Columela, el Lazarillo y Cervantes ya hablaron del desarrollo sostenible
T¨¦rminos de nuevo cu?o como el desarrollo sostenible, la agricultura ecol¨®gica o la arquitectura bioclim¨¢tica definen conceptos que en Espa?a tienen dos mil a?os como acreditan, en el caso de los palomares, los escritos de Columela y, m¨¢s tarde, el "Lazarillo" o Cervantes en "El Quijote".
De la Hispania Romana existen testimonios de la cr¨ªa met¨®dica y razonada de palomas como complemento de la econom¨ªa dom¨¦stica, en construcciones espec¨ªficas que abundaron en el siglo XIX y han sido relegadas a un cariz etnogr¨¢fico, tur¨ªstico e incluso art¨ªstico como la exposici¨®n de fotograf¨ªa inaugurada hoy en Valladolid.
Dos docentes que profesan en Madrid, Jes¨²s Molina (Colegio Estudio-3) y Carlos de Guzm¨¢n (IES "Calder¨®n de la Barca"), han sucumbido al palomar como s¨ªmbolo e identidad del territorio, vestigio de una cultura milenaria y testimonio en trance de desaparici¨®n "si no se le declara como bien de inter¨¦s cultural o patrimonial", ha reivindicado el primero.
Noventa im¨¢genes captadas en diferentes ¨¦pocas del a?o en ocho provincias de tres comunidades aut¨®nomas -Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha y Arag¨®n- compendia "Palomares", una exposici¨®n fotogr¨¢fica promovida por el Ayuntamiento de Valladolid y que permanecer¨¢ expuesta hasta el pr¨®ximo 25 de agosto.
De madera, piedra y barro como elementos constructivos; levantados en forma circular, cuadrangular o de torre; algunos arruinados, otros reconstruidos y alguno de nueva planta, Molina y Guzm¨¢n han retratado durante los ¨²ltimos diez a?os decenas de estas edificaciones en las provincias de Guadalajara, Burgos, Palencia, Segovia, Soria, Teruel, Valladolid y Zamora.
"Fundamentalmente hemos ido a buscar belleza, aunque sea algo un poco pasado de moda en el arte y la fotograf¨ªa, pero tambi¨¦n est¨¢ otro aspecto, el de reivindicar un patrimonio cultural amenazado. En cualquier caso, hay mucha pasi¨®n y un poco de obsesi¨®n", ha admitido Molina.
El eje imaginario comprendido entre Alca?iz (Teruel) y Alca?ices (Zamora) -que sigue todo el corredor del Duero- y el Camino del Cid -Burgos, Guadalajara y Teruel como bastiones- han sido las coordenadas geogr¨¢ficas de este trabajo fruto de una afici¨®n al campo y a la fotograf¨ªa.
Detr¨¢s de la imagen y del paisaje queda como trasfondo al menos dos mil a?os de historia ligada al palomar desde que Columela, a principios de Siglo I, redact¨® en uno de los doce libros de su "De Re Rustica" un tratado para la cr¨ªa de la paloma.
La forma m¨¢s usual, seg¨²n las im¨¢genes expuestas, es la circular, con el objetivo de preservar a las aves tanto del clima rigurosamente extremo de la meseta, como de las alima?as (ofidios, ratones y zorros principalmente).
El interior est¨¢ horadado en forma de peque?os nichos o columbarios, de donde provendr¨ªa el nombre cient¨ªfico de la paloma y la ciencia que la estudia (colombofilia), para facilitar la cr¨ªa e impedir el acceso de las alima?as.
Durante siglos, el pich¨®n ha sido un complemento de la dieta casera, como acredit¨® Miguel de Cervantes en los primeros p¨¢rrafos de "El Quijote", y la palomina o deyecciones secas serv¨ªan tambi¨¦n como abono natural para fertilizar el terreno agr¨ªcola.
Los palomares fueron moneda corriente en el interior peninsular si se toma como referencia la literatura picaresca y en concreto "La vida de Lazarillo de Tormes" en una de sus p¨¢ginas "lo que ¨¦ste mi amo tiene, seg¨²n ¨¦l me dijo, es un buen solar de casas y un palomar derribado (...)".
Todo ello puede apreciarse en una exposici¨®n que toma a este elemento de la arquitectura tradicional como referente dentro de un paisaje que difiere seg¨²n las provincias y las estaciones del a?o en que han sido tomadas las fotograf¨ªas.
Por Roberto Jim¨¦nez.
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