Solvente, aunque no tan brillante como su hermano mayor, llega el iPad mini

Se puede coger con una mano, es m¨¢s asequible y pretende servir exactamente para lo mismo que el iPad de 9,7 pulgadas: leer, navegar por internet y consumir contenidos audiovisuales. De hecho, cumple con nota ese cometido.

Aunque desde Apple quieren desterrar la idea de que el iPad mini tenga mucho que envidiarle al iPad -"es m¨¢s peque?o, pero no es menos", dicen-, lo cierto es han tenido que renunciar a caracter¨ªsticas estrella como la pantalla de retina o la alta potencia para poder entrar a competir en la gama media.

La pantalla del iPad mini con sus 7,9 pulgadas es superior a las 7 pulgadas de Kindle Fire HD de Amazon y de Nexus 7 de Google, lo que se traduce en un 35 por ciento m¨¢s de espacio visual disponible.

Sin embargo, las tabletas competidoras le sacan ventaja en resoluci¨®n: tienen 1280x800 p¨ªxeles frente a los 1024x768 p¨ªxeles del iPad mini. El iPad de cuarta generaci¨®n, con pantalla retina de 9,7 pulgadas, ofrece por su parte 2048x1536 p¨ªxeles.

El iPad mini pesa 308 gramos -312 si tiene conectividad m¨®vil-, frente a los 340 gramos de Nexus 7 y a los 395 de Kindle Fire HD. El iPad de cuarta generaci¨®n, por su parte, pesa 652 gramos.

En bater¨ªa se asemejan bastante los tres dispositivos -rondan las 10 horas, como el iPad grande-, pero a diferencia de sus competidores, que cuentan ¨²nicamente con una c¨¢mara frontal, el dispositivo de Apple tiene c¨¢mara trasera -de 5 megap¨ªxeles-.

Una de las fortalezas con las que cuenta la compa?¨ªa fundada por Steve Jobs para darle un buen bocado al segmento medio de tabletas es la oferta de aplicaciones nativas para iPad.

En la actualidad hay m¨¢s de 275.000 "apps" dise?adas espec¨ªficamente para su tableta en la App Store, que funcionan sin distorsi¨®n en los dos modelos de iPad, mientras que en Android las aplicaciones para estos dispositivos electr¨®nicos suelen ser una adaptaci¨®n de las creadas para tel¨¦fono inteligentes.

Pese a tener la intenci¨®n de competir directamente con Google y Amazon, la propuesta de Apple es bastante m¨¢s cara: la versi¨®n m¨¢s sencilla del iPad mini cuesta 329 euros, frente a los 199 euros de la Nexus 7 y el Kindle Fire HD de 16 gigas.

Esta diferencia puede traducirse en una menor cuota de mercado, pero le garantiza a Apple un mayor margen de beneficios.

Los precios de la tableta peque?a var¨ªan en funci¨®n de la capacidad del dispositivo y de si disponen de conectividad wifi o m¨®vil: las versiones wifi oscilan entre los 329, los 429 y los 529 euros para 16, 32 y 64 gigas, respectivamente.

Por su parte, los iPad mini dotados de conectividad m¨®vil valen 459, 559 y 659 euros.

Por el momento s¨®lo est¨¢n disponibles, en blanco y plata o negro y grafito, las versiones con wifi mientras que las equipadas con conectividad m¨®vil aterrizar¨¢n a finales de mes.

Hoy tambi¨¦n ha empezado a comercializarse la cuarta generaci¨®n de iPad, cuya principal novedad es la inclusi¨®n de un chip que dobla el rendimiento del dispositivo. Sus precios oscilan entre los 499 y los 829 euros.

El iPad es, por el momento, el rey incuestionable de las tabletas de alta gama y ha abierto camino a un lucrativo negocio que no deja de crecer.

Pero Apple, empe?ado en las m¨¢s de 9 pulgadas y en ofrecer un producto extrapulido y elitista, estaba dejando que la competencia le comiera el terreno con propuestas m¨¢s peque?as y asequibles.

Al final, la compa?¨ªa de Cupertino (California) ha tenido que dar su brazo a torcer y bajar de su pedestal al espectro m¨¢s asequible de la gama media en el que campaban a sus anchas las tabletas de Google y Amazon. Ahora, el consumidor tiene la palabra. Violeta Molina