El riesgo pa¨ªs de Italia, ?se llama Silvio Berlusconi?

Dentro o fuera del Gobierno, por activa o por pasiva, Silvio Berlusconi sigue influyendo sobre la confianza de los inversores en Italia y, ejemplo de ello, ha sido el hecho de que esta semana, por primera vez en a?o y medio, la prima de riesgo italiana se situara por encima de la espa?ola.

El ex primer ministro conservador ha mantenido y mantiene a¨²n en vilo a Italia ante la posibilidad de que su condena por fraude fiscal y la expulsi¨®n del Parlamento que ella puede acarrear tenga consecuencias sobre la coalici¨®n de Gobierno de la que forma parte su partido.

Y todo, cuando empresarios y sindicatos siguen alertando de que es necesaria la estabilidad del Ejecutivo de Enrico Letta para sacar a Italia de la recesi¨®n en la que lleva sumida desde finales de 2011, a pesar de que ya se atisben signos de mejor¨ªa, tanto en los mercados como en la econom¨ªa italiana.

"Hay se?ales de que la contracci¨®n (econ¨®mica) est¨¢ terminando, pero los riesgos a la baja se han visto agravados por los temores de los inversores sobre la posible inestabilidad pol¨ªtica", afirmaba este martes el gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, en un congreso en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Roma.

Precisamente ese d¨ªa, la prima de riesgo de la deuda italiana (ahora en el entorno de los 260 puntos b¨¢sicos) superaba por primera vez en dieciocho meses a la espa?ola, fruto, seg¨²n los analistas, de la divisi¨®n manifiesta en la coalici¨®n de Gobierno en torno al futuro pol¨ªtico de Berlusconi.

Y es que el lunes el Senado comenzaba el proceso por el que se decidir¨¢ si Berlusconi tiene que abandonar su esca?o tras su condena a 4 a?os de prisi¨®n, y el primer debate hac¨ªa que el partido de "il Cavaliere" amenazara con una crisis de Gobierno a la formaci¨®n de Letta, si no aceptaban algunas de sus exigencias sobre el caso.

Una vez m¨¢s, el nombre de Berlusconi en el centro de la pol¨ªtica italiana generaba incertidumbre financiera, convertido ya en una especie de espectro en los mercados -se mantiene lejos de la escena p¨²blica- y propiciando que muchos se pregunten si "il Cavaliere" no es el verdadero riesgo pa¨ªs de Italia.

Esta teor¨ªa queda sostenida por la evoluci¨®n del diferencial entre el bono italiano a diez a?os y el alem¨¢n en los ¨²ltimos meses, si bien la preocupaci¨®n que existe actualmente por la prima de riesgo no es comparable a la que se ten¨ªa en la segunda mitad de 2011, cuando la crisis de la deuda termin¨® por contagiar a los grandes de la periferia del euro: Espa?a e Italia.

Hay que remontarse a entonces para asistir al inicio de la desconfianza de los mercados en Berlusconi, cuando su Gobierno no terminaba de aprobar las reformas econ¨®micas que los inversores exig¨ªan y el l¨ªder conservador se ve¨ªa obligado a dimitir para dar paso al tecn¨®crata Mario Monti.

El 9 de noviembre, tres d¨ªas antes de que Berlusconi formalizara su dimisi¨®n, la prima de riesgo italiana marcaba su r¨¦cord en los 574 puntos b¨¢sicos, con el rendimiento del bono a 10 a?os en el 7,45 % y se mantuvo por delante de la espa?ola hasta que la crisis de la banca en Espa?a hizo que cambiaran las tornas.

Los casi doce meses que el ex primer ministro estuvo ausente de la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica, con anuncio de retirada incluida, la prima de riesgo nunca volvi¨® a tocar esos niveles r¨¦cord, pero, a pesar de que Monti cumpli¨® su objetivo de dejarla a la mitad, por debajo de los 287 puntos b¨¢sicos, hubo momentos en los que repunt¨®.

Entre ellos, por ejemplo, tras la retirada del apoyo del partido de "il Cavaliere" al Gobierno de Monti en diciembre pasado que propici¨® las elecciones de febrero o su promesa de rebajas fiscales durante la campa?a electoral, por no hablar de la incertidumbre por el resultado de unos comicios que resultaron muy igualados por la remontada de su partido.

En unos y otros momentos, Berlusconi se antoja clave para la estabilidad de una Italia acostumbrada a vivir al l¨ªmite y que paga cada a?o 85.000 millones de euros en intereses por su elevada deuda p¨²blica, 35.000 millones de ellos a inversores extranjeros.

Lo que de ahora en adelante ocurra con el ex primer ministro y las consecuencias para el Gobierno de Letta -hay quien ya habla de la posibilidad de conformar una nueva mayor¨ªa parlamentaria- ser¨¢n determinantes tambi¨¦n para la econom¨ªa italiana, que en el segundo trimestre del a?o se contrajo un 0,3 % y tiene una ca¨ªda acumulada para todo 2013 del 1,8 %.

Miguel Cabanillas