El PE rebaja el l¨ªmite propuesto a los biocombustibles que compiten con alimentos
![Un empleado de la gasolinera Ubach, situada en la avenida del Paralelo de Barcelona, llena el dep¨®sito de un cami¨®n con combustible biodiesel. EFE/Archivo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SPRKOCVCD43G5ZCVIQGAENMFSU.jpg?auth=644a95d772e478db27a7c3395a68bd0e22b1321aacd2703339ce7251c94a9dad&width=414)
El Pleno del Parlamento Europeo (PE) propuso hoy que los biocombustibles cl¨¢sicos, fabricados a partir de cultivos, supongan como m¨¢ximo un 6 % del consumo energ¨¦tico de la Uni¨®n Europea (UE) en el sector del transporte en 2020, un l¨ªmite menos ambicioso de lo esperado.
"La industria del aceite de palma (utilizado para fabricar estos biocombustibles) ha ejercido una presi¨®n realmente indecente", asegur¨® en rueda de prensa la ponente del informe ante la Euroc¨¢mara, la eurodiputada liberal Corinne Lepage (ALDE).
"Hace cinco a?os que soy eurodiputada y nunca he visto una presi¨®n de los lobbies tan grande como la que he visto ahora", a?adi¨®, y admiti¨® que si se ha aceptado el 6 %, ha sido para asegurar que el texto pasara.
Lepage afirm¨®, no obstante, que est¨¢ "contenta" de que al menos exista un l¨ªmite a los biocombutibles de primera generaci¨®n, al tiempo que consider¨® que el resultado final es "equilibrado" y manda "una se?al fuerte".
La Comisi¨®n Europea (CE) hab¨ªa propuesto que el l¨ªmite a los biocombutibles tradicionales se fijase en el 5 %, mientras que las comisiones de Medio Ambiente y de Energ¨ªa del PE hab¨ªan solicitado un 5,5 % y un 6,5 %, respectivamente.
La UE tiene como objetivo para 2020 que el 10 % de toda la energ¨ªa utilizada en el transporte provenga de una fuente limpia.
La CE suger¨ªa que para alcanzar ese 10 % solo se pudiese utilizar un 5 % de biocombustibles tradicionales, mientras que el restante 5 % deber¨ªa conseguirse mediante biocombustibles de ¨²ltima generaci¨®n, electricidad y otros recursos ecol¨®gicos, a los que se aplicar¨ªa un ¨ªndice multiplicador que elevar¨ªa su valor a la hora de contabilizar.
"El sistema multiplicador propuesto por la Comisi¨®n no gustaba nada a la industria", reconoce en una conversaci¨®n con Efe el experto de Oxfam Marc-Olivier Herman, quien explica que en su lugar se ha propuesto una meta vinculante del 2,5 % para biocombustibles de segunda generaci¨®n, fabricados con algas y algunos residuos.
La propuesta del Pleno de hoy, por tanto, -aprobada por 356 votos a favor, 327 en contra y 14 abstenciones- fija un m¨¢ximo del 6 % para biocombutibles tradicionales y un m¨ªnimo del 2,5 % para biocombustibles de segunda generaci¨®n; y deja el 1,5 % que falta para llegar al 10 % en 2020 abierto al uso de otras fuentes limpias.
"El resultado es una gran desilusi¨®n porque se han quedado fuera cuestiones esenciales que hab¨ªa respaldado la comisi¨®n de Medio Ambiente del PE", sostiene Herman.
Herman explica adem¨¢s que adem¨¢s el Pleno ha introducido un objetivo vinculante nuevo y contradictorio, que obliga a que en 2020 el 7,5 % del combustible que se utilice en el sector de los transportes sea etanol, es decir, un biocombustible tradicional.
La Oficina Medioambiental Europea (EEB, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s) indic¨® en un comunicado que el l¨ªmite "excesivamente generoso" apoyado por el PE obliga a los ciudadanos europeos y a los Gobiernos nacionales a seguir financiando a una industria que causa m¨¢s da?o que beneficio.
EEB s¨ª considera un logro, sin embargo, que el PE haya reconocido que la producci¨®n de biocombutibles tradicionales genera un aumento de las emisiones contaminantes y haya decidido incluir este concepto en la legislaci¨®n sobre calidad del combustible, aunque lamenta que vaya a hacerlo s¨®lo a partir de 2020 y no antes.
Greenpeace consider¨® "incoherente" el planteamiento del PE y critic¨® que por un lado reconozca que los biocombustibles cl¨¢sicos son perjudiciales para el medio ambiente, y por otro, les apoyen pol¨ªtica y financieramente.
Las organizaciones ecologistas son contrarias al uso de biocombutibles cl¨¢sicos, como el etanol y el biodi¨¦sel, porque se fabrican a partir de ma¨ªz, plantas oleaginosas, soja, girasol, palma y otros cultivos.
Su fabricaci¨®n va ligada, aseguran, a la deforestaci¨®n y a la reconversi¨®n del uso de un terreno originalmente dedicado a la producci¨®n de cultivos para consumo humano.
Esto suele traducirse en una subida del precio de los alimentos y adem¨¢s genera un problema grave desde el punto de vista del cambio clim¨¢tico, ya que al eliminar bosques se pierde tambi¨¦n el servicio que prestan de forma natural como sumideros de carbono (asimilan CO2 atmosf¨¦rico en el proceso de fotos¨ªntesis, con lo que ayudan a reducir las emisiones).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.