Y ahora llega la gran reforma de pensiones
Con la reforma del retiro anticipado, el Gobierno ha puesto en marcha la creaci¨®n del factor de sostenibilidad
Al mismo tiempo que el Gobierno aprob¨® el viernes la reforma de la jubilaci¨®n parcial y anticipada, abri¨® la puerta a una gran y permanente reforma de pensiones: la creaci¨®n del factor de sostenibilidad. Bajo este tecnicismo se esconde una f¨®rmula matem¨¢tica que peri¨®dicamente ir¨¢ estableciendo aspectos fundamentales de cualquier sistema de pensiones como la edad de jubilaci¨®n, el periodo de c¨¢lculo de la prestaci¨®n final o la revalorizaci¨®n anual bas¨¢ndose en criterios como la esperanza de vida, el n¨²mero de cotizantes o la marcha de la econom¨ªa.
La reforma de pensiones de 2011 preve¨ªa la creaci¨®n de este factor de sostenibilidad para 2027 y que actuara por primera vez en 2032. Pero estos plazos tan largos no gustan ni en Bruselas ni, sobre todo, en Alemania, donde este mecanismo funciona desde 2005. El Gobierno ha tomado nota y en el decreto de reforma de la jubilaci¨®n anticipada y parcial publicado ayer en el BOE anuncia la creaci¨®n de una comisi¨®n de expertos en un mes para que elabore un informe con una propuesta sobre el factor.
Ese documento se remitir¨¢ luego al Parlamento del que tendr¨¢ que salir m¨¢s pronto que tarde, a tenor de las prisas de Bruselas, una de las m¨¢s importantes reformas de la Seguridad Social en toda su historia. Probablemente, solo en 2011, cuando se retras¨® la edad de jubilaci¨®n legal de 65 a 67 a?os como norma general se dio un cambio de un calibre similar.
?C¨®mo tiene que ser? ?Qu¨¦ elementos debe tener en cuenta? ?Qu¨¦ par¨¢metros fundamentales debe cambiar? ¡°El objetivo es reducir la din¨¢mica de gasto creciente del sistema de pensiones¡±, explica Fidel Ferreras, ex director general del Instituto Nacional de Seguridad Social, ¡°y para eso debe actuar sobre los tres elementos que marcan su evoluci¨®n: la revalorizaci¨®n anual, la evoluci¨®n demogr¨¢fica [la edad de jubilaci¨®n] y la cuant¨ªa de las nuevas pensiones¡±.
De la misma opini¨®n es Jos¨¦ Enrique Devesa. Este profesor de Ciencias Actuariales de la Universidad de Valencia especializado en c¨¢lculos sobre pensiones defiende que tanto en los factores que integran la ecuaci¨®n de sostenibilidad como en sus consecuencias finales se tenga en cuenta m¨¢s de un aspecto. Y pone un ejemplo: ¡°Si para crear el mecanismo solo se tuviera en cuenta la esperanza de vida, cada cinco a?os habr¨ªa que elevar la edad de jubilaci¨®n unos seis meses¡±.
Ferreras, tambi¨¦n colaborador del Instituto Max Planck, de Munich, es incluso m¨¢s pesimista. ¡°Si se tuviera en cuenta lo sucedido en 2011, la esperanza de vida al cumplir los 65 a?os aument¨® en 48 d¨ªas y eso por s¨ª mismo aument¨® el gasto en pensiones en 408 millones. As¨ª que hay dos opciones o se retrasa la edad de jubilaci¨®n por el mismo periodo o reduce la pensi¨®n proporcionalmente¡±, a?ade bas¨¢ndose en un estudio suyo publicado recientemente.
El Ministerio de Empleo ha tomado nota de este tipo de planteamientos y quiere llevar el factor de sostenibilidad m¨¢s all¨¢ de la ley de 2011, que plantea un factor de sostenibilidad en el que partiendo solo de la esperanza de vida en el momento de la jubilaci¨®n (ahora 18,4 a?os para los hombre y 22,3 para las mujeres) modifiquen aspectos fundamentales del sistema (edad de retiro, cuant¨ªa de la pensi¨®n o periodo de c¨¢lculo de la prestaci¨®n). Tom¨¢s Burgos, secretario de Estado de la Seguridad Social, contempla tener presente la evoluci¨®n del n¨²mero de cotizantes o la marcha del PIB.
El envejecimiento de la poblaci¨®n europea combinado con su baja tasa de natalidad lleva a pron¨®sticos preocupantes sobre la evoluci¨®n del gasto en pensiones. Seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Comisi¨®n Europea al respecto, de 2012, solo en seis pa¨ªses de la Uni¨®n bajar¨¢ el gasto en 2060. En Espa?a, subir¨¢ en m¨¢s de tres puntos del PIB, hasta los 13,7%. No obstante, en estas proyecciones a tan largo plazo no se contemplan cambios legales o variables imprevistas como los shocks migratorios.
Hay otro dato que justifica la reforma permanente del sistema: el n¨²mero de personas entre 16 y 64 a?os por cada pensionista. En 2010 esta ratio era de 3,4; los pron¨®sticos para 2060 rebajan la relaci¨®n hasta 1,6.
Juan L¨®pez Gand¨ªa, catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, comparte los c¨¢lculos y los pron¨®sticos demogr¨¢ficos, pero no est¨¢ de acuerdo en que cuando se habla del factor de sostenibilidad solo se tengan en cuenta los aspectos relativos al gasto. ¡°Nunca se habla de financiaci¨®n¡±, se queja. ¡°?Por qu¨¦ no se cuestiona el modelo de ingresos solo a trav¨¦s de cotizaciones? Se puede utilizar el IVA o crear un impuesto finalista [modelo seguido en Francia]. Incluso subir las cuotas sociales, hay pa¨ªses en que se sube¡±, propone.
L¨®pez Gand¨ªa advierte de que la edad no es un elemento sobre el que se pueda jugar permanente. ¡°Fisiol¨®gicamente es imposible. Adem¨¢s, en Espa?a el problema es que la tasa de actividad y empleo de los mayores de 60 a?os [el 37,3% y el 31%, respectivamente]. Las empresas no contratan a esta gente, la despiden. Qu¨¦ m¨¢s da que se aumente la edad de jubilaci¨®n o se obstaculice la anticipada¡±.
Pero L¨®pez Gand¨ªa es consciente de que la direcci¨®n que han tomado las reformas de pensiones en Espa?a siguen la misma direcci¨®n que las europeas: lo apunta al mimo tiempo que lo lamenta. Alemania fue uno de los pa¨ªses pioneros, ya 2005. Berl¨ªn, en su f¨®rmula no solo toma la esperanza de vida, tambi¨¦n contempla el n¨²mero de cotizantes y pensionistas. Portugal, en cambio, solo utiliza la primera variable. Modelo que ha seguido Italia.
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