Rescatan del olvido a las mujeres brigadistas de la Guerra Civil Espa?ola
Mucho se ha escrito sobre las Brigadas Internacionales que combatieron en la Guerra Civil espa?ola (1936-39) pero muy poco sobre las mujeres brigadistas. Una historiadora austr¨ªaca llena ahora ese vac¨ªo con un libro sobre las combatientes extranjeras que lucharon del lado de la Rep¨²blica.
M¨¢s de 35.000 voluntarios procedentes de unos 50 pa¨ªses llegaron a Espa?a para luchar contra la sublevaci¨®n militar que encabezar¨ªa el general Francisco Franco, entre ellos hab¨ªa tambi¨¦n cientos de mujeres, pero se sabe tan poco de ellas que se desconoce incluso cu¨¢ntas eran.
"He documentado la existencia de 400 mujeres, pero dir¨ªa que hubo unas 600 o quiz¨¢ 700", explica Ren¨¦e Lugschitz, que ha dedicado unos quince a?os a su libro "Luchadoras en Espa?a. Mujeres extranjeras en la Guerra Civil Espa?ola".
Alrededor de un tercio de los brigadistas muri¨® en Espa?a, en los principales frentes de la contienda: Madrid, Guadalajara, Brunete, Teruel y el Ebro, se desmovilizaron a finales de 1938 y muchos sufrieron persecuci¨®n pol¨ªtica al volver a sus pa¨ªses.
Un gran n¨²mero acab¨® en campos de concentraci¨®n en Francia, pero tambi¨¦n los hubo que terminaron en las c¨¢rceles comunistas tras la II Guerra Mundial, algo que recoge tambi¨¦n el libro.
Ese destino lo padecieron tanto hombres como mujeres, para Lugschitz es fundamental desterrar estereotipos como que tuvieran "un rol secundario, como ayudantes de los hombres" porque "tuvieron un papel activo fundamental", muchas veces en primera l¨ªnea.
"Las mujeres aparecen muy poco, y cuando aparecen lo hacen como acompa?antes de sus esposos, o como '¨¢ngeles' que curan enfermos", lamenta la historiadora, que vive gran parte del a?o en la localidad alicantina de Benissa.
"La mayor parte llegaron solas" y viajaron a Espa?a por su "compromiso pol¨ªtico", un activismo por el que ya muchas sufrieron persecuci¨®n en sus pa¨ªses de origen, especialmente all¨ª donde exist¨ªan reg¨ªmenes fascistas en el periodo de entreguerras.
El perfil medio de estas voluntarias era el de j¨®venes idealistas, bien formadas y muchas de ellas procedentes de familias jud¨ªas de entornos urbanos. Algunas incluso dejaron a sus hijos para participar en las Brigadas.
Por encima de su origen, luchar en Espa?a era para ellas tratar de contener la primera acometida en un conflicto general contra el fascismo. Estaban convencidas de que en Espa?a se dirim¨ªa el destino de Europa dentro de una batalla mayor, sostiene la historiadora.
Su libro consta de una introducci¨®n general sobre la situaci¨®n de Espa?a en la ¨¦poca, el papel de las brigadas internacionales, la labor de las mujeres durante la guerra y finalmente, once perfiles de voluntarias de diversa procedencia.
All¨ª se pueden leer las historias de enfermeras, traductoras, periodistas, doctoras, e incluso, el de la ¨²nica mujer extranjera que estuvo al frente de un batall¨®n republicano: la argentina Mika Etcheb¨¦h¨¨re (1902-1999), conocida como "La Capitana".
Cuando muri¨® su marido Hip¨®lito en el frente en agosto de 1936, ella asumi¨® su mando al frente de una columna del Partido Obrero de Unificaci¨®n Marxista (POUM), una formaci¨®n antiestalinista.
"Las mujeres luchando en el frente es algo de principio de la guerra, hasta la creaci¨®n de las brigadas internacionales", precisa.
Tambi¨¦n se ofrece un retrato de la alemana Gerda Taro la primera fotoperiodista que muri¨® en un frente, en la batalla de Brunete (Madrid), a los 26 a?os, aplastada de forma accidental por las cadenas de un carro de combate republicano.
El libro de Lugschitz obtuvo la pasada semana un "premio de Reconocimiento" en los galardones austr¨ªacos Bruno Kreisky al mejor libro pol¨ªtico del a?o, que cont¨® este a?o entre los distinguidos al Nobel de medicina estadounidense Eric Kandel y al de Literatura h¨²ngaro Imre Kert¨¦sz.
Para poder documentar su obra, en los ¨²ltimos tres lustros ha trabajado en archivos de Viena, Nueva York, Londres y Espa?a.
La historiadora considera que en los ¨²ltimos a?os se ha producido un avance en el estudio de las brigadistas en la contienda civil gracias a que las mujeres han asumido la tarea de escribir sobre ese cap¨ªtulo del pasado.
Y por el lado de la memoria hist¨®rica en Espa?a, considera que a¨²n queda mucho camino por recorrer.
"A¨²n me sorprende cuando hablo con algunos amigos espa?oles lo poco que saben sobre la Guerra Civil. La mayor¨ªa todav¨ªa tiene el reflejo de bloquear el tema. Es tambi¨¦n algo que separ¨® a las familias, quiz¨¢ se necesite un par de generaciones" para superar esa situaci¨®n, indica.
En los pasados a?os, asegura, "hubo una corta etapa en la que existi¨® voluntad pol¨ªtica para trabajar el pasado y reconocer a las v¨ªctimas de la guerra civil y la represi¨®n posterior, pero esa fase ha acabado".
"No creo que haya ning¨²n inter¨¦s ahora por parte del actual Gobierno" en trabajar ese aspecto, concluye la historiadora austr¨ªaca.
Luis Lid¨®n
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