China, la historia secreta
Solucionas un problema y surge otro. El d¨ªa en que China expuls¨® de su Parlamento al desacreditado pol¨ªtico Bo Xilai, una investigaci¨®n de The New York Times afirmaba que la familia del primer ministro Wen Jiabao controla unos activos financieros valorados en 2.700 millones de d¨®lares. La insinuaci¨®n es explosiva, especialmente si es sobre un l¨ªder que ha denunciado la desigualdad. Pero tambi¨¦n es trivial, y no cambiar¨¢ mucho los c¨¢lculos para los que invierten en el pa¨ªs.
Cuando solo quedan cerca de tres semanas para que Wen deje paso a un nuevo primer ministro, el riesgo de que esto se convierta en un problema social es escaso. La m¨¢quina de la censura china trabaja tan eficazmente como siempre: las visitas al sitio web de The New York Times fueron bloqueadas r¨¢pidamente. Los usuarios de los blogs hablaron de la historia, pero solo con eufemismos, al referirse a Wen con nombres como Wo Jia Baobao [cari?o m¨ªo]. Aunque los detalles son jugosos, la idea de que la ¨¦lite china es muy rica no es ninguna sorpresa.
Para los inversores podr¨ªa incluso resultar tranquilizador. Muchos de ellos se han jugado grandes sumas de dinero para financiar a empresarios con conexiones. Las empresas de capital riesgo y los bancos de inversi¨®n occidentales han ganado miles de millones de d¨®lares con las inversiones anteriores a las OPA realizadas conociendo a la gente adecuada. Por tanto, no existe ninguna contradicci¨®n en el hecho de que China sea el principal destino mundial de la inversi¨®n extranjera directa, con 59.000 millones de d¨®lares en la primera mitad de 2012, seg¨²n Naciones Unidas. A los inversores les preocupan menos los sistemas poco ortodoxos y los abusos de informaci¨®n privilegiada que la imprevisibilidad. India, por el contrario, tiene dificultades para atraer inversiones porque su corrupci¨®n impredecible y generalizada es mucho menos propicia para obtener ganancias sustanciosas.
Es cierto que el efecto a largo plazo sobre la econom¨ªa es destructivo. China perdi¨® 3,8 billones en la pasada d¨¦cada por las fugas de capital, seg¨²n Global Financial Integrity, mucho m¨¢s de lo que atrajo en inversi¨®n extranjera. Y los extranjeros ¡ªincluidos los inversores en los mercados p¨²blicos¡ª quedan defraudados. Eso podr¨ªa explicar por qu¨¦ las acciones en Shangh¨¢i y Shenzhen parecen baratas seg¨²n la mayor¨ªa de los indicadores.
Sin embargo, por ahora, muchos grandes inversores creen que pueden trabajar con el sistema chino. Incluso la gente normal ha desarrollado estrategias para afrontar los problemas. Piensen en los ex¨¢menes de este a?o para entrar en la Administraci¨®n p¨²blica, en los que en algunos casos hay 9.000 solicitudes para una plaza. El hecho de que el poder genera dinero es el secreto peor guardado de China.
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