Crecimiento y empleo
Cuando parece que la crisis financiera remite y se normalizan los par¨¢metros de los mercados financieros respecto a Espa?a, al tiempo que se alcanza el equilibrio de las cuentas con el exterior, llega el momento de impulsar el crecimiento para alcanzar las condiciones necesarias para la creaci¨®n de empleo. Sin embargo, como ha puesto de manifiesto el FMI en su ¨²ltimo informe sobre crecimiento y empleo, el crecimiento de la actividad productiva es una condici¨®n necesaria para la creaci¨®n de empleo, pero no suficiente. Los factores demogr¨¢ficos y la distribuci¨®n de la renta de cada pa¨ªs se a?aden al an¨¢lisis como cuestiones determinantes.
El FMI dice en su informe que despu¨¦s de esta prolongada crisis persistir¨¢n los desaf¨ªos derivados de la mayor integraci¨®n financiera, la innovaci¨®n tecnol¨®gica y el cambio demogr¨¢fico. En general, todos los Gobiernos deber¨¢n llevar a cabo reformas estructurales que permitan hacer frente a estos desaf¨ªos que inciden en el empleo, el crecimiento y la desigualdad. El trabajo hace un an¨¢lisis exhaustivo tanto de los problemas del corto como del largo plazo. En primer lugar, resalta la importancia que tiene la estructura demogr¨¢fica a la hora de influir en la creaci¨®n de empleo aunque haya crecimiento. Pone de relieve la incidencia del envejecimiento de la poblaci¨®n, de las bajas tasas de actividad femenina y de la incorporaci¨®n de los j¨®venes al mundo laboral. En Espa?a, estudiar con detenimiento esta estructura es importante, ya que los tres fen¨®menos se dan con mucha intensidad.
?ltimamente se le est¨¢ dando mucha importancia a las dificultades de los j¨®venes para encontrar trabajo y lo que supone socialmente su p¨¦rdida de ilusi¨®n y confianza, pero tambi¨¦n la situaci¨®n es alarmante para el colectivo de los mayores de 50 a?os que pierden el trabajo y ven el futuro con gran dificultad de reincorporaci¨®n al mundo laboral, as¨ª como la p¨¦rdida de empleo de la generaci¨®n de los cuarenta, al rebajar sus expectativas laborales y no disponer de ayudas para emprender y/o cambiar de actividad. El FMI da especial importancia al colectivo de mujeres, por lo significativas que son en algunos pa¨ªses la baja tasa de actividad de las mismas y su lenta incorporaci¨®n a la econom¨ªa productiva, asegurando que ¡°un aumento de la participaci¨®n femenina en el mercado de trabajo podr¨ªa elevar el PIB potencial en muchos pa¨ªses¡±. El FMI aboga por la eliminaci¨®n de disposiciones tributarias que desalientan la participaci¨®n de la ¡°segunda persona que contribuye a los ingresos familiares¡±. Ello podr¨ªa ayudar a las mujeres a incorporarse a la fuerza laboral y contribuir al crecimiento econ¨®mico.
El otro aspecto ciertamente novedoso al que se hace referencia en el estudio es el de los problemas de desigualdad por la no inclusi¨®n de algunos sectores sociales en el proceso productivo. La importancia est¨¢ en que en sociedades desarrolladas, pero con un alto grado de desigualdad, existen capas sociales ¡ªde baja y muy baja renta¡ª que no pueden invertir para crear sus propias actividades, y si no encuentran un puesto de trabajo se convierten en poblaciones excluidas del proceso productivo, socavando en el largo plazo el crecimiento y la estabilidad.
Conviene continuar impulsando el crecimiento de la productividad y las mejoras tecnol¨®gicas
Desgraciadamente, en Espa?a ha empeorado la distribuci¨®n de la renta durante la crisis. No solo por el aumento del porcentaje de familias con rentas m¨¢s bajas, sino por la reducci¨®n sensible de las rentas de las clases medias por p¨¦rdida del trabajo en unos casos y por la ca¨ªda y/o reducci¨®n de los ingresos en los negocios. Por el contrario, aunque las clases de rentas elevadas hayan visto reducir el valor de sus patrimonios por la crisis, no ha sido as¨ª en lo que se refiere a su nivel de rentas. Si el an¨¢lisis del FMI es acertado, este empeoramiento de la distribuci¨®n de la renta perjudicar¨¢ a la capacidad de creaci¨®n de empleo cuando la actividad econ¨®mica comience a recuperarse.
El FMI reconoce que se puede ayudar a los pa¨ªses miembros a alcanzar estos objetivos de crecimiento inclusivo, por ejemplo, fortaleciendo el asesoramiento que brinda la instituci¨®n sobre pol¨ªticas del mercado de trabajo y sobre pol¨ªticas fiscales que est¨¦n orientadas a lograr cierto grado de redistribuci¨®n del ingreso sin socavar los incentivos necesarios para la actividad productiva.
Por ¨²ltimo, el FMI insiste en la importancia de desarrollar e incorporar los avances tecnol¨®gicos a la actividad productiva. En Espa?a es urgente la necesidad de analizar con profundidad los sectores productivos en los que la tecnolog¨ªa es y puede ser competitiva y que puedan sustituir a la excesiva producci¨®n del sector de la construcci¨®n en el pasado. Es necesario incentivar la competitividad y la internacionalizaci¨®n de las empresas as¨ª como la innovaci¨®n y tecnolog¨ªa en todos los sectores. Un ejemplo positivo es lo que se est¨¢ haciendo en el sector del autom¨®vil, que ha demostrado ser muy competitivo dentro de Europa y que tiene la ventaja a?adida de proporcionar actividad a las industrias auxiliares. Por el contrario, teniendo en cuenta el desarrollo tecnol¨®gico alcanzado en las energ¨ªas renovables, no parecen muy adecuados los recortes realizados a las ayudas a estas industrias que por otra parte tanto ¨¦xito estaban teniendo en el exterior.
Aunque la creaci¨®n neta de empleo, en t¨¦rminos generales, no se alcanzar¨¢ hasta que las tasas de crecimiento de la actividad (PIB) lo permitan, es cierto que para las empresas es necesario generar un grado de confianza y de seguridad en las reglas del juego econ¨®mico y del mercado de trabajo que incentive la creaci¨®n de puestos de trabajo. Por ello es urgente acometer las reformas legales que den la m¨¢xima seguridad jur¨ªdica. Adem¨¢s, como el FMI recomienda, las reformas y la pol¨ªtica fiscal tienen que dirigirse de manera que mejoren la distribuci¨®n de la renta, ayudando a los estamentos m¨¢s bajos de la sociedad y atendiendo a pol¨ªticas demogr¨¢ficas adecuadas. Por ¨²ltimo, conviene continuar impulsando el crecimiento de la productividad y las mejoras tecnol¨®gicas, siendo conscientes de que el modelo productivo anterior basado en la construcci¨®n y los servicios es insostenible.
Carmen Alcaide es analista y expresidenta del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE)
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