?Demasiado sincero?
Tras dos meses al frente del Eurogrupo, Dijsselbloem ha perdido su reputaci¨®n en cuesti¨®n de horas
A veces no parece socialdem¨®crata: ¡°Nadie llega a un Gobierno pensando que va a tener que imponer duros recortes, y sin embargo no queda m¨¢s remedio que hacerlo¡±, explic¨® hace unos d¨ªas en el Parlamento Europeo. A veces no parece holand¨¦s: ¡°Jeroen es a la vez un calvinista y un bon vivant¡±, dice de ¨¦l un antiguo colaborador. Y a veces no parece presidente del Eurogrupo: ¡°Si los bancos no pueden recapitalizarse, entonces hay que pedirles a los accionistas y a los poseedores de deuda que contribuyan. Y si es necesario hay que llegar hasta los depositantes y preguntarles: ?Qu¨¦ pod¨¦is hacer para salvar vuestro propio banco?¡±, asegur¨® en una entrevista a Reuters y al Financial Times que ha provocado el sobresalto de los mercados al interpretar que la soluci¨®n chipriota para luchar contra las crisis bancarias servir¨¢ como gu¨ªa en el futuro, a diferencia de lo que dec¨ªa el comunicado pactado por los ministros de Finanzas de la eurozona.
Pero Jeroen Dijsselbloem es socialdem¨®crata. Es holand¨¦s. Y preside tambi¨¦n el Eurogrupo. Y es pragm¨¢tico, directo y posse una endiablada tendencia a la sinceridad, entre otras muchas cosas.
Los socios europeos le acusan de actuar como ministro holand¨¦s
Ingeniero agr¨®nomo por la Universidad de Wageningen, Dijsselbloem se dedicaba a temas de g¨¦nero e igualdad en el Parlamento holand¨¦s antes de convertirse en ministro de Econom¨ªa. Poco despu¨¦s de hacerse con esa cartera dio la campanada al aceptar la oferta alemana y auparse a la presidencia del Eurogrupo. Sus cr¨ªticos argumentan que esa filiaci¨®n germ¨¢nica se nota demasiado: Dijsselbloem ha desatado una tremenda pol¨¦mica entre los socios europeos con esa referencia al modelo chipriota para acabar con las crisis bancarias. Los ministros le acusan ¡ªcon la boca peque?a, al menos de momento¡ª de actuar m¨¢s como ministro holand¨¦s y socio de Alemania en esos asuntos que como presidente del Eurogrupo.
La interpretaci¨®n del rescate chipriota que hizo en la citada entrevista coincide m¨¢s con las tesis holandesas ¡ªy alemanas¡ª que con lo que pod¨ªa deducirse del comunicado oficial de los ministros de Finanzas, pactado hasta la ¨²ltima l¨ªnea. Pero aunque fuera un repentino ataque de franqueza, nadie puede decir que era la primera vez: Dijsselbloem ya explic¨® hace un mes, en una rueda de prensa del Eurogrupo, que no pod¨ªa descartarse la quita a los depositantes y a la deuda de mayor calidad en Chipre. Aunque lo que valga para Chipre no valga para Holanda: Dijsselbloem se encarg¨® a finales de febrero de la resoluci¨®n del banco SNS, pero ah¨ª no aplic¨® castigo ni a los bonistas s¨¦nior (los que poseen deuda de la m¨¢xima calidad) ni a los depositantes.
A sus 46 a?os y con apenas dos meses al cargo del Eurogrupo, Dijsselbloem ha visto resquebrajarse su reputaci¨®n gestora en cuesti¨®n de horas: pese a que la idea de que quienes se arriesgan paguen parece positiva, el momento de expresarla no es el m¨¢s adecuado. Tras el revuelo causado se vio obligado a matizar sus palabras sobre la supuesta aplicaci¨®n del patr¨®n chipriota a otros rescates bancarios. ¡°Me han traducido mal¡±, se justific¨®. ¡°Yo no utilic¨¦ la palabra template (plantilla, en ingl¨¦s) para explicar la situaci¨®n de Chipre. Es m¨¢s, acabo de aprenderla¡±, asegur¨® la noche del lunes en una entrevista televisada. ¡°A la banca no le gusta nada o¨ªr que debe asumir las consecuencias de los riesgos que asume, pero as¨ª es", dijo en la tertulia m¨¢s seguida de Holanda. Ayer, sin embargo, sus explicaciones se vinieron abajo. El Financial Times public¨® una transcripci¨®n del pol¨¦mico pasaje donde queda claro que s¨ª fue preguntado directamente por el posible efecto template de la decisi¨®n comunitaria adoptada en Chipre. ¡°Lo hemos hecho para evitar equ¨ªvocos¡±, afirm¨® la direcci¨®n del diario brit¨¢nico.
Su reputaci¨®n de buen gestor se ha resquebrajado en cuesti¨®n de horas
En Bruselas y en las capitales europeas el enfado es de gran calibre. Pero, de momento, en su pa¨ªs natal se han mostrado ben¨¦volos. La democracia cristiana holandesa ha pedido que ponga ¡°m¨¢s cuidado¡± en el futuro. Los socialistas radicales han optado por la sorna: ¡°Comparado con decir que el peque?o ahorrador chipriota cargar¨ªa con el rescate, lo del modelo aplicable a otros pa¨ªses no es nada¡±. Arropado por Alemania, que lo asocia todav¨ªa con la austeridad promovida por Berl¨ªn, y apoyado por el Gobierno de centroizquierda holand¨¦s, la situaci¨®n de Dijsselbloem es cuando menos comprometida. A partir de ahora tendr¨¢ que emplearse a fondo para no perder el puesto. Eso, y refrescar su ingl¨¦s.
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