¡°No tenemos especulaci¨®n inmobiliaria¡±

Aguinaldo Velloso, ministro de Ciudades de Brasil, tiene en sus manos uno de los programas m¨¢s ambiciosos del Gobierno de Dilma Rousseff: dar un paso adelante en la erradicaci¨®n de las favelas dando alojamiento a 2,4 millones de personas en tres a?os. Pero, adem¨¢s, en su cartera est¨¢ tambi¨¦n el saneamiento y la movilidad en las grandes ciudades de un pa¨ªs que albergar¨¢ en los pr¨®ximos a?os un mundial de f¨²tbol y unos juegos ol¨ªmpicos. Velloso acudi¨® esta semana a Barcelona al sal¨®n de la construcci¨®n Construmat en una misi¨®n empresarial para hallar proveedores para sus planes de vivienda.

Pregunta. El programa Minha casa, minha vida?(Mi casa, mi vida) entra en su segunda fase. ?Qu¨¦ balance hace de la primera?

Respuesta. En la primera fase nos propusimos construir un mill¨®n de viviendas asequibles. Y al final del mandato de Lula lo hab¨ªamos conseguido. As¨ª que ahora nos fijamos una nueva meta, 2,4 millones de nuevos alojamientos.

P. ?Qu¨¦ posibilidades tienen de adjudicarse contratos las empresas espa?olas?

R. Ya est¨¢n participando en el programa mediante alianzas con firmas brasile?as. Esta semana he mantenido una reuni¨®n en Madrid con la C¨¢mara Brasil-Espa?a. Y hoy [por el martes] tendr¨¦ un encuentro en Barcelona para intensificar relaciones con las compa?¨ªas catalanas. Los empresarios espa?oles nos han expresado ya su voluntad de ampliar su presencia en Brasil.

P. ?Qu¨¦ necesitan concretamente?

R. Empresas con experiencia y capacidad t¨¦cnica, pero tambi¨¦n arquitectos, ingenieros y urbanistas, porque queremos hacer proyectos de calidad e innovadores. Nosotros ofrecemos financiaci¨®n de nuestros dos bancos p¨²blicos, que act¨²an dentro del proyecto, el Banco do Brasil y la Caixa Econ?mica Federal.

P. Una de las causas del d¨¦ficit de viviendas en las ciudades es la migraci¨®n interna de poblaci¨®n del campo a la ciudad. ?C¨®mo lo afrontan?

Nuestra clase media se est¨¢ agrandando. Hay una migraci¨®n desde las clases m¨¢s bajas hacia las medias¡±

R. Sin duda, las poblaciones hoy se concentran en las ciudades, y eso abunda en nuestro d¨¦ficit urbano. Esas migraciones nos llevan a necesitar nuevas inversiones y ese programa para aumentar el n¨²mero de viviendas en el pa¨ªs. Pero, adem¨¢s, la gente sale del campo y cuando llega a las urbes se instala de forma precaria en favelas, lo que nos obliga no solo a cambiar las casas donde se alojan, sino a hacer infraestructuras. Hemos tenido que lanzar un programa de recalificaci¨®n de barrios y de mejora integral de su sistema de saneamiento, pavimentaci¨®n, drenaje, aguas y recogida de basuras.

P. ?El despegue econ¨®mico de Brasil ha servido para cerrar la brecha social?

R. Nuestra clase media se est¨¢ agrandando. Hay una migraci¨®n desde las clases m¨¢s bajas hacia las medias. El poder de compra y el PIB per c¨¢pita de los brasile?os ha ido aumentando. La movilidad social de Brasil ha crecido mucho, y a ello se a?ade una extensa red de protecci¨®n social. En 2003 en Brasil hab¨ªa 96,2 millones de ciudadanos en la clase baja, 65,9 millones en la media y 13,3 millones en la alta. En 2014 la clase baja se habr¨¢ reducido a 48,9 millones de personas, la media tendr¨¢ ya 118 millones de personas, casi el doble en poco m¨¢s de una d¨¦cada, y la alta, 29,1 millones.

P. Seg¨²n JP Morgan, la subida del precio de la vivienda se ha ralentizado, pero sigue aumentando a un ritmo de dos d¨ªgitos. ?Temen estar sufriendo una burbuja inmobiliaria?

R. Tenemos un sistema muy distinto al de Estados Unidos y Espa?a. En Brasil el cr¨¦dito se genera respaldado por una garant¨ªa y la regulaci¨®n no permite productos como las subprime norteamericanas. El sistema bancario es muy seguro. Por otro lado, los compradores est¨¢n adquiriendo viviendas habituales. Son compras por necesidad. S¨ª hay una revalorizaci¨®n, sobre todo en las ¨¢reas metropolitanas, por las inversiones que se han hecho, pero no observamos una gran especulaci¨®n inmobiliaria.

P. M¨¢s all¨¢ de la vivienda, ?qu¨¦ otras infraestructuras urgen en las ciudades de Brasil?

R. La movilidad urbana es un gran desaf¨ªo de las grandes concentraciones del mundo, pero nosotros, adem¨¢s, tenemos dos acontecimientos pr¨®ximos, la Copa del Mundo de f¨²tbol y los Juegos Ol¨ªmpicos. Queremos aprovechar ese momento para desarrollar esas infraestructuras mediante un gran programa de cerca de 25.000 millones de euros. Pero la Presidencia tiene m¨¢s proyectos en marcha, como la remodelaci¨®n de la estructura de los puertos brasile?os; los 24 grandes aeropuertos y el ferrocarril.

P. Precisamente, esta semana la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha acudido a Brasil para ofrecer la participaci¨®n de empresas espa?olas en grandes infraestructuras como el tren de alta velocidad. ?Qu¨¦ posibilidades tienen?

Empresas espa?olas como CAF y Renfe ya son parte del programa de movilidad¡±

R. Ya est¨¢n participando. CAF y Renfe son parte del programa de movilidad. CAF, por ejemplo, gan¨® el metro de Porto Alegre, Salvador de Bah¨ªa y S?o Paulo. Necesitamos empresas con experiencia t¨¦cnica y de consultor¨ªa. Otro de los programas importantes que tenemos en marcha es el de saneamiento. Para la primera fase destinamos 18.000 millones de euros, y para la segunda dedicaremos esa misma cantidad. En total, 36.000 millones.

P. En la ¨²ltima edici¨®n de Construmat, el presidente de los constructores de S?o Paulo, Sergio Watanabe, contaba que las obras de la Copa del Mundo iban demasiado lentas. ?C¨®mo est¨¢n ahora?

R. Los estadios ya han empezado a inaugurarse, como Maracan¨¢ y Salvador de Bah¨ªa. El m¨¢s atrasado era S?o Paulo, porque empez¨® m¨¢s tarde, pero ah¨ª tambi¨¦n hubo un conflicto entre los equipos de la ciudad. La gran mayor¨ªa ya ha sido inaugurada y S?o Paulo estar¨¢ tambi¨¦n a tiempo para celebrar el partido de apertura.

P. Muchos promotores espa?oles que construyeron en Brasil volvieron porque no hallaron suficiente demanda. ?En qu¨¦ se equivocaron?

R. Los espa?oles acudieron sobre todo para levantar segundas residencias. El mercado brasile?o tiene sus peculiaridades y muchas promotoras no estaban preparadas. Para empezar, Brasil es un pa¨ªs con varios Estados federales, con comportamientos y sistemas tributarios distintos, y requiere de una prospecci¨®n profunda, con estudios de mercado. Los inversores tambi¨¦n han de adaptarse. Muchos llegaron y empezaron a hacer obras peque?as, asoci¨¢ndose a empresas brasile?as para conocer el mercado, aun siendo grandes en Espa?a, y se han adecuado mejor al pa¨ªs. Pero adem¨¢s, muchas inversiones hechas en Brasil eran proyectos residenciales para europeos, de modo que esas compa?¨ªas se vieron afectadas por la crisis de la UE. Luego trataron de redireccionar esas casas al cliente local, pero es otro mercado y otro precio.