?Auditoras sin salvedades?
El sector extrema sus controles de calidad y pide mayores poderes a Bruselas La sociedad les exige respuestas y transparencia
El bien m¨¢s valioso de una firma de auditor¨ªa es el silencio. Si entran en cualquiera de las oficinas repartidas por medio mundo de una big four (Deloitte, KPMG, Ernst & Young y PwC), lo sentir¨¢n. En verano apenas se nota el aire acondicionado, y en invierno, como mucho, un rumor de zapatos. En los pasillos, las conversaciones suenan amortiguadas. Los clientes saben que tambi¨¦n compran discreci¨®n. Es un andar de puntillas que se transmite incluso a esta pieza. De las 10 voces que recogen estas l¨ªneas, solo la mitad han querido identificarse.
Uno de ellos es Germ¨¢n de la Fuente, director de auditor¨ªa, riesgos y transacciones de Deloitte, firma que aval¨® en 2010 (posteriormente se negar¨ªa a firmar las de 2012) las cuentas de Bankia, cuya salida a Bolsa investiga la Audiencia Nacional. ¡°Se hizo un trabajo extraordinario y dimos confianza. Fue una auditor¨ªa de calidad¡±, apunta rotundo.
Son las 9.40 y la conversaci¨®n tiene lugar en una de las plantas nobles de la madrile?a Torre Picasso (donde se encuentran las oficinas centrales de Deloitte). En concreto, la 43?. A tanta altura, o distancia, como muchos ciudadanos ven a las auditoras de la realidad que ellos viven. A veces es un alejamiento injusto. Pues aseguran que trabajan con la informaci¨®n que les facilitan los administradores de las empresas, y suya es la responsabilidad de que sea de calidad. ¡°El objetivo de una auditor¨ªa no es detectar fraudes¡±, analiza Germ¨¢n de la Fuente, quien se muestra preocupado por esa imagen ¡°distorsionada¡± que a veces le llega al ciudadano de su labor. ¡°Lo malo de nuestro trabajo es que no se nota cuando lo hacemos bien¡±. Pero lo que s¨ª siente es la trascendencia de su oficio. ¡°Vendemos calidad, y cualquier error en la calidad es un da?o a la marca¡±, repetir¨¢ varias veces el responsable de Deloitte durante la entrevista.
Pese a la crisis, los informes auditores reflejan cada vez menos dudas
Porque quiz¨¢ no haya ninguna industria en el mundo que sea tan sensible a una noticia adversa o cuentas que generan dudas. Y en los ¨²ltimos meses hemos asistido a varios ejemplos. Desde Bankia hasta Pescanova, pasando por las tribulaciones de la auditora BDO. Estos casos han hecho preguntarse a m¨¢s de uno c¨®mo es posible que en un ambiente de crisis tan fuerte los informes de auditor¨ªa reflejen menos salvedades. ¡°Por miedo a perder el cliente, as¨ª de sencillo¡±, afirma un antiguo alto cargo de este sector. Al final, ¡°la auditora lleva tantos a?os con el cliente que es reh¨¦n de su management y dif¨ªcilmente le cuestionar¨¢¡±, indica un abogado que trabaja en la cuadratura de las cuentas de Pescanova.
Para una auditora, un cliente como un gran banco cotizado supone al a?o decenas de millones de euros, y ¡°?c¨®mo vas a emitir una salvedad?¡±, se pregunta un auditor que analiza a algunas de las principales empresas espa?olas. ¡°Si el cliente se queja por un tema de opini¨®n, te saca. Est¨¢s en una posici¨®n muy d¨¦bil. Pues cada a?o te renueva o no¡±. Y este es uno de los problemas: el tiempo.
En Espa?a no existe l¨ªmite temporal para esa relaci¨®n entre auditora y cliente en comparaci¨®n, por ejemplo, con Italia, donde la rotaci¨®n resulta obligatoria cada ocho a?os en las cotizadas. O Francia, que exige dos auditores de casas distintas. Otro desaf¨ªo es la crisis, que coloca a esta industria en nuestro pa¨ªs frente a un escenario nuevo. ¡°Con la recesi¨®n se incrementan los riesgos y los auditores tienen que estar m¨¢s pendientes¡±, reconocen en el Instituto de Contabilidad y Auditor¨ªa de Cuentas (ICAC).
En la industria admiten que con la crisis su labor se ha vuelto m¨¢s complicada. Est¨¢ aumentando el fraude en las empresas y como respuesta crece con fuerza el negocio de la auditor¨ªa forensic. En el que el auditor investiga desde las cuentas hasta los correos electr¨®nicos de la empresa. ¡°Lo cual¡±, admite un profesional del sector, ¡°es una mala noticia. No somos detectives privados¡±.
Las empresas no renuevan el contrato si hay salvedades, explican los expertos
Pero la industria encara situaciones in¨¦ditas, que afectan tanto al negocio como a quien lo desarrolla. Primero, porque los auditores m¨¢s j¨®venes nunca han conocido una ¨¦poca como la actual, ¡°y no se audita igual en recesi¨®n que sin ella¡±, advierte el responsable de auditor¨ªa de una gran firma. Por ello, ¡°hay que formarles para que no den nada por asumido¡±. Y segundo, porque la crisis ¡°garantiza que tendremos cada vez m¨¢s tensi¨®n sobre las cuentas de resultados de las compa?¨ªas, y el mercado apretar¨¢ mucho. Adem¨¢s, el consejo tiene ligada a su retribuci¨®n esos ingresos, con lo que crece el riesgo de dirigir el balance¡±.
Sobre tanta incertidumbre, la auditor¨ªa en Espa?a se enfrenta a un momento trascendente. ¡°La sociedad exige cada vez m¨¢s transparencia, lo vemos en la Monarqu¨ªa, en las Cortes; y nuestro trabajo est¨¢ muy vinculado a esta cualidad¡±, reflexiona Josep Pou, socio de auditor¨ªa de Mazars. Algunos analistas piensan que las auditoras han asumido pocas responsabilidades por lo ocurrido, como en el caso de los bancos y cajas que acabaron en el FROB.
Consciente de ello, el sector intenta tomar la delantera y ha pedido al Gobierno y a la Uni¨®n Europea ampliar sus poderes al revisar las cuentas de las compa?¨ªas que fiscalizan. Quieren introducir advertencias sobre la evoluci¨®n futura del negocio. ¡°Una de las lecciones que deja la crisis es que a la velocidad a la que se requieren los datos y se toman las decisiones, la informaci¨®n financiera hist¨®rica no es suficiente. Tiene que ser m¨¢s inmediata, global, completa¡±, dice Hilario Albarrac¨ªn, socio responsable de auditor¨ªa de KPMG. Hace falta analizar los riesgos ¨¦ticos y medioambientales o incorporar informaci¨®n sobre el modelo de negocio.
En el otro lado, el comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, intenta reducir la concentraci¨®n que el sector tiene en torno a las big four e implantar un sistema de rotaciones para que unas auditoras controlen el trabajo de otras. Esto es el futuro. Hoy por hoy, las que se hallan m¨¢s controladas son las responsabilidades frente a lo que firman y avalan. La Ley de Auditor¨ªa fija que responden de las cuentas de forma solidaria tanto el socio que las rubrica como la empresa auditora, describe Jes¨²s Alfaro, catedr¨¢tico de Derecho Mercantil en el bufete Linklaters. Lo cual resulta interesante porque reduce el riesgo para estos profesionales, ya que antes la responsabilidad alcanzaba a todos los socios de la firma. De hecho, en Estados Unidos solo la auditora es responsable, no quien audita las cuentas.
KPMG lo ha recordado esta semana en su piel. Un socio desleal, Scott I. London, de la oficina de Los ?ngeles, reconoc¨ªa haber filtrado durante un par de a?os informaci¨®n a un amigo (con el desconocimiento de la auditora) de dos clientes: Herbalife y Skechers. La reacci¨®n, fulminante, de KPMG fue despedir al extrabajador y renunciar a seguir auditando a las dos empresas. Seg¨²n The New York Times, Scott I. London recib¨ªa los pagos por su informaci¨®n en sobres con 100 d¨®lares, paquetes de 10.000 d¨®lares, entradas para conciertos e incluso objetos de lujo, como un Rolex Cosmograph Daytona de 2011 valorado en 12.000 d¨®lares. El generoso donante era Bryan Shaw, un joyero de Los ?ngeles, quien, descubierto, le delat¨® al Gobierno federal.
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