La inmobiliaria Reyal Urbis presenta el segundo mayor concurso de la historia

La crisis inmobiliaria tiene una nueva v¨ªctima. Los bancos acreedores han dejado caer a Reyal Urbis, que fue en su d¨ªa uno de los grandes imperios del ladrillo, tras dos acuerdos de refinanciaci¨®n que no han servido de mucho y a?os de negociaciones para digerir una deuda que asciende a 4.400 millones de euros. La empresa anunci¨® este martes que presentar¨¢ el concurso de acreedores, el segundo mayor registrado en Espa?a tras el protagonizado en 2008 por otro gigante del sector venido a menos, Martinsa-Fadesa.

Las maniobras impulsadas desde Reyal Urbis para intentar alcanzar un acuerdo con los bancos no han llegado a buen t¨¦rmino. La empresa presidida por Rafael Santamar¨ªa ya se vio forzada en octubre a presentar el preconcurso, una figura de la Ley Concursal que le daba cuatro meses para negociar con los acreedores antes de suspender pagos. Pero el plazo finalizaba el 23 de febrero y, ante la evidencia de que el acuerdo no era posible, ha tirado la toalla.

La deuda total ascend¨ªa a finales de septiembre a 4.400 millones, de ellos 3.677 millones con los bancos. El Estado es el principal acreedor, con un agujero que ronda los 1.300 millones. La mayor parte corresponde al banco malo (Sareb), que ha asumido la deuda que las entidades financieras nacionalizadas, como Bankia, manten¨ªan con la inmobiliaria. En total son unos 707 millones. Adem¨¢s, Reyal Urbis tiene cuentas pendientes con Hacienda (400 millones) y el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (215 millones). En cuanto a los acreedores privados, en la lista aparecen el Santander (ha provisionado buena parte de los cr¨¦ditos), el fondo Appaloosa, el Royal Bank of Scotland, el Popular y el BBVA, entre otros.

La empresa perdi¨® 257 millones en el tercer trimestre de 2012, sus ¨²ltimos resultados

En un comunicado, Reyal dijo que continuar¨¢ desarrollando su actividad y que conf¨ªa en lograr un acuerdo en el marco del concurso porque ¡°se ha constatado la buena voluntad de todas las partes negociadoras¡±. Adem¨¢s, Santamar¨ªa, propietario del 70% de Reyal, debe unos 350 millones a los bancos a trav¨¦s de la sociedad patrimonial Inveryal. La empresa tiene una plantilla de 420 empleados, de los cuales 137 trabajan en la actividad inmobiliaria y 283 en la hotelera.

La soluci¨®n no ser¨¢ f¨¢cil. Muchas empresas del sector inmobiliario se endeudaron fuertemente para comprar rivales durante la larga d¨¦cada de bonanza del ladrillo. En 2006, Reyal pag¨® 3.300 millones para hacerse con Urbis, controlada por Banesto y participada por la constructora ACS. La operaci¨®n proporcion¨® plusval¨ªas de unos 1.200 millones al banco. Pero con el estallido de la burbuja hace cinco a?os las empresas vieron c¨®mo sus ingresos se desplomaban y se ve¨ªan incapaces de devolver el dinero.

En realidad, la inmobiliaria se encuentra ya en una situaci¨®n de quiebra t¨¦cnica. Reyal Urbis, que ha refinanciado dos veces su deuda desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2007, cerr¨® los nueve primeros meses del a?o con unas p¨¦rdidas de 257 millones y con un patrimonio neto negativo de 976 millones. Su capitalizaci¨®n burs¨¢til ronda ahora los 36 millones, frente a los m¨¢s de 2.600 millones que val¨ªa en 2008. Tras el anuncio, la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores suspendi¨® la cotizaci¨®n.

Para evitar el concurso, la empresa ofreci¨® una especie de daci¨®n en pago para canjear 2.300 millones en activos, entre ellos su proyecto estrella de Castellana 200, en Madrid, por deuda. Se crear¨ªa una filial y se dejar¨ªan algunos activos a Reyal para que pudiera seguir cotizando. El detonante de la petici¨®n del concurso, sin embargo, fue un embargo de cinco millones que le reclamaban para pagar deudas derivadas de pleitos mientras la banca dec¨ªa no a la ¨²ltima petici¨®n de la inmobiliaria. En ella, Reyal solicitaba 30 millones para hacer frente a sus compromisos con proveedores y abonar los intereses de la deuda contra¨ªda con Hacienda.

La inmobiliaria, que da trabajo a 420 personas, conf¨ªa en poder mantener su actividad

Finalmente, la banca, que hace unos a?os parec¨ªa m¨¢s inclinada a sostener a estas inmobiliarias con refinanciaciones o entradas directas en el capital, como pas¨® con Metrovacesa, ha decidido dejar caer a la empresa.

La mayor suspensi¨®n de pagos es la protagonizada por Martinsa-Fadesa, con un pasivo de unos 7.200 millones de euros. La inmobiliaria sali¨® de esta situaci¨®n en 2011, tras alcanzar un acuerdo con la banca para pagar la deuda en un plazo de hasta 10 a?os. Ha habido otras empresas con deudas mayores que han evitado la suspensi¨®n de pagos al reestructurar su deuda y capitalizar parte de ella, entregando la compa?¨ªa a los bancos acreedores, como en el caso de Metrovacesa y Colonial.

La siguiente inmobiliaria que puede tener problemas es Realia, que tiene hasta el 27 de marzo para devolver a Bankia, Santander y BBVA 850 millones de deuda o refinanciarla.