La fiscal¨ªa italiana presenta cargos contra representantes de las agencias S&P y Fitch
En la localidad de Trani se han presentado cargos contra siete empleados de las calificadoras Ha archivado las diligencias abiertas contras dos representantes de la agencia Moody's
La acusaci¨®n de los fiscales italianos es grave, no solo por lo que aseguran que maquinaron siete responsables de las agencias de calificaci¨®n Standard & Poor¡¯s y Fitch, sino por el precedente que sientan. Seg¨²n las Fiscal¨ªa de Trani, una ciudad de 60.000 habitantes al sur de Italia, cinco directivos de S&P y dos de Fitch se sirvieron de artificios durante la elaboraci¨®n y difusi¨®n de la nota de la deuda soberana de Italia que lleg¨® a provocar ¡°una desestabilizaci¨®n de la imagen del pa¨ªs en los mercados financieros, una alteraci¨®n del valor de sus t¨ªtulos de Estado y un debilitamiento del euro¡±. Las diligencias que se hab¨ªan abierto contra dos representantes de Moody's han sido archivadas.
Los hechos que ha investigado la fiscal¨ªa, a petici¨®n de las asociaciones de consumidores Adusbef y Federconsumatori, se produjeron entre mayo de 2011 y enero de 2012. A los responsables de S&P se les acusa de suministrar a los mercados ¡°informaci¨®n tendenciosa y distorsionada sobre la fiabilidad crediticia italiana¡± y los esfuerzos del Gobierno para superar la situaci¨®n. A los de Fitch, la fiscal¨ªa les acusa de ¡°manipulaci¨®n de mercado con agravantes¡±. Al parecer, entre el 10 y el 18 de enero de 2012 filtraron la inminente rebaja de la nota, que se produjo 11 d¨ªas m¨¢s tarde. As¨ª, ¡°provocaron una alteraci¨®n del precio de los instrumentos financieros¡±.
Un juez determinar¨¢ si corresponde la apertura de un proceso judicial?
La petici¨®n de enjuiciamiento, que ahora tendr¨¢ que examinar un juez, afecta entre otros a Deven Sharma, presidente del servicio financiero de S&P entre 2007 y 2011, y a David Michael Willmoth Riley, director operativo de Fitch. En un comunicado, S&P tilda las acusaciones de ¡°infundadas¡±, asegura que los m¨¦todos utilizados en Italia son tan p¨²blicos y transparentes como en el resto del mundo y que seguir¨¢n trabajando ¡°sin miedo¡±.
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