Menos fraude, menos recortes

Esta no es una historia de impuestos, sino del pa¨ªs que Espa?a podr¨ªa ser si se pagasen. Cada a?o, Espa?a deja escapar por los sumideros del fraude fiscal 59.515 millones de euros. Es la cifra que los t¨¦cnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) calcularon para 2009. Aunque la bola ha ido engordando con rapidez. Los expertos de la red inglesa Tax Justice Network estimaban en noviembre de 2011 que esa elusi¨®n alcanzaba los 107.350 millones de d¨®lares (80.900 millones al cambio actual). Son n¨²meros que marean la conciencia y algo m¨¢s. Seg¨²n esa organizaci¨®n, las estad¨ªsticas sit¨²an a Espa?a como el 10? pa¨ªs del mundo con mayor fraude. Tras la fuga de capitales de 2012 ¡ªdebido al miedo ante la posible desintegraci¨®n del euro¡ª, seguro que el pa¨ªs ha escalado posiciones en ese ranking tan poco honroso. Por ahora, 245.000 millones de euros, el 23,3% del PIB espa?ol, se va a la econom¨ªa sumergida.

Una reflexi¨®n sencilla revela que si esos 80.900 millones estuvieran en las arcas p¨²blicas, Espa?a tendr¨ªa cubierto este a?o los gastos de sanidad (3.852 millones), desempleo (26.993), educaci¨®n (1.944), cultura (721), el pago de los intereses de la deuda (38.589) e incluso sobrar¨ªan casi 10.000 millones. ¡°Habr¨ªa crisis, aunque ser¨ªa otra distinta¡±, apunta Julio Rans¨¦s P¨¦rez Boga, presidente de la Organizaci¨®n Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE).

Pero ?por qu¨¦ no se cumplen con las obligaciones? ?Es solo cuesti¨®n de avaricia e insolidaridad? ?Por qu¨¦ en el norte de Europa la evasi¨®n es mucho menor? Noruega deja de ingresar, seg¨²n Tax Justice Network, 27.600 millones de euros al a?o, y Suecia, 33.839 millones. ?Por qu¨¦ en Espa?a muchos se jactan de no pagar impuestos? De tan incompresible que parece, quiz¨¢ haya que recurrir a un fil¨®sofo para explicarlo. Javier S¨¢daba remite a la ¡°tradici¨®n cat¨®lica¡±. ¡°Los centroeuropeos y los n¨®rdicos han internalizado una serie de deberes que est¨¢n en relaci¨®n con la doctrina protestante. De ah¨ª que tiendan a cumplir sus compromisos y eviten, de esta manera, el sentimiento de culpa¡±. Y a?ade: ¡°Bien distinta es la postura de los cat¨®licos. La religiosidad es m¨¢s externa y, aunque exista un elevado sentido del rid¨ªculo, la culpa est¨¢ ausente. Esto explica el individualismo espa?ol y la sensaci¨®n de no haber hecho nada malo si queda lejano¡±. A lo que se a?ade la falta de cultura fiscal y esa creencia sartriana de que ¡°el Estado es un expoliador¡±, apostilla S¨¢daba.

El fraude afecta a todos, con nombres y apellidos. Casi el 72% de la evasi¨®n fiscal de Espa?a (42.711 millones), relatan los t¨¦cnicos de Hacienda, se localiza en las grandes empresas y patrimonios, cuatro veces m¨¢s que el fraude de las pymes (10.150) y muy por encima de los aut¨®nomos (5.111), quienes injustamente suelen concentrar la desconfianza del ciudadano. Por eso ¡°el fisco deber¨ªa esforzarse m¨¢s en perseguir el enga?o de las multinacionales y grandes compa?¨ªas en vez de concentrar el 80% de los recursos a investigar microempresas, pymes, asalariados y aut¨®nomos¡±, denuncia Jos¨¦ Mar¨ªa Mollinedo, secretario general de Gestha.

Espa?a ocupa el d¨¦cimo puesto entre los pa¨ªses con m¨¢s fraude

De fondo, hay nada menos que 50.000 millones de euros (el 41% de lo que este a?o se llevan las pensiones) de deuda tributaria pendiente de cobro. ¡°Unos 25.000 millones¡±, revela P¨¦rez Boga, ¡°proceden de empresas que presentaron la autoliquidaci¨®n, pero no ingresaron el dinero¡±. Una treta para ganar tiempo y sepultar, gracias a despachos ultraespecializados en fiscalidad, a Hacienda en una monta?a de recursos.

La nueva Ley de Medidas contra el Fraude Fiscal aprobada en octubre pasado quiere poner fin a esas argucias. Adem¨¢s, ¡°con la reforma del c¨®digo penal, la Administraci¨®n podr¨¢ cobrar las deudas aunque se remita al fiscal el expediente. De esta manera, el Gobierno espera rebajar esa cifra, ya que seguramente dejar¨¢ de ser tan rentable litigar¡±, analizan en el bufete D¨ªaz Arias. Pero esos 50.000 millones seguir¨¢n en el ¡°limbo¡±, pues la normativa no se aplica de forma retroactiva.

Ahora bien, si algo positivo deja esta inacabable recesi¨®n es una mayor sensibilidad social con el tema. Conocer que Apple, Amazon, Google, Ebay o Facebook facturan millones de euros en Espa?a y pagan unos grav¨¢menes rid¨ªculos ha enfadado a muchos. ¡°Estas pr¨¢cticas tienen un efecto muy adverso en los ingresos, pues obligan a los Gobiernos a subir otros impuestos, generalmente los que repercuten el consumo, o bien recortar el gasto p¨²blico, lo que mina la recuperaci¨®n econ¨®mica¡±, advierte John Christensen, director de Tax Justice Network.

Casi el 72% de la evasi¨®n se centra en grandes empresas y patrimonios

Estas estrategias, sin duda, son insolidarias, pero bastante conocidas. Los inspectores de Hacienda aseguran que llevan seis a?os persiguiendo estas pr¨¢cticas (operaciones vinculadas). Otros van incluso m¨¢s atr¨¢s y culpan a un sistema fiscal internacional que se dise?¨® hace 100 a?os, cuando hab¨ªa pocas multinacionales. ¡°Ahora dominan el mundo econ¨®mico, pero se rigen por esos principios de anta?o¡±, asegura Sol Picciotto, profesor em¨¦rito de la Universidad de Lancaster. ¡°Esto permite, por ejemplo, a Google transferir los derechos de su propiedad intelectual a su filial de las islas Bermudas, donde puede acumular la mitad de sus beneficios mundiales sin tributar por ellos¡±.

Para evitar abusos, algunos expertos piden que se graven las ganancias de las multinacionales en funci¨®n de la actividad econ¨®mica real, all¨ª donde venden sus productos o servicios. Otros, lo matizan. ¡°La ocultaci¨®n es un problema muy serio, pero tener unos impuestos mayores o menores es una decisi¨®n de pol¨ªtica fiscal de cada pa¨ªs¡±, observa Santiago Barrenechea, socio responsable de fiscalidad de PwC.

Este podr¨ªa ser un enfoque asumible si no fuera porque esa planificaci¨®n tributaria agresiva tiene duras repercusiones en nuestras cuentas. Hay una ¡°sangr¨ªa¡±, alertan los inspectores, en la recaudaci¨®n del impuesto de sociedades, ya que estas multinacionales obtienen ingresos (dividendos) que est¨¢n exentos y se generan gastos (provisiones o costes fiscales) deducibles. Por si fuera poco, se produce un fen¨®meno de deslocalizaci¨®n. A Espa?a llegan las empresas que tienen p¨¦rdidas, porque aqu¨ª el tipo de sociedades es del 30% y las minusval¨ªas se deducen en ese porcentaje. Mientras que si tienen beneficios se las llevan a lugares como Irlanda, donde tributan al 12,5%.

?Y Hacienda? ¡°Si no ha actuado antes es porque cre¨ªa que estas pr¨¢cticas eran legales. Otra pregunta es si esas estructuras fiscales, con la realidad de este pa¨ªs, son admisibles¡±, se interroga Jaume Bonet, socio de Cuatrecasas, Gon?alves Pereira. No lo parecen mucho. ¡°En EE UU hacer transacciones financieras solo con el objetivo de minimizar los impuestos es ilegal¡±, recuerda Pankaj Ghemawat, profesor del IESE.