El cemento se agrieta
Golpeado por una ca¨ªda del consumo, el sector sigue cerrando plantas y reduciendo plantillas
La crisis afecta a todos, pero a unos m¨¢s que a otros. Para la industria del cemento, sus empresas, trabajadores y familias, y los pueblos donde est¨¢n sus 36 plantas de producci¨®n, cualquier palabra que se utilice para definir su situaci¨®n ¡ªcataclismo, cat¨¢strofe, hecatombe¡ª, les parece suave. Esta industria, triunfal hace cinco a?os, vive la mayor crisis de su historia. Despu¨¦s de batir todos los r¨¦cords de producci¨®n en 2007, ha regresado a los humildes niveles de los sesenta, anteriores al desarrollismo. ¡°Un panorama negro¡±, apunta Ram¨®n Ib¨¢?ez, director de Estudios de Oficemen.
Espa?a, que consum¨ªa 56 millones de toneladas de cemento en 2007, solo necesitar¨¢ este a?o 14 o 15 millones, la cuarta parte. La situaci¨®n ha llegado a extremos tales que este a?o Marruecos ya consumir¨¢ m¨¢s cemento que Espa?a: 18 millones de toneladas. Y en el pr¨®ximo a?o, en el que se prev¨¦ una nueva ca¨ªda del 20%, no consumiremos m¨¢s que 11 millones. ¡°Algo inaceptable¡±, se queja Jos¨¦ Antonio Guijarro, responsable de la industria en MCA-UGT y miembro del comit¨¦ de empresa de Cemex. ¡°No hay que olvidar que el consumo de cemento se utiliza como un indicador de desarrollo¡±. De no ser porque las empresas del sector hayan tratado de mantener sus posiciones en un mapa de suministro de producto que requiere que haya una planta en un radio de 100 o 150 kil¨®metros, la mitad de las 36 fabricas existentes habr¨ªa cerrado ya. Solo han cerrado tres. ¡°Pero no olvidemos que la mitad no est¨¢n ya realmente operativas y con los hornos en funcionamiento¡±, recuerda Guijarro.
Los 7.300 trabajadores de la industria en 2007 han quedado reducidos a 5.200. Y ser¨¢n aun menos, poco m¨¢s de 4.300, el a?o que viene, una vez que se completen los procesos de reducci¨®n de plantilla en la mexicana Cemex, la suiza Holcim (295 empleados), la espa?ola Portland Valderrivas (590) y la brasile?a Votorantim (Corporaci¨®n Noroeste), que podr¨ªa cerrar la planta de Sarria (Lugo). La ¨²ltima en decidir recortes, con cierres de plantas (tres), ha sido Cemex, que el 25 de octubre anunci¨® su Plan Horizonte. Y esto no acabar¨¢ aqu¨ª. Los recortes de 2012, en torno a los 900 trabajadores, se ver¨¢n seguidos, dicen, de nuevos ERE el a?o que viene.
De los 7.300 trabajadores
Las medidas adoptadas hasta ahora por las empresas ¡ªreducciones de costes, mejoras de eficiencia, ERE temporales, paradas de producci¨®n, aumento de las ventas al exterior...¡ª solo han servido para ir paliando la situaci¨®n, en espera de un revival que ya nadie espera. Incluso cuando vuelvan los buenos tiempos va a ser dif¨ªcil pasar de los 28 millones de toneladas de consumo anual, la mitad de lo que fue en los buenos tiempos. ¡°Nunca vamos a recuperar los niveles de edificaci¨®n de hace seis o siete a?os¡±, comenta un ejecutivo, ¡°pero esper¨¢bamos al menos que la adjudicaci¨®n de obra p¨²blica se mantuviera en unos niveles aceptables¡±. No ha sido as¨ª. ¡°Este a?o el Estado ha invertido hasta septiembre por debajo de los 6.000 millones de euros en obra p¨²blica¡±, dice Ib¨¢?ez, de Oficemen. ¡°Hubo a?os en que fueron m¨¢s de 30.000 millones¡±.
Las empresas y Oficemen llevan meses lanzando mensajes angustiados al Gobierno, sin resultado. Este tiene sus propios problemas y las arcas vac¨ªas. Por si no bastara el frenazo a la obra p¨²blica, se han puesto en marcha, adem¨¢s, un conjunto de decisiones en el sistema el¨¦ctrico que han pulverizado la capacidad competitiva del sector. ¡°Estos ¨²ltimos cinco o seis a?os nos han subido la factura el¨¦ctrica en un 120%. Esto no ha ocurrido en ning¨²n otro pa¨ªs¡±, apunta Ib¨¢?ez. Lo peor es que a¨²n puede agravarse. Oficemen ha dicho que el anteproyecto de ley de reforma energ¨¦tica podr¨ªa encarecer el coste el¨¦ctrico un 15% m¨¢s. Y la factura de la luz supone el 32% de los costes variables en esta industria. Un incremento de costes tan brutales pone en riesgo el ¨²nico resquicio que le quedaba a la industria, las exportaciones. Pese a que estas han subido durante la crisis, y estar¨¢n este a?o en torno a los 6 millones de toneladas, esto no es nada comparado con lo que Espa?a vend¨ªa fuera en los ochenta, unos 15 millones de toneladas. ?La causa? Los costes disparados.
Comarcas como Santander, Toledo o Palencia, entre las m¨¢s perjudicadas
De momento, lo menos que se puede decir es que las multinacionales del sector han perdido su anterior entusiasmo por el mercado espa?ol. La crisis del mercado cementero espa?ol ha coincidido con dificultades en muchos otros mercados, que han situado en zona cr¨ªtica a todas las grandes cementeras del mundo, incluida Lafarge o Holcim. A Cemex, la crisis de las subprimes en Estados Unidos (con la posterior ca¨ªda de la construcci¨®n) la encontr¨® con una enorme deuda procedente de operaciones corporativas anteriores. Los costes financieros de esa deuda m¨¢s el impacto de la crisis (menos ventas y precios m¨¢s bajos) hundi¨® al grupo, el mayor del mundo, en unos n¨²meros rojos que se han mantenido durante varios a?os, incluido 2011.
Todo ello explica que en Cemex no est¨¦n l¨®gicamente en posici¨®n de seguir manteniendo operaciones problem¨¢ticas como la espa?ola sin que tomen decisiones dr¨¢sticas. Cemex, que en su d¨ªa puso en Espa?a una subsede de sus operaciones y tiene siete plantas en nuestro pa¨ªs, se ha quedado aqu¨ª en los huesos. Su plantilla, de 3.365 personas en 2007, ha quedado reducida a unas 1.700. Tras el ERE se quedar¨¢ en poco m¨¢s de 1.300. Las ventas de la cementera mexicana en nuestro pa¨ªs se desplomaron un 37% entre 2008 y 2011 (medida en d¨®lares), desde los 900 a los 540 millones de d¨®lares. Sus cifras mundiales en el periodo bajaron apenas el 2,44%. Cemex Espa?a, que hace a?os era l¨ªder de la multinacional en Europa, factura ahora mucho menos que Reino Unido, Francia o Alemania, pa¨ªses en los que la empresa ha logrado mantener sus ventas a niveles aceptables.
La situaci¨®n se ha hecho, apuntan en el sector, tan insostenible que es muy posible que las grandes empresas empiecen a abordar el pr¨®ximo a?o un proceso de consolidaci¨®n mediante un intercambio de cromos, lo que llevar¨ªa al cierre de a¨²n m¨¢s plantas. ¡°Algunos tendr¨¢n que dejar de operar¡±, asegura Guijarro de MCA-UGT. El impacto de estas reestructuraciones es especialmente grave en una industria como el cemento, cuyas plantas est¨¢n habitualmente ubicadas en peque?as ciudades o poblaciones, para las que la cementera es una de sus principales fuentes de ingresos. No solo por los empleos directos sino porque suelen generar entre tres y cuatro puestos externos por cada uno en la planta. ¡°Para algunas comarcas, de Toledo, Palencia o Santander, lo sucedido ha sido absolutamente traum¨¢tico¡±, sostiene el sindicalista.
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