Chipre elige un nuevo presidente en plena pol¨¦mica por el rescate europeo
Nicosia trata de evitar que la deuda se desboque por el pr¨¦stamo milmillonario
¡ªSi usted tuviera dinero en un banco chipriota y oyera que el presidente del Eurogrupo se niega a descartar futuras quitas, ?retirar¨ªa sus fondos de esa entidad?
¡ªEs una pregunta completamente especulativa; no la voy a responder. En marzo analizaremos con detenimiento todas las posibilidades.
La respuesta del reci¨¦n nombrado presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dej¨® helados a los miembros del Gobierno chipriota presentes el pasado lunes en Bruselas. Las autoridades de Nicosia estaban indignadas por un discurso ambiguo que podr¨ªa haber generado una fuga de dep¨®sitos al d¨ªa siguiente en la peque?a isla del Mediterr¨¢neo. Fuentes chipriotas acusan a Dijsselbloem de pensar m¨¢s como ministro holand¨¦s que como responsable de la zona euro.
No ser¨¢ este Gobierno el que lleve las negociaciones para cerrar el cuarto rescate global de la eurozona, que lleva alarg¨¢ndose desde hace ocho meses. Las elecciones que se celebran este domingo servir¨¢n para elegir un nuevo presidente que deber¨¢ buscar la cuadratura del c¨ªrculo: pedir una ayuda de unos 17.000 millones de euros (una cifra asumible en valores absolutos, pero sensacional en t¨¦rminos relativos: es similar a todo el PIB chipriota); y al mismo tiempo evitar que este pr¨¦stamo dispare la deuda p¨²blica hasta niveles insostenibles, en una escalada que recuerda demasiado a la vivida en Grecia.
Nicos Anastasiades, el conservador que parte como favorito para sustituir al ¨²nico presidente comunista en la UE, tiene el apoyo de la mayor¨ªa de l¨ªderes europeos, como acaba de demostrar la canciller Angela Merkel. La mujer m¨¢s poderosa de Europa se dej¨® fotografiar hace tan solo un mes dando un caluroso saludo a Anastasiades, miembro ¡ªcomo ella¡ª del Partido Popular Europeo. Pero ni todos los abrazos del mundo bastar¨¢n para hacer m¨¢s digerible el trabajo que tiene por delante el nuevo Gobierno.
Pr¨¦stamos bilaterales
El ¨²nico pa¨ªs europeo que a¨²n tiene un muro que divide la isla en dos y arrastra un conflicto latente con sus vecinos turcos, acept¨® un pr¨¦stamo ruso de 5.000 millones el a?o pasado; y en los ¨²ltimos meses ha coqueteado de nuevo con pedir a Rusia el dinero necesario para no quebrar en lugar de hacerlo a sus socios europeos.
El rescate chipriota, que lleva arrastr¨¢ndose desde junio, se ha convertido en una carrera de afirmaciones y desmentidos, incluyendo un estramb¨®tico episodio en el que el presidente anunci¨® el acuerdo, negado por la troika a las pocas horas. Estos retrasos se explican por el espinoso asunto del lavado de dinero en la isla. Pese a que Chipre insiste en que cumple todas las normas internacionales, un informe de la inteligencia alemana, filtrado por la revista Der Spiegel, mostraba numerosas operaciones oscuras de dinero procedente de Rusia. A los contribuyentes del norte de Europa les sale urticaria al pensar que sus impuestos pueden ir a parar a los oligarcas moscovitas.
Hay m¨¢s motivos para el desacuerdo. La inyecci¨®n de 17.000 millones de euros ¡ªde los que unos 10.000 ir¨¢n directamente a un sector financiero hipertrofiado¡ª podr¨ªa disparar la deuda p¨²blica en los pr¨®ximos dos a?os cerca del 160% del PIB. Y en este punto es en el que Europa se plantea obligar a los agentes privados a pagar parte de la factura, ante las presiones del FMI.
¡°Es evidente que los acreedores de los bancos tendr¨¢n que involucrarse de alguna forma en la resoluci¨®n de la crisis. No tengo claro que vaya a pasar lo mismo con los ahorradores. Una quita generalizada tendr¨ªa consecuencias inesperadas. Ahora lo niegan, pero detr¨¢s de las c¨¢maras se est¨¢n barajando todos los escenarios¡±, asegura Zsolt Darvas, del centro de investigaci¨®n Bruegel.
Un peque?o gran problema
Un min¨²sculo pa¨ªs con solo 1,1 millones de ciudadanos y con un PIB que representa el 0,14% de toda la UE pone de nuevo en peligro la estabilidad financiera de la eurozona. El Gobierno tambi¨¦n se niega a plantearse la posibilidad de una reestructuraci¨®n de la deuda, como la aprobada en Grecia en 2012. La recesi¨®n en la que el pa¨ªs lleva instalado desde hace casi dos a?os contribuye a oscurecer el panorama.
La soluci¨®n a los problemas de Nicosia puede estar bajo el mar. El valor de los yacimientos de gas sobre los que asienta la isla, descubiertos a finales de 2011, podr¨ªa rondar la cifra descomunal de 300.000 millones de euros. Los tres candidatos con m¨¢s opciones en las elecciones del domingo insisten en las posibilidades de crecimiento que los hidrocarburos brindan al pa¨ªs, pero los prestamistas europeos prefieren no hacer el cuento de la lechera con unos recursos que pueden tardar cinco o seis a?os en generar beneficios contantes y sonantes.
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