El sector minero canadiense se enfrenta a un aluvi¨®n de acusaciones y conflictos
El sector minero y petrolero canadiense ha multiplicado sus inversiones en Latinoam¨¦rica en los ¨²ltimos a?os, pero tambi¨¦n se enfrenta a graves acusaciones de violaciones de derechos humanos y conflictos legales con gobiernos por sus pr¨¢cticas laborales, sociales y medioambientales.
En Chile, las autoridades judiciales han paralizado las obras de construcci¨®n de la gigantesca mina Pascua-Lama, un megaproyecto de Barrick Gold, el mayor productor del mundo de oro, situado en la frontera entre Argentina y Chile por problemas medioambientales.
En Bolivia, South American Silver Corporation (SASC), inici¨® ayer un arbitraje internacional contra el Gobierno de Bolivia por la anulaci¨®n de su concesi¨®n en una mina de plata e indio en la regi¨®n andina de Potos¨ª.
En Per¨², la empresa petrol¨ªfera Talisman se retir¨® en septiembre de 2012 de la regi¨®n amaz¨®nica del pa¨ªs tras a?os de protestas y enfrentamientos con los ind¨ªgenas achuar que se oponen a la explotaci¨®n de pozos petrol¨ªferos en su territorio tradicional.
En marzo de este a?o, por primera vez en la historia judicial de Canad¨¢, un tribunal de Toronto celebr¨® una vista para determinar si se juzga en el pa¨ªs a la minera canadiense Hudbay por violaciones de los derechos humanos en Guatemala.
Y desde ayer, el Gobierno guatemalteco ha decretado el estado de sitio en cuatro municipios del este del pa¨ªs para controlar la violencia desatada por las protestas relacionadas con las operaciones de una mina propiedad de la empresa canadiense Tahoe Resources.
Para Jamie Kneen, portavoz de la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro Mining Watch, que desde 1999 sigue las actividades del sector minero canadiense en el exterior, todos estos casos son s¨®lo la punta de un iceberg de malas pr¨¢cticas por arte de las compa?¨ªas del pa¨ªs.
"La situaci¨®n es mucho peor. Esto es lo que sabemos pero lo que no escuchamos es mucho m¨¢s. Y tenemos que ser muy cuidadosos con lo que decimos", dijo Kneen a Efe.
Kneen se?ala que el sector minero canadiense cuenta con un grupo de "lobby" muy poderoso que incluye casi todos los exprimeros ministros del pa¨ªs "que trabajan como abogados o asesores para las compa?¨ªas mineras".
Canad¨¢, un pa¨ªs conocido por sus recursos naturales, se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en uno de los principales inversores extranjeros en miner¨ªa y explotaci¨®n petrol¨ªfera del mundo.
Seg¨²n los ¨²ltimos datos publicados en enero de este a?o por el Ministerio de Recursos Naturales de Canad¨¢, en 2011 los activos mineros canadienses ten¨ªan un valor de 215.300 millones de d¨®lares canadienses, unos 213.147 millones de d¨®lares estadounidenses, un 15 % m¨¢s que en el a?o anterior.
Pero lo que es m¨¢s significativo, el 70 % del total, unos 146.200 millones de d¨®lares, est¨¢n situados en 106 pa¨ªses de todo el mundo, lo que da una idea del alcance de las inversiones canadienses en el sector.
Los pa¨ªses donde las compa?¨ªas canadienses tienen m¨¢s activos son M¨¦xico (20.000 millones de d¨®lares), Chile (19.000 millones de d¨®lares) y Estados Unidos (17.000 millones de d¨®lares).
Adem¨¢s, entre los 10 principales pa¨ªses para las empresas mineras canadienses se sit¨²an Argentina, la Rep¨²blica Dominicana y Brasil.
De hecho, el 59 % de los activos canadienses en el extranjero se encuentran en el continente americano aunque seg¨²n los datos, entre 2010 y 2011 el mayor aumento en activos mineros canadienses en el extranjero se produjo en Asia, un 38 %, seguido de ?frica, un 17 % y en tercer lugar el continente americano, con un 12 %.
Para los sucesivos gobiernos canadienses, las actividades del sector minero en el extranjero es una cuesti¨®n de Estado, seg¨²n Kneen, que destaca que todos los intentos para controlar el sector han fracasado, incluido un proyecto de ley en 2009 que deber¨ªa haber controlado sus actividades en el extranjero.
Mining Watch y otras organizaciones como Rights Action o Amazon Watch que desde hace a?os vienen denunciando las actividades de las mineras canadienses en el extranjero, se?alan que la embajadas canadienses en Latinoam¨¦rica act¨²an como representantes de sus intereses comerciales.
Tras el golpe de Estado que derroc¨® al hondure?o Manuel Zelaya en 2009, Rights Action denunci¨® la supuesta implicaci¨®n de intereses canadienses en el golpe.
En su momento, Canad¨¢ denunci¨® "el golpe de Estado" contra Zelaya pero no solicit¨® la vuelta al poder del mandatario y se limit¨® a solicitar "una soluci¨®n pac¨ªfica a la actual crisis pol¨ªtica".
Kneen dijo a Efe que es "dif¨ªcil" ignorar una serie de coincidencias.
"El Gobierno canadiense fue muy r¨¢pido en reconocer el gobierno golpista. CIDA, la agencia canadiense para el desarrollo internacional, ha estado implicada en la reforma del a?o pasado del c¨®digo minero hondure?o. Las compa?¨ªas mineras ten¨ªa problemas con Zelaya", declar¨® Kneen.
"Y el golpe de Estado se produjo muy poco despu¨¦s de que Zelaya impusiera una moratoria en el sector minero hondure?o. Es muy dif¨ªcil no extraer conclusiones", a?adi¨® Kneen.
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