La independencia del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en entredicho

El ¨²ltimo David mexicano que venci¨® a Goliat lo hizo desde la peque?a localidad veracruzana de Jalcomulco. En 1997 tres socios fundaron la empresa Ecco Sports M¨¦xico, dedicada al turismo de aventura y con un peque?o hotel de 16 habitaciones. Pero desde 2003 los descensos de r¨ªos, las jornadas de escalada y los lanzamientos de tirolina tuvieron que convivir con un proceso judicial que se ha prolongado diez a?os y en el que nadie apostar¨ªa por los veracruzanos. Del otro de lado de la batalla se coloc¨® la multinacional automovil¨ªstica estadounidense Ford, cuyos directivos mexicanos pasaron unos d¨ªas de 2001 en el peque?o hotel de Jalcomulco meses antes de registrar la marca Ecosport para uno de sus modelos de camionetas. El mismo nombre pero con una sola 'c' y escrito junto.

La larga (y cara) batalla judicial por la propiedad de la marca le dio este pasado mes de enero la raz¨®n a Ecco Sports, pero la alegr¨ªa les ha durado poco. El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) acat¨® la decisi¨®n judicial y retir¨® el registro de la marca a Ford, pero este mes de agosto se lo volvi¨® a conceder. "Nos han devuelto a la casilla de la salida. Es grotesco", denuncia Leonor Olmedo por tel¨¦fono, hija de uno de los socios de la empresa mexicana. Para la familia Olmedo se trata de un caso claro de "corrupci¨®n" por conflicto de intereses, ya que el actual director del IMPI es el exabogado de Ford Miguel ?ngel Marg¨¢in. A Leonor Olmedo le "parece una broma" que tras 10 a?os de litigio Ford haya conseguido ahora registrar su marca exactamente igual a la que judicialmente se demostr¨® ilegal.

Aunque la sombra de la sospecha acecha al Instituto y se abre camino en algunos medios de comunicaci¨®n, su director se muestra muy tranquilo. Marg¨¢in defiende su independencia y dice que se deslind¨® de todos sus casos como abogado privado el pasado mes de diciembre. Este viernes por la tarde respondi¨® a EL PA?S sobre el caso. "Yo no estoy en esto, no todos los asuntos pasan por mis manos, hay mucha chamba, la direcci¨®n me lleva a asuntos m¨¢s generales", dice.

Marg¨¢in defiende la decisi¨®n del Instituto porque cree que la resoluci¨®n judicial se centra en un conflicto de 2001 pero que ahora se dan unas "circunstancias diferentes". "Se quit¨® la licencia de 2001 [a Ford] y luego se otorg¨® una nueva en respuesta a otra petici¨®n", explica. De todas formas, a?ade que todas las decisiones son "revisables" y que si el tribunal ordena revocar la nueva licencia se acatar¨¢ "como siempre".

El conflicto se remonta a 2001 pero realmente no fue hasta el a?o 2003, cuando se empezaron a comercializar las camionetas de Ford, cuando la empresa mexicana se dio cuenta de la "coincidencia". Entre las pruebas que presentaron ante juez consta un fax que les envi¨® la automovil¨ªstica desde EE UU a las pocas semanas de que Olmedo padre se presentara ante la empresa para reclamar la propiedad de la marca. Ford les ofrece tres camionetas marca Ecosport a cambio de quedarse con el registro. "Tres camionetas por una marca que nos cost¨® a?os y dinero que tuviera prestigio nos pareci¨® un insulto. Nunca contestamos y fuimos a demandar al IMPI", recuerda la empresaria.

La empresa veracruzana, aunque cansada de litigar, no piensa darse por vencida. Por el camino perdieron algunos contratos como uno que manten¨ªan con la tambi¨¦n automovil¨ªstica Chrysler "que dej¨® que hacer eventos en un sitio que se llama como un modelo de la competencia" y sufrieron el "aplastamiento" de su marca, entre otras cosas en Internet. "El tiempo que me d¨¦ la vida lo voy a pelear. Este es el patrimonio de mi pap¨¢", dice Olmedo.