Millones de personas subsisten en Ruman¨ªa con salarios ¨ªnfimos

Ruman¨ªa cuenta con los salarios m¨¢s bajos de toda la Uni¨®n Europea (UE), lo que beneficia a las empresas por el bajo coste de la mano de obra, pero complica la vida de millones de ciudadanos que subsisten con unos pocos cientos de euros al mes.

Andreaa Petrescu es una contable de 25 a?os de edad, licenciada de la Universidad de Econom¨ªa de Bucarest, que trabaja para un banco austr¨ªaco en la capital rumana, tras pasar m¨¢s de medio a?o como recepcionista en una cl¨ªnica privada.

Su salario mensual alcanza apenas los 1.300 lei (unos 294 euros), incluyendo un reciente aumento salarial, en una capital en la que los precios de los servicios b¨¢sicos y alimentos no son mucho m¨¢s bajos que en el resto de Europa.

"Las entidades financieras emplean a cada vez menos personal y la crisis de la deuda en la zona euro azota impetuosamente a Ruman¨ªa", se lamenta Petrescu en declaraciones a Efe.

De acuerdo a las estad¨ªsticas de la Uni¨®n Europea (UE), un 22,2 % de la poblaci¨®n rumana se encuentra bajo el umbral de la pobreza, mientras que 3 de los 18,5 millones de rumanos cuentan con una renta mensual inferior a los 400 lei, ni siquiera 100 euros.

Ruman¨ªa, pa¨ªs miembro de la Uni¨®n Europea (UE) desde 2007, se encuentra bajo una econom¨ªa de libre mercado feroz que ha provocado la nostalgia de muchos de la ¨¦poca comunista.

"En el comunismo uno se permit¨ªa disfrutar de unas vacaciones en las playas del Mar Negro, ahora ni tan siquiera podemos ahorrar, sino m¨¢s bien seguir aceptando los paquetes de comida que nos env¨ªan nuestros padres", asegura la joven.

Un 60 % de la poblaci¨®n rumana asegura que se viv¨ªa mejor bajo el comunismo desde el punto de vista econ¨®mico, seg¨²n se desprende de un sondeo del Instituto de Investigaci¨®n de los Cr¨ªmenes del Comunismo (IICCMER), realizado en mayo de 2011.

Se trata de una nostalgia por un pasado en el que todos eran pobres aunque el Estado prove¨ªa al menos servicios b¨¢sicos.

Ruman¨ªa cuenta hoy con el salario m¨ªnimo m¨¢s bajo de la UE, con apenas 700 lei (158 euros), empatado s¨®lo con su vecino Bulgaria.

"Se paga tan poco porque la mayor¨ªa de los trabajos no requieren calificaci¨®n alguna y presentan una actividad que genera poca productividad", explica el analista Cristian Orgonas.

El experto precisa a Efe que la clase de trabajo depende del empresario y no del asalariado: "Las multinacionales transfieren a Ruman¨ªa una actividad de trabajo intensivo, pocas veces se puede ver una l¨ªnea de producci¨®n automatizada".

Seg¨²n un estudio publicado por la oficina de Estad¨ªstica de la UE (Eurostat) en 2011, dos tercios de la poblaci¨®n rumana se dedican a trabajos que carecen de una calificaci¨®n espec¨ªfica.

Los trabajadores calificados rondan el 23,1 % en el pa¨ªs balc¨¢nico cuando la media europea est¨¢ en el 39,1 %, con Alemania y Francia a la cabeza con 44 % y 43 %, respectivamente.

Entre estas personas sin calificaci¨®n alguna en Ruman¨ªa se encuentra Constantin Popa, un alba?il de 36 a?os.

Vive en Tirgoviste, a unos 80 kil¨®metros de Bucarest, y se desplaza cada d¨ªa a la capital para trabajar en la construcci¨®n.

Su paga, cuenta, se limita a esos 700 lei por mes, adem¨¢s de otros 100 lei (22 euros) que recibe en negro.

"Sobrevivo gracias a que ayudo a mi hermana a cuidar a un anciano los fines de semana", relata Popa.

La econom¨ªa sumergida est¨¢ muy extendida en el pa¨ªs balc¨¢nico y podr¨ªa equivaler a la mitad del Producto Interior Bruto (PIB), estiman expertos locales.

Ante la presi¨®n de ser el pa¨ªs con los salarios m¨¢s bajos de la UE, el flamante primer ministro, el socialdem¨®crata Victor Ponta, ha dicho que propondr¨¢ aumentar el salario m¨ªnimo a 800 lei (181 euros) al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Un equipo de expertos del FMI se encuentra de visita en Bucarest hasta el 15 de enero para analizar las condiciones de otro pr¨¦stamo preventivo que evite un colapso de la finanzas p¨²blicas del pa¨ªs.

Ruman¨ªa sell¨® en 2009 un acuerdo para una ayuda de 20.000 millones de euros, lo que oblig¨® al Ejecutivo a reducir los salarios en el sector p¨²blico un 25 % y aumentar el IVA del 19 al 24 %.