Fagor se queda sin sitio
La crisis de la empresa, duro golpe a un modelo cooperativo admirado en el mundo
El descalabro que vive Fagor Electrodom¨¦sticos ¡ªl¨ªder espa?ol de l¨ªnea blanca y quinto de Europa¡ª no solo preocupa a su matriz, la Corporaci¨®n Mondrag¨®n, por el impacto sobre el conjunto del grupo, sino porque es el primer gran percance sufrido por la mayor cooperativa del mundo en seis d¨¦cadas de historia. Por primera vez, su modelo, basado en la solidaridad entre todas las empresas del grupo, est¨¢ en cuesti¨®n. Fagor, la empresa que dio origen a Mondrag¨®n, no ha tenido m¨¢s remedio que presentar preconcurso de acreedores en un juzgado despu¨¦s de que la corporaci¨®n le denegara una nueva inyecci¨®n de fondos de 50 millones de euros, debido a que las dem¨¢s cooperativas, varias en excelente situaci¨®n, se negaran a hacerlo.
En Mondrag¨®n niegan la mayor: que hayan abandonado a Fagor. ¡°En mayo inyectamos 70 millones en la compa?¨ªa¡±, apunta un portavoz. Pero la corporaci¨®n considera que entregar m¨¢s dinero ¡°pondr¨ªa en riesgo a todo el grupo, porque algunas empresas viven tambi¨¦n momentos dif¨ªciles¡±. La raz¨®n decisiva es, sin embargo, que Fagor, fundada en 1956, carecer¨ªa de viabilidad, de modo que darle m¨¢s fondos ser¨ªa como echarlos a un pozo sin fondo. ¡°Una empresa, con una deuda tan fuerte, que lleva cinco a?os perdiendo ventas y en n¨²meros rojos, primero tiene que demostrar su viabilidad¡±, dicen en Mondrag¨®n.
Los intentos de posicionarse en el segmento ¡®low cost¡¯ han fracasado
La situaci¨®n de Fagor, una de las empresas m¨¢s admiradas de Espa?a (se estudi¨® en escuelas de negocios) es, en efecto, muy delicada. Factur¨® 1.750 millones de euros en 2007, y solo 1.167 millones 2012. Y este a?o puede que no supere los 1.000 millones, es decir, un 42% menos. De ah¨ª que haya acumulado p¨¦rdidas de casi 150 millones en cinco a?os. Y va a peor. Este a?o, los n¨²meros rojos suman 67 millones solo hasta junio. Un pozo sin fondo, pues, a pesar de los frecuentes cambios de direcci¨®n y los planes estrat¨¦gicos, el deterioro se ha hecho imparable. Antes incluso de presentar el preconcurso, cuatro de las cinco plantas de Fagor en Espa?a estaban paradas por falta de piezas (que no env¨ªan los proveedores por falta de pago). Situaciones similares o parecidas se viven en la filial francesa, Fagor-Brandt, o en Marruecos.
En Fagor atribuyen lo sucedido ¡°a la ca¨ªda del mercado espa?ol por la crisis y el fin del boom inmobiliario¡±. Un mercado nacional que se habr¨ªa reducido, dicen, en un 60%. Sin embargo, esto no lo explica todo: el mercado espa?ol ya solo es el 24% de las ventas totales de la empresa. Es evidente que las cosas tampoco han ido bien en el exterior. En medios patronales explican que la expansi¨®n internacional de la firma, con cuatro centros de producci¨®n en Francia, dos en China y una en Polonia y Marruecos, no ha salido como se esperaba. En Francia, su primer mercado exterior, las ventas tampoco han parado de bajar.
En el sector apuntan que es cierto que en Europa se compran menos electrodom¨¦sticos que nunca, Fagor tiene problemas con su posicionamiento de producto. La empresa tiene una amplia cartera de marcas ¡ªFagor y Edesa en Espa?a, Brandt y De Dietrich en Francia, Mastercook en Polonia¡ª, desde el low cost hasta el lujo, pero el grueso de su oferta est¨¢ en el segmento medio, que, seg¨²n apunta el economista Mikel Buesa, ha sido el que m¨¢s ha ca¨ªdo estos a?os. ¡°Los consumidores, o compran productos de lujo o van a por el precio m¨¢s bajo¡±, apunta Buesa. De momento, los intentos de Fagor de posicionarse en el low cost no han tenido ¨¦xito debido a que sus rivales atacan desde centros de producci¨®n en Turqu¨ªa o en Europa del Este, con menores costes. Tampoco es f¨¢cil entrar en el lujo, copado por marcas alemanas. Todas las tensiones le han venido provocando a Fagor una creciente merma de sus m¨¢rgenes, al verse obligada a bajar precios para resistir la competencia. Los planes para crecer en los mercados emergentes han tenido que esperar, por problemas de financiaci¨®n. Y para triunfar en los emergentes (donde se exige precio bajo), el tama?o es cr¨ªtico. Fagor no lo tiene, y s¨ª las marcas de China o Corea. Los malos resultados en Marruecos dejan claro que sin dimensi¨®n, ni los bajos salarios permiten competir.
A la asfixia derivada de los problemas comerciales y operativos se ha sumado la imposibilidad de pagar una deuda de 850 millones de euros, provocada por las p¨¦rdidas y las adquisiciones, sobre todo de la francesa Brand (160 millones). La gran pregunta es por qu¨¦ Mondrag¨®n asisti¨® a este declive sin tomar cartas en el asunto, ya que, seg¨²n opina Buesa, ¡°en siete a?os tuvieron tiempo de sobra para reaccionar¡±. Percepci¨®n compartida por los socialistas del Parlamento Vasco. ¡°Mientras estuvimos en el Gobierno¡±, apunta un portavoz del Grupo, ¡°no hubo peticiones de ayuda, ni se recibi¨® informaci¨®n sobre los problemas¡±. Un experto atribuye lo sucedido al sistema de organizaci¨®n de Mondrag¨®n, que no es un grupo, sino un conjunto de empresas aut¨®nomas. En Fagor niegan la falta de reacci¨®n y dicen que se tomaron las primeras medidas en 2007 y que en 2010 ya llevaron a cabo una renegociaci¨®n de la deuda con los bancos. De hecho, la plantilla de Fagor se redujo a la mitad, de 10.000 a 5.600 trabajadores.
No ha podido crecer en los mercados emergentes por falta de financiaci¨®n
Ahora, nadie sabe si Fagor volver¨¢ a abrir sus puertas. Pese a que los socios cooperativistas se han bajado el sueldo un 20% desde que empez¨® la crisis, la compa?¨ªa sigue sin ser competitiva. De ah¨ª que se est¨¦ considerando deslocalizar la producci¨®n a Polonia. Para los pueblos del Alto Deba ¡ªMondrag¨®n-Arrasate, Aretxabaleta, Bergara...¡ª, un cierre definitivo de las cinco plantas, en las que trabajan 2.000 de los 5.600 empleados de la empresa, ser¨ªa una tragedia. Adem¨¢s de ir al paro sin indemnizaci¨®n, por ser, como cooperativistas, propietarios de Fagor, en caso de cierre definitivo, muchos de estos trabajadores podr¨ªan perder su peque?o capital. Buesa ve pocas alternativas a la deslocalizaci¨®n, ¡°teniendo en cuenta que la empresa est¨¢ abocada, si sigue existiendo, a bajar sus costes, y que el Pa¨ªs Vasco es una zona de salarios altos, hasta en comparaci¨®n con otros pa¨ªses de Europa¡±. De hecho, la deslocalizaci¨®n estar¨ªa incluso semipreparada. La empresa ya anunci¨® una joint venture con la china Haier en Polonia.
Pero ni eso est¨¢ asegurado. Tras la espantada de Mondrag¨®n, el futuro de Fagor est¨¢ en manos de sus acreedores, con lo que habr¨¢ que renegociar la deuda y conseguir capital fresco. Estos d¨ªas, el desencanto con el modelo cooperativista cotiza fuerte. El famoso ADN de Mondrag¨®n parece haberse esfumado. No ha habido solidaridad intragrupo, los empleos se van al Este, y por contra, las reestructuraciones se hacen m¨¢s dif¨ªciles, y la posible venta de la empresa, casi imposible, por su naturaleza jur¨ªdica. ¡°Ha sido un golpe econ¨®mico, pero sobre todo moral¡±, reconocen en el Grupo Socialista. ¡°La gente cre¨ªa que la capacidad de Mondrag¨®n, y su modelo, para solucionar problemas era ilimitada. Pues no¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.