Las Cruces de Mayo, una fiesta que se "multiplica" y mira a sus or¨ªgenes
![Vecinos del barrio granadino del Albaic¨ªn, bailan delante de la cruz que ha obtenido el primer premio en la modalidad de plazas, hoy, que se celebra la festividad de las Cruces de Mayo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HD3U4UWCL5NQVZNCBM4XSOFJNE.jpg?auth=91ee196314ec8c993b2c13e76385c6f2a3f1de1462da6fecbf2a9637e07caaae&width=414)
Con permiso de la climatolog¨ªa, la llegada del mes de mayo a Granada va acompa?ada cada primavera de una popular fiesta que, pese a que parec¨ªa haber dejado de lado hace algunos a?os su car¨¢cter tradicional y cedido terreno al alcohol, se multiplica hoy con ochenta cruces repartidas por toda la ciudad.
La festividad de las Cruces de Mayo, que algunos historiadores ya testimonian en 1625, ha vivido en menos de una d¨¦cada una verdadera inflexi¨®n, al pasar de estar pr¨¢cticamente eclipsada y desvirtuada por los numerosos botellones que se salpicaban por el casco urbano a "revitalizarse" desde un esp¨ªritu mucho m¨¢s costumbrista.
El asombroso aumento de cruces que llenan de color y vida calles, plazas, patios, escaparates y centros escolares, que en poco tiempo han pasado en n¨²mero de ocho a ochenta, se justifica seg¨²n responsables municipales como el concejal de Cultura, Juan Garc¨ªa Montero, en una buena planificaci¨®n y el consenso pol¨ªtico.
Atr¨¢s quedan agrias pol¨¦micas motivadas por el hecho de que la fiesta parecer¨ªa ser sin¨®nimo de consumo incontrolado de alcohol y dejara adem¨¢s numerosas zonas de la capital repletas de toneladas de residuos.
Desde que, a partir de 2005, se restringiera la autorizaci¨®n para instalar barras exteriores junto a las cruces y sectores como el de la hosteler¨ªa advirtieran del da?o que la proliferaci¨®n de botellones hac¨ªa a la imagen tur¨ªstica, la fiesta ha tratado de recuperar su g¨¦nesis popular como expresi¨®n del buen hacer art¨ªstico de vecinos, comerciantes y asociaciones.
Son precisamente estos colectivos, apoyados a trav¨¦s de ayudas econ¨®micas del Ayuntamiento y empresas colaboradoras, los que cada a?o han logrado proteger la esencia de una festividad que contin¨²a atrayendo a miles de visitantes y que mantiene vivas no pocas curiosidades.
Alrededor de cada cruz, habitualmente decorada con centenares de flores y decenas de macetas, se monta un verdadero altar engalanado con cacharros de cer¨¢mica, mantones y otros textiles, peroles de cobre y un elemento que, a priori, puede resultar incomprensible: unas tijeras abiertas y clavadas sobre un pero (manzana).
Este fruto pretende advertir -en sentido figurado y como manda la tradici¨®n- que el que se atreva a criticar la cruz se expone a que le corten la lengua, poniendo as¨ª freno a la maledicencia popular que puede acabar poniendo algunos "peros" al montaje.
Ninguno de estos elementos, tampoco la petici¨®n de donativos en forma de "chavicos" (diminutivo de ochavo), faltan por ejemplo en la cruz instalada en plaza Larga, en pleno coraz¨®n del hist¨®rico barrio del Albaic¨ªn y muy cerca del mirador m¨¢s famoso frente a la Alhambra -el del San Nicol¨¢s-, cuyos vecinos han logrado alzarse una vez m¨¢s con el primer premio del concurso en la categor¨ªa de calles y plazas.
Pero m¨¢s all¨¢ de los tradicionales, estos ef¨ªmeros monumentos, que en esta ocasi¨®n podr¨¢n permanecer instalados hasta la madrugada del s¨¢bado al domingo por la coincidencia con el fin de semana, las cruces no son ajenas a actuales preocupaciones sociales o aficiones deportivas.
Es el caso de la que distintos colectivos, con apoyo del grupo Stop Desahucios, han levantado contra los recortes en la emblem¨¢tica plaza de Mariana Pineda o la que -muy cerca de ese emplazamiento- preside la plaza del Campillo y que est¨¢ dedicada al Granada CF.
"Cambian los tiempos pero nunca debemos de renunciar a nuestras costumbres y perder nuestra identidad persiguiendo una mal entendida modernidad", ha resumido este mediod¨ªa el pregonero oficial de la fiesta este a?o, el matador de toros y empresario taurino Pedro P¨¦rez Chicote.
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