Lawrence Klein, el nobel que afin¨® la predicci¨®n econ¨®mica

Lawrence R. Klein (1920) fue un economista que predijo el boom econ¨®mico de Estados Unidos despu¨¦s de la II Guerra Mundial y que tras ser depurado durante la caza de brujas del mccarthismo fue asesor de Gobiernos de todo signo. En 1980 la Academia Sueca le otorg¨® el premio Nobel porque ¡°pocos investigadores del campo de la econom¨ªa emp¨ªrica, si es que hay alguno, han tenido tantos disc¨ªpulos y un impacto tan grande¡± en su terreno. Este terreno fue el desarrollo de modelos estad¨ªsticos para el an¨¢lisis y la predicci¨®n de las tendencias econ¨®micas. El 20 de octubre Klein falleci¨® en Gladwyne (Pensilvania, EE UU) a los 93 a?os.

Cuando la II Guerra Mundial finalizaba, Klein, que gozaba de gran reputaci¨®n como brillante te¨®rico de la econom¨ªa, augur¨® que se abr¨ªa una etapa de bonanza. En aquel momento era una tesis m¨¢s que heterodoxa. La opini¨®n general era que, una vez retirados los est¨ªmulos del gigantesco esfuerzo b¨¦lico, el pa¨ªs recaer¨ªa en el letargo o en una recesi¨®n similar a la que hab¨ªa devastado el per¨ªodo de entreguerras.

Bas¨¢ndose en la obra de economistas inspirados por Keynes ¡ªquien, dicho sea de paso, compart¨ªa el pesimismo general¡ª Klein puso a punto una serie de herramientas econom¨¦tricas que permit¨ªan estudiar la evoluci¨®n de una econom¨ªa a trav¨¦s de las decisiones agregadas de los millones de agentes ¡ª empresas, hogares o Gobiernos¡ª que toman decisiones econ¨®micas. Las ecuaciones de Klein permit¨ªan prever c¨®mo la modificaci¨®n de algunas de estas variables podr¨ªa afectar al resto. Aplicando su modelo, Klein predijo que la demanda de bienes de consumo engrasar¨ªa la econom¨ªa de posguerra y refutar¨ªa los negros pron¨®sticos. Apenas es necesario recordar qui¨¦n acert¨®: con un crecimiento medio anual del 3,8% desde 1946 hasta que, a mediados de los setenta, se dej¨® sentir la plena fuerza de la crisis petrolera, EE UU vivi¨® en la posguerra una de las fases de crecimiento m¨¢s sostenido de su historia. ¡°El ¨²nico test satisfactorio de una teor¨ªa econ¨®mica es su capacidad predictiva¡±, escribir¨ªa Klein a?os m¨¢s tarde.

Lawrence Robert Klein naci¨® en Omaha (Nebraska), patria chica de otro genio de la econom¨ªa, Warren Buffett. Sinti¨® una fascinaci¨®n por la ¡°ciencia l¨²gubre¡± desde muy temprano: ¡°El hecho de que creciera durante la Gran Depresi¨®n tuvo una profunda influencia en mi carrera¡±, afirm¨® Klein en su discurso de aceptaci¨®n del Nobel. Inici¨® sus estudios de Econom¨ªa en la Universidad de Berkeley pero se gradu¨® en una de las primeras promociones de economistas del Massachusetts Institute of Tecnology (MIT), donde se doctor¨® en 1944. Su director de tesis fue el tambi¨¦n futuro nobel Paul A. Samuelson.

Inmediatamente despu¨¦s de acabar sus estudios en el MIT se incorpor¨® a la Universidad de Chicago, donde el jefe de su departamento le puso a trabajar sobre los primitivos modelos econom¨¦tricos elaborados por el holand¨¦s Jan Tinbergen (igualmente premio Nobel). Fue durante esa ¨¦poca cuando Klein, que se hab¨ªa interesado por la teor¨ªa econ¨®mica marxista, estuvo afiliado durante una breve temporada al Partido Comunista. Esa relaci¨®n sali¨® a relucir en 1954, durante las sesiones del Comit¨¦ de Actividades Antinorteamericanas del senador Joseph McCarthy. Klein, entonces en la Universidad de Michigan, abandon¨® abruptamente su carrera acad¨¦mica en EE UU y se instal¨® en el Instituto de Estad¨ªstica de la Universidad de Oxford durante 4 a?os. Cuando en EE UU remiti¨® un tanto el sarampi¨®n anticomunista, acept¨® un puesto en la Universidad de Pensilvania, en la que se jubil¨® 33 a?os despu¨¦s.

Klein siempre sinti¨® que su lugar estaba en la academia, pese a lo cual asesor¨® durante la campa?a presidencial a Jimmy Carter, quien tambi¨¦n le ofreci¨® un puesto en su administraci¨®n. Viaj¨® como asesor econ¨®mico a numerosos pa¨ªses, aunque probablemente el encargo m¨¢s ins¨®lito que recibi¨® fue el de los jerarcas chinos que sucedieron a Mao: d¨¦cadas despu¨¦s de haber sido depurado por su filocomunismo, la Comisi¨®n de Planificaci¨®n Estatal del Gobierno chino requiri¨® los servicios de Klein para dotar de resortes capitalistas al que, por aquel entonces, era el mayor pa¨ªs socialista del mundo.