La basura ya no es oro
El descenso en la generaci¨®n de residuos s¨®lidos urbanos y las dificultades financieras de los Ayuntamientos castigan a un sector que ha sido pionero en Europa
No es el negocio m¨¢s glamuroso del mundo, pero tan cierto es que la recogida y tratamiento de basuras urbanas ha sido una actividad en la que Espa?a ha sido pionera y puntera. Mientras en pa¨ªses europeos m¨¢s avanzados las basuras dom¨¦sticas eran recogidas por servicios municipales, a veces de modo deficiente, en Espa?a, ya a principios del siglo XX, empresas como FCC (entonces con otro nombre) ya realizaban ese servicio para los Ayuntamientos con un modelo concesional, m¨¢s eficiente y barato, que tardar¨ªa d¨¦cadas en imponerse. Un sistema que se generaliz¨® en Espa?a en los a?os ochenta y noventa, cuando los grandes grupos constructores entraron en tromba sobre el sector en el marco de sus estrategias de diversificaci¨®n.
Al igual que en las concesiones de autopistas o en la gesti¨®n del agua, las particularidades del sector en Espa?a han permitido a varias empresas ¡ªFCC, Urbaser (ACS), Cespa y Ferroser (Ferrovial), Valoriza (Sacyr), OHL o Sedisa¡ª tutearse en el mundo con gigantes como Waste Management, Republic Services, Veolia o Vinci, compa?¨ªas que en su d¨ªa desembarcaron en Espa?a y acabaron march¨¢ndose. Esa posici¨®n dominante no les ha evitado, sin embargo, verse duramente afectadas por la crisis. La gesti¨®n de la basura en toda su cadena, desde la recogida hasta su eliminaci¨®n o aprovechamiento, ya no es tan dorada como hace cinco o siete a?os.
La primera consecuencia de los malos tiempos es que la gente consume menos y produce menor cantidad de residuos, lo que implica, fatalmente, una menor actividad para estas empresas. ¡°En todos los Ayuntamientos se recoge ahora menos tonelaje de residuos que antes de la crisis¡±, se?ala Francisco Jard¨®n, secretario general de ASELIP, la patronal del sector. Y esto no es todo. El sector se ha encontrado adem¨¢s con que la mala situaci¨®n financiera de sus clientes, los Ayuntamientos, ha desatado una guerra de precios a trav¨¦s de los concursos de subastas para ver qui¨¦n hace el trabajo m¨¢s barato. ¡°Seg¨²n han ido venciendo los anteriores contratos¡±, explica Jard¨®n, ¡°que estaban dimensionados para una actividad mayor, los Ayuntamientos, en vista de sus posibilidades, los han redise?ado con recortes del 20% o 30% sobre las cifras anteriores¡±.
Las corporaciones locales han rebajado los contratos entre un 20% y un 30%
El resultado de estos dos factores ¡ªlos menores niveles de recogida y menos dinero por tonelada procesada¡ª ha llevado al sector a perder parte de su facturaci¨®n de hace a?os y a reducir sus m¨¢rgenes. La industria, que hace a?os facturaba m¨¢s de 4.500 millones de euros, est¨¢ ahora, dice Jard¨®n, ¡°en torno a los 4.000 millones¡±.
FCC redujo el a?o pasado su facturaci¨®n en Espa?a en este segmento en un 2,4%, mientras crec¨ªa en el exterior un 10,6%. Igual le pas¨® a la divisi¨®n especializada de Ferrovial Servicios, Cespa y Ferroser, que redujo tambi¨¦n sus ingresos, y a Valoriza (Sacyr), cuya divisi¨®n de medio ambiente cay¨® el a?o pasado un 6,1%. Descensos, de todos modos, m¨¢s bien moderados si los comparamos con otros sectores, lo que se debe a que muchos Ayuntamientos decidieron repartir la carga entre empresas y vecinos, subi¨¦ndoles a estos la tasa de basuras.
En un principio, algunas empresas trataron de resistirse a las nuevas condiciones de contrataci¨®n, pero al final no tuvieron m¨¢s salida, a riesgo de perder todos los concursos, que pasar por el aro y aceptar los nuevos precios. Lo sucedido en Madrid, donde las tres empresas contratantes tuvieron que aceptar una rebaja del 37% en sus contratos, fue solo el episodio m¨¢s espectacular de un fen¨®meno que se reprodujo por toda Espa?a. La primera reacci¨®n de las compa?¨ªas, desde las m¨¢s grandes hasta las locales, fue la de traspasar los recortes a los trabajadores. Pero no funcion¨®, ya que se encontraron con huelgas en todos los sitios donde lo intentaron, desde Madrid hasta Puerto de la Cruz (Tenerife), pasando por Sevilla o Granada.
Los sindicatos logran mantener
Pese a que su intenci¨®n en la capital espa?ola era bajar los sueldos y reducir la plantilla en 1.134 personas de un total de 6.000, al final han tenido que contentarse con la congelaci¨®n de sueldos y un expediente de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE) que producir¨¢ ahorros muy limitados, lo que ha suscitado sospechas de que si est¨¢n en condiciones de cumplir con esos contratos es que quiz¨¢ estuvieran obteniendo m¨¢rgenes excesivos. El secretario general de ASELIP apunta que ¡°las empresas se han encontrado con la imposibilidad, debido a la cerraz¨®n de los sindicatos y a su capacidad de movilizaci¨®n, de reducir sus costes en consonancia con la nueva situaci¨®n¡±. Ello ha llevado a que al final, seg¨²n Jard¨®n, ¡°el empleo se haya quedado igual que antes de la crisis, en torno a los 120.000 empleos¡±.
Lo cierto es que el mercado espa?ol ha dejado de ser El Dorado para esta potente industria. Se ha hecho muy maduro, no solo en la recogida, sino incluso en el tratamiento, de tal modo que no se prev¨¦n grandes inversiones en plantas de procesamiento, compostaje o valorizaci¨®n de energ¨ªa. ¡°Est¨¢ todo pr¨¢cticamente cubierto¡±, explica el secretario general de ASELIP, ¡°y van a hacer falta a?os para que los Ayuntamientos est¨¦n en condiciones financieras de volver a retribuir el servicio del modo que lo hac¨ªan antes¡±. Por eso, aun cuando estos grupos han tratado de inventarse nuevos servicios urbanos, su ¨²nica posibilidad de elevar ingresos est¨¢ fuera de Espa?a.
A buscarse la vida fuera
Los grandes grupos constructores espa?oles (cada vez m¨¢s centrados en los servicios y las concesiones) han decidido apostar justo por los servicios urbanos como uno de sus principales puntales de crecimiento en los mercados internacionales. Disponen de bazas para hacerlo porque su tarjeta de presentaci¨®n es inmejorable. FCC, por ejemplo, con dos grandes filiales fuera de Espa?a ¡ªFCC Environment (Reino Unido) y ASA (ocho pa¨ªses de Europa del Este)¡ª, da servicio a casi 1.700 Ayuntamientos en 20 pa¨ªses.
Ferrovial Servicios, que tiene una presencia casi dominante en Reino Unido a trav¨¦s de Amey (que este a?o absorbi¨® Enterprise, otro gigante), no ha parado de ganar contratos en este pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os, lo que explica que sus ingresos ah¨ª crecieran un 16% el a?o pasado.
Tambi¨¦n Urbaser, de ACS, cuyo negocio internacional creci¨® un 7% el a?o pasado, retira residuos y opera la limpieza de ciudades tan importantes como Par¨ªs, Buenos Aires, Casablanca, Santiago de Chile, Cartagena de Indias o Abu Dabi. Tan intensa est¨¢ siendo su apuesta internacional, al igual que ocurre con varias de sus otras divisiones, que en algunos casos la exportaci¨®n de sus habilidades en el negocio de gesti¨®n de residuos urbanos, medioambientales y anexos (agua, residuos industriales, v¨ªas p¨²blicas¡) fuera de Espa?a les est¨¢ compensando con creces el baj¨®n sufrido a nivel nacional. Nada novedoso, por otra parte. Est¨¢ pasando casi en todos los dem¨¢s sectores.
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