Las rebajas ya no son lo que eran
La primera semana de descuentos transcurre sin grandes aglomeraciones Los comerciantes esperan que hasta el 40% de las ventas sean en este periodo
La marabunta ansiosa en la puerta del Corte Ingl¨¦s el primero de julio esperando a que abran las puertas para lanzarse a comprar es casi una estampa folcl¨®rica de otros tiempos. Es una estampa que se produce casi por inercia y ya no refleja el estado de ¨¢nimo de la sociedad. Este verano, los descuentos no esperaron al primero de julio para llegar y, a pesar de que las rebajas comenzaron en¨¦rgicas, con descuentos de hasta el 50% en muchos comercios, los consumidores no terminan de dejarse llevar por las compras.
Manuel Garc¨ªa-Izquierdo, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola del Comercio, explica que las primeras sensaciones que dejan estas rebajas suponen un cambio respecto a las anteriores temporadas. ¡°Habitualmente hab¨ªa una avalancha durante los primeros d¨ªas de las rebajas y luego todo volv¨ªa a la normalidad, lo que pasa ahora es que hay un nivel mantenido en las compras, no hay grandes compras y aglomeraciones, pero esperamos que el resultado sea igual o incluso mejor¡±.
En la calle mientras tanto la sensaci¨®n que se transmite es la de normalidad. Por el centro de Madrid son muchos los paseantes, pero pocos van cargados con bolsas. Los m¨¢s audaces llevan una, dos si el d¨ªa se ha dado bien. Los compradores creen que a¨²n la ropa es cara, y que a¨²n hay que esperar para conseguir buenos descuentos. Casi ninguno de los compradores llegaba ayer a los 65 euros de gasto que seg¨²n las previsiones se dejar¨¢ cada espa?ol de media en este fin de temporada. Las compras eran cosas necesarias, aunque algunos reconoc¨ªan haberse dado un capricho.
Las rebajas pueden suponer el 40% del negocio este a?o
Borja Or¨ªa, presidente de la Asociaci¨®n Empresarial del Comercio Textil y Complementos cree que este fin de semana va a ser clave para pulsar el efecto de las rebajas. Aunque a¨²n no tienen datos exactos de estos primeros d¨ªas, su previsi¨®n para estos meses era buena. Or¨ªa recuerda que las rebajas no salvan la campa?a para los comerciantes: ¡°el nivel de negocio permite convertir el stock en liquidez para afrontar los pagos. M¨¢s en un mercado como el espa?ol tan competitivo y con m¨¢rgenes reducidos¡±. Este a?o en el sector de la ropa y los complementos la facturaci¨®n ha bajado un 8,8% respecto a los primeros meses del a?o pasado. En los ¨²ltimos seis a?os ha perdido un 30% de volumen de negocio. A¨²n as¨ª, la organizaci¨®n que preside Or¨ªa espera que el balance de las rebajas sea similar al del a?o anterior, unos 2,600 millones de euros.
Las rebajas supon¨ªan tradicionalmente el 25% de de las ventas en una campa?a normal, pero puede que en este a?o su impacto llegue al 40%, en una campa?a marcada por el mal tiempo durante casi toda la primavera, lo que hizo que flojearan las ventas, ya de por si raqu¨ªticas por la crisis econ¨®mica de las familias. El agua de mayo hizo que los descuentos y promociones florecieran en junio, sobre todo en el peque?o comercio, que lleva ya casi un mes intentando dar salida a sus productos, en especial, a la ropa de verano los trajes de ba?o; ¡°de todo eso no se ha vendido nada¡±, recalca Oria.
El comercio ha sufrido en el ¨²ltimo a?o dos impactos fuertes. El primero fue la subida del IVA del 18% al 21% que obviamente se not¨® en las ventas, y el segundo la liberalizaci¨®n de las rebajas. Desde que el a?o pasado el Gobierno tomara esta decisi¨®n los comerciantes pueden ofrecer descuentos en cualquier ¨¦poca del a?o y tambi¨¦n pueden poner a la venta productos de otras campa?as o que no estuvieran expuestos en el ¨²ltimo mes anterior. La medida tiene efectos positivos porque cada comerciante puede ajustar las rebajas a sus necesidades, especialmente el peque?o comercio ¨Cque ha perdido 13.000 establecimientos en los ¨²ltimos cinco a?os-. Pero la liberalizaci¨®n tambi¨¦n tiene otros efectos. ¡°La libertad a la hora de programar rebajas ha perdido la sensaci¨®n de pistoletazo de salida y el fen¨®meno social que supon¨ªa¡±, explica Or¨ªa.
Para no abusar del efecto psicol¨®gico las rebajas siguen siendo en las fechas tradicionales
Y a pesar de que la palabra rebajas ya puede usarse sin limitaciones en cualquier escaparate, los comerciantes son reticentes a malgastarla. Hasta el uno de julio, cuando las grandes cadenas estrenan rebajas, lo que m¨¢s luc¨ªa en las tiendas eran promociones, ofertas o descuentos especiales. Es como si el sector quisiera preservar la baza psicol¨®gica de las rebajas como reclamo en sus fechas tradicionales. Pero la temporada ha sido tan pobre que incluso en los grandes comercios como el Corte Ingl¨¦s, los de la cadena Inditex o Mango, que apuran cada a?o al minuto para estrenar sus rebajas, ha habido un cierto relax en los precios a modo de promociones.
Pero los descuentos ya no son suficientes para atraer a los compradores. ¡°La gente entra, mira, vuelve a mirar, se lo piensa y se va sin comprar nada¡±, dice la dependienta de una zapater¨ªa en el centro de Madrid. Para atraer el consumo se suman otros alicientes. Desigual comenz¨® la campa?a regalando ropa a los clientes que fueran desnudos. El centro comercial de La Vaguada en Madrid ofrece desayunos y meriendas gratis a quienes hagan compras de m¨¢s de 60 euros en sus tiendas. Cualquier cosa por publicitar o fomentar las ventas, que no terminan de despegar.
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