Portillo gana la partida a Colonial en los tribunales
La inmobiliaria le reclamaba 331 millones junto con su socio Mariano Miguel por la venta de la autocartera
La Audiencia Provincial de Madrid (secci¨®n 28) ha desestimado el recurso de apelaci¨®n presentado por Inmobiliaria Colonial contra Luis Portillo Mu?oz y Mariano Miguel Velasco. La empresa interpuso demanda en la que ejercitaba la acci¨®n social de responsabilidad y solicitaba que se declarase a ambos responsables de los da?os causados a la entidad entre marzo de 2007 y marzo de 2008 por la adquisici¨®n de acciones propias, ¡°incumpliendo los deberes de diligente administraci¨®n¡±, y les reclamaba la suma de 331 millones de euros como indemnizaci¨®n m¨¢s intereses. El Consejo de Administraci¨®n de Colonial tambi¨¦n interpuso otras dos acciones de responsabilidad derivadas del mismo acuerdo, ya que adem¨¢s de las operaciones de autocartera (motivo de esta sentencia), se acord¨® exigir responsabilidad por la adquisici¨®n de Riofisa y unas supuestas aportaciones no dinerarias encubiertas.
La Audiencia considera que el acuerdo del que nacieron las tres acciones de responsabilidad era defectuoso por no determinar los administradores responsables, no especificar la conducta antijur¨ªdica y por hacer una referencia gen¨¦rica a los da?os derivados de los tres hechos sin concreci¨®n alguna en el da?o y la cuant¨ªa. Esta sentencia de la Secci¨®n 28 puede tener una influencia determinante en los dos otros pleitos, que a¨²n est¨¢n en primera instancia, ya que las tres acciones se acordaron en una misma junta general y tienen su base en el acuerdo ¨²nico criticado por la Audiencia.
En el caso resuelto por la sentencia de la Secci¨®n 28 los hechos se remontan a la compra de Colonial por Inmocaral, la empresa de Portillo, en 2006, y la posterior fusi¨®n de ambas en 2007. Mariano Miguel era la mano derecha de Portillo y cuando este dimiti¨® de presidente a finales de 2007 le sustituy¨® en el cargo. Seg¨²n la demanda, en el periodo comprendido entre marzo de 2007 y marzo de 2008 se realizaron operaciones sobre acciones propias que, si bien respetaron los l¨ªmites de autocartera del 5%, se hicieron de forma imprudente. Seg¨²n los demandantes, esta serie de operaciones colocaron a la empresa en riesgo de vencimiento anticipado del citado pr¨¦stamo.
Inmocaral hab¨ªa iniciado un proceso de expansi¨®n tras lanzar una OPA en 2006 sobre Colonial (3.513 millones), realizar otra OPA sobre su filial francesa SFL (245 millones) y adquirir el grupo Riofisa (2.000 millones) y el 15% de FCC (1.534 millones). La operaci¨®n de Colonial se hizo mediante una ampliaci¨®n de capital por 2.687 millones y un pr¨¦stamo puente suscrito con Goldman Sachs, Royal Bank of Scotland y Eurohypo por 2.200 millones garantizado con las acciones de Colonial que se adquirieran, elevando la deuda a 9.000 millones.
El sector inmobiliario viv¨ªa entonces una etapa de gloria; pero al poco tiempo comenzaron a torcerse las cosas. Como consecuencia, las p¨¦rdidas de Colonial se dispararon. El 27 de junio, Mariano Miguel dimiti¨® de sus cargos de presidente y consejero delegado. En septiembre alcanz¨® un acuerdo de restructuraci¨®n de la deuda que dio lugar a la desinversi¨®n de las adquisiciones mencionadas. Seg¨²n la demanda, las p¨¦rdidas derivadas de la autocartera fueron 320,5 millones.
Portillo, que aleg¨® en su defensa que Colonial dej¨® pasar el mes que ten¨ªa para reclamar, explic¨® que hubo tres etapas en el accionariado. La primera, tras la absorci¨®n de Colonial por Inmocaral, en la que Portillo alcanz¨® el 38,38%. La segunda, en la que compraron m¨¢s acciones endeud¨¢ndose. Portillo se vio obligado a hacer una daci¨®n del 24,58% y un grupo de bancos espa?oles constituyeron un sindicato de accionistas hasta al 23,85%. Fue cuando, el 30 de junio de 2009, se acord¨® en junta la acci¨®n social de responsabilidad civil, a la que seg¨²n Portillo esas entidades se vieron obligadas por la presi¨®n de los acreedores extranjeros. La tercera etapa es cuando los acreedores tomaron el control de Colonial: Commerzbank, Goldman Sachs, Cr¨¦dit Agricole, Royal Bank of Scotland, La Caixa y Banco Popular. Seg¨²n Portillo, todos estaban al corriente de su gesti¨®n, formaban parte del consejo de administraci¨®n y hab¨ªan financiado tanto a ¨¦l como a Colonial. Es decir, a su juicio, ¡°si la actuaci¨®n del demandado fuera il¨ªcita y ruinosa tambi¨¦n los bancos financiadores ahora disfrazados de accionistas habr¨ªan actuado equivocadamente y no deber¨ªan haber financiado a la sociedad¡±.
Portillo dijo que autoriz¨® las operaciones de autocartera para dar liquidez y no por especulaci¨®n, aunque el resultado no fue el esperado. Y que, cuando se venden esas acciones, ya no era administrador. Tambi¨¦n subray¨® que las mismas sociedades que le han demandado fueron las que autorizaron las operaciones, al igual que las compras de autocartera y financiaron la expansi¨®n. Tampoco pusieron reparos las auditorias, a?ade Portillo, que rebati¨® que los gastos financieros fueran superiores a las p¨¦rdidas. Seg¨²n el empresario andaluz, la autocartera era para retribuir a empelados y para dar liquidez al valor. Asimismo, alega que la ca¨ªda de la cotizaci¨®n que hundi¨® a la empresa era inesperada; pero que no hubo imprudencia ni actuaci¨®n irracional. ¡°Se asumi¨® un riesgo medido y controlado, pero con resultados imprevisibles¡±, concluye
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