Estamos un poco decepcionados antes que nada por la actitud de Berl¨ªn, que en la pr¨¢ctica ha ejercido el veto¡±.

En v¨ªsperas de que se cumpliera el plazo impuesto por las autoridades reguladoras brit¨¢nicas para que se anunciara un acuerdo o una ruptura de las conversaciones, Angela Merkel llam¨® el martes al presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, para comunicarle que el noviazgo no acabar¨ªa en boda. Las razones de Merkel son variadas. Algunas, m¨¢s bien triviales, relativas al papel de protegidos personales suyos en la c¨²pula de la nueva empresa. Otras, de pol¨ªtica partidaria a corto plazo, como su temor a que al final la operaci¨®n acabara centrando en Gran Breta?a el empleo de la defensa y en Francia el empleo de la aviaci¨®n civil, en perjuicio de los trabajadores alemanes y espec¨ªficamente los de Baviera, donde hay elecciones regionales el a?o que viene.

Pero tiene tambi¨¦n reticencias de fondo m¨¢s profundas, como su alergia a que Alemania participe tan directamente en un negocio de fabricaci¨®n de armamento con un socio, adem¨¢s, estrechamente ligado a la industria militar de Estados Unidos y marcado por el esc¨¢ndalo del pago de sobornos multimillonarios en Arabia Saud¨ª. Uno de los factores determinantes de su veto habr¨ªa sido el empe?o brit¨¢nico de que al frente de la divisi¨®n de defensa de la nueva empresa estuviera ¡°para siempre, un brit¨¢nico¡±, seg¨²n The Sunday Telegraph. O las consecuencias que a largo plazo tendr¨ªa para Alemania el hecho de que EADS concentrara su actividad en Francia, como defend¨ªa con ¨®ptica empresarial su consejero delegado, Tom Enders. La ruptura fue recibida con cotizaciones al alza de las acciones de EADS y ligeras ca¨ªdas de los t¨ªtulos de BAE.

La patata caliente est¨¢ ahora en manos de los dos m¨¢ximos ejecutivos de BAE Systems, el consejero delegado Ian King y el presidente Dick Olver. Los especialistas brit¨¢nicos no se ponen de acuerdo sobre las consecuencias que puede acarrear el fracaso de la fusi¨®n. Hay quien cree que es una oportunidad para preservar en mercados menos maduros que el europeo y el estadounidense, como los de Oriente Pr¨®ximo y Extremo Oriente. Y hay quien opina que BAE se ha convertido en objetivo de la industria militar estadounidense.