Chipre peligra como centro financiero
Las condiciones del rescate obligan a los depositantes m¨¢s pobres a ayudar a los m¨¢s ricos
Durante casi 40 a?os, Chipre ha constituido un problema pol¨ªtico y de seguridad para la comunidad internacional debido a la divisi¨®n de facto de la min¨²scula isla por la L¨ªnea Verde controlada por Naciones Unidas tras la invasi¨®n turca en 1974, a ra¨ªz de un golpe de Estado impulsado por partidarios de una uni¨®n con Grecia.
Actualmente, Chipre, o m¨¢s concretamente el sur greco-chipriota de la isla (reconocido internacionalmente a diferencia de la parte norte ocupada por Turqu¨ªa), amenaza con convertirse en un problema financiero gordo a causa del controvertido paquete de rescate. Este incluye un impuesto sin precedentes y enormemente impopular para los titulares de dep¨®sitos en los bancos chipriotas que cambia peligrosamente las normas de los rescates dise?ados hasta ahora por la Uni¨®n Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.
El impuesto, tal como est¨¢ en este momento, recaudar¨¢ 5.800 millones de los 10.000 millones de euros que se necesitan para consolidar la econom¨ªa y recapitalizar los bancos, que est¨¢n muy expuestos a los bonos soberanos griegos y que sufrieron importantes p¨¦rdidas cuando se reestructur¨® la deuda griega. Chipre tambi¨¦n se ha visto afectado por la ca¨ªda de la demanda de sus productos por parte de Grecia, que es un vecino cercano y un socio comercial, desde que empez¨® la recesi¨®n griega.
El sistema bancario chipriota es desproporcionadamente grande: es aproximadamente siete veces m¨¢s grande que el PIB chipriota, y por tanto es demasiado grande para que el Gobierno chipriota lo rescate solo (es lo mismo que le suced¨ªa al Gobierno espa?ol en 2012), a diferencia del Gobierno brit¨¢nico que en 2008 acudi¨® al rescate de sus bancos afectados por la crisis, Royal Bank of Scotland y Lloyds. Al igual que ocurri¨® con Irlanda, la causa de la crisis chipriota reside en sus bancos pero, a diferencia de Irlanda, se va a penalizar a los depositantes chipriotas.
Jeroen Dijsselbloem, el ministro de Econom¨ªa holand¨¦s, que preside el Eurogrupo de los ministros de Econom¨ªa, justifica las condiciones del paquete de rescate para Chipre con el argumento de que como es ¡°una contribuci¨®n a la estabilidad financiera de Chipre, parece justo pedir a todos los titulares de dep¨®sitos que contribuyan¡±.
La troika castiga a la isla por permitir el blanqueo de capitales rusos, seg¨²n varios analistas
Parece que el sufrimiento se est¨¢ generalizando de forma democr¨¢tica puesto que el impuesto afecta a todos los depositantes. La UE podr¨ªa haber penalizado solo a los depositantes no asegurados ¡ªlos que tienen m¨¢s de 100.000 euros (un n¨²mero significativo de los cu¨¢les son rusos)¡ª pero decidi¨® gravar tanto a los ricos como a los pobres. El plan de protecci¨®n de los dep¨®sitos chipriotas cubre los dep¨®sitos de hasta 100.000 euros, en caso de que se hunda un banco. Pero no se ha hundido ning¨²n banco (sin los 10.000 millones de euros, todo el sistema bancario podr¨ªa derrumbarse muy r¨¢pido), por lo que el plan no procede.
Puede que este planteamiento respete la letra de la ley, pero no el esp¨ªritu de la garant¨ªa de dep¨®sitos. Se podr¨ªa proteger totalmente a los dep¨®sitos garantizados gravando con un impuesto m¨¢s elevado a los dep¨®sitos que superan el umbral de los 100.000 euros, como sugiri¨® el presidente Nikos Anastasiadis.
Se est¨¢ obligando a los depositantes m¨¢s pobres a ayudar a los m¨¢s ricos, lo cual levanta la sospecha de que el Gobierno quiere salvar lo que pueda del modelo bancario offshore [donde los no residentes no tributan], aunque parece que su atractivo va a disminuir. Si se produce una retirada de fondos masiva cuando los bancos vuelvan a abrir, el centro offshore podr¨ªa desaparecer. Quiz¨¢s es lo que quiere la UE.
Algunos analistas en Nicosia dan a entender que la troika est¨¢ ¡°castigando¡± a Chipre (es decir, a los greco-chipriotas) por facilitar supuestamente la transferencia ilegal a la isla en la d¨¦cada de 1990 de miles de millones de d¨®lares del Gobierno de Slobodan Milosevic, el expresidente serbio, por rechazar el plan de Kofi Annan en 2004 para reunificar Chipre (aceptado por el 65% de los turco-chipriotas en un refer¨¦ndum y rechazado masivamente por el 76% de los greco-chipriotas) y por no tomar medidas lo suficientemente duras para evitar que los rusos usen los bancos chipriotas para blanquear dinero.
Esta sospecha puede parecer descabellada, aunque el anterior presidente, el comunista Dimitris Christofias, mantuvo una estrecha relaci¨®n con Mosc¨² y obtuvo un pr¨¦stamo de 2.500 millones de euros en 2011, ante la consternaci¨®n de la UE, en vez de dirigirse a Bruselas para pedir ayuda. A finales de 2012, los bancos rusos ten¨ªan cerca de 9.000 millones de euros en los bancos chipriotas, y las empresas 14.400 millones de euros, seg¨²n la agencia de calificaci¨®n crediticia Moody¡¯s. Los depositantes de la eurozona son principalmente griegos que han trasladado sus ahorros a Chipre por ser un refugio seguro y para protegerse as¨ª de su propia crisis financiera.
El conservador Anastasiadis, elegido en febrero pero sin mayor¨ªa en el Parlamento (cuenta con 28 de los 56 esca?os), asegura que se compensar¨¢ a los ahorradores con acciones en sus bancos, lo que podr¨ªa no tener ning¨²n valor si la crisis bancaria se agrava, o si no, con una parte de la nueva riqueza gas¨ªstica chipriota.
Debajo del lecho marino de la cuenca de Levante, cerca de Chipre, se calcula que hay 3,45 trillones de metros c¨²bicos de gas, aproximadamente lo que consume el mundo en un a?o, seg¨²n el Estudio Geol¨®gico de Estados Unidos. La parte septentrional de la cuenca se encuentra en aguas chipriotas, mientras que gran parte del resto est¨¢ en aguas israel¨ªes o libanesas.
Turqu¨ªa, que no reconoce la soberan¨ªa de Chipre, y la parte de Chipre controlada por los turcos tambi¨¦n han reclamado su derecho sobre el gas y est¨¢n realizando perforaciones para extraerlo.
El gas podr¨ªa transformar radicalmente la econom¨ªa chipriota, pero la producci¨®n no se va a iniciar en un futuro inmediato. Mientras tanto, el presente es sombr¨ªo.
William Chislett fue corresponsal del Financial Times y es investigador asociado del Real Instituto Elcano.
Traducci¨®n de News Clips.
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