Fondos en el pozo

La Marta evoca tiempos mejores. Esta locomotora, fabricada en 1884 en Francia por la Sociedad General Alsaciana de Construcciones Mec¨¢nicas, deb¨ªa estar ahora mismo tirando de un tren de ¨¦poca por el valle del Guadiato (C¨®rdoba) para atraer turistas a esta zona minera y paliar el declive econ¨®mico. En 2008, la entones alcaldesa de Pe?arroya-Pueblonuevo, Luisa Ruiz (PSOE), present¨® el tren tur¨ªstico y anunci¨® que comenzar¨ªa a funcionar en 2011. El Ministerio de Industria subvencion¨® la restauraci¨®n con 1,4 millones de euros ¡ªsolo para la primera fase¡ª del popularmente conocido como plan Miner, destinado a reconvertir la econom¨ªa de las zonas mineras tras el abandono del carb¨®n. El tren tur¨ªstico del Guadiato iba a crear 10 empleos con un coste de 14 millones.

Pero la Marta solo acumula polvo y telara?as. Est¨¢ restaurada, s¨ª, pintada de negro con ribetes rojos, pero no tiene caldera ni ra¨ªles por los que circular. Aguarda en un almac¨¦n del Ayuntamiento, una nave de principios del siglo XX, un vestigio de cuando la francesa Sociedad Minera y Metal¨²rgica de Pe?arroya (SMMP) explotaba carb¨®n en esta sierra de C¨®rdoba pr¨®xima a Ciudad Real. En el pueblo ya no hay miner¨ªa y la producci¨®n de carb¨®n en C¨®rdoba ha ca¨ªdo de 1,1 millones de toneladas en 1997, cuando comenz¨® el plan de ayudas, a 520.000 en 2010. Pero no hay alternativas.

El Ayuntamiento, ahora gobernado por el PP, dice que no tiene dinero para proseguir con la restauraci¨®n del tren y ha denunciado a la Guardia Civil el uso indebido de las subvenciones mineras. Alert¨®, entre otras cosas, de que el consistorio hab¨ªa firmado la recepci¨®n de la restauraci¨®n del tren cuando ni siquiera hab¨ªan llegado los vagones, que estaban repartidos por talleres de media Espa?a. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) detuvo a tres personas e imput¨® a una decena en un sumario secreto que instruye el juzgado n¨²mero 2 de Pe?arroya.

La Guardia Civil ha ampliado las pesquisas al resto de subvenciones mineras en Pe?arroya. Agentes del cuerpo se llevaron los expedientes del Ministerio de Industria, en Madrid. No lejos de la nave que guarda la Marta est¨¢ una residencia para discapacitados ps¨ªquicos graves. La construy¨® el Ayuntamiento tambi¨¦n con unos tres millones de subvenci¨®n de los fondos mineros. La obra est¨¢ terminada desde 2010, pero no alberga a nadie. Ni a enfermos ni a cuidadores. El edificio, moderno, gris, acristalado, choca con los cl¨¢sicos chal¨¦s de alrededor, los que usaron los ingenieros franceses hace un siglo.

A las afueras del pueblo espera otro ejemplo del est¨¦ril uso de los fondos p¨²blicos. En el pol¨ªgono industrial Antol¨ªn III, subvencionado por Industria, los ¨²nicos brotes verdes que se ven son las zarzas que cubren todas las parcelas. All¨ª no se ha instalado empresa alguna. Al lado, se levanta una planta de reciclaje de neum¨¢ticos, que tambi¨¦n recibi¨® apoyo del plan Miner, pero ha cerrado. Hay pintadas contra los impagos a los trabajadores. El pueblo, de 11.000 habitantes, ha recibido en los ¨²ltimos 15 a?os unos 26 millones del programa. La alcaldesa, Mar¨ªa Gil (PP), asegura que no puede hacer comentarios mientras el caso est¨¦ bajo investigaci¨®n. La exalcaldesa detenida, ya en libertad con cargos, no ha querido hablar para este reportaje, seg¨²n una portavoz del PSOE de C¨®rdoba.

¡°?Qu¨¦ si Andorra necesitaba tres pol¨ªgonos? Si no los hacemos nos matan¡±, dice el consejero Aliaga

La empresa y la residencia lucen un cartel con el emblema del Instituto para la Reestructuraci¨®n de la Miner¨ªa del Carb¨®n y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, un organismo adscrito a Industria que desde finales de los a?os noventa ha regado de millones las comarcas mineras. Solo hasta 2006 (los ¨²ltimos datos que ofrece en su web), gast¨® 227,9 millones de euros en pol¨ªgonos industriales. Buena parte de ellos no tienen inquilinos. Las ayudas han seguido manando hasta hace poco con resultados igual de frustrantes.

Mientras tanto, la plantilla de mineros del carb¨®n ha bajado de 50.000 en los ochenta a unos 5.000. En ese tiempo, la producci¨®n se ha reducido de 36 millones de toneladas a 6 millones en 2012. Paz Benito, profesora de Geograf¨ªa de la Universidad de Le¨®n, que ha estudiado los efectos del plan Miner en la zona, saca estas conclusiones: ¡°Se han creado infraestructuras de transporte y de equipamientos colectivos, pero est¨¢n ociosas. Los pol¨ªgonos industriales est¨¢n vac¨ªos y los museos de la miner¨ªa apenas tienen visitantes. Se ha invertido de forma azarosa, para salir del paso, con una perspectiva cortoplacista¡±.

Ni cementera ni prefabricado

A 750 kil¨®metros de Pe?arroya, en Andorra (Teruel), se levant¨® un pol¨ªgono hecho a medida para dos empresas que iban a generar el empleo que necesitaba el pueblo, de 8.000 habitantes, para paliar el cierre de las minas. All¨ª iban a instalarse una cementera de la multinacional Cemex y una planta de prefabricados para arquitectura de la gallega Castelo.

Un grupo de obreros ruidosos trabajan para desguazar la planta de Castelo, que solo lleg¨® a funcionar unos meses. Las piezas met¨¢licas se acumulan alrededor del edificio rojo y blanco que durante un tiempo alberg¨® las instalaciones m¨¢s modernas de Espa?a en su sector. Dos t¨¦cnicos de mantenimiento son los ¨²nicos empleos que ha generado la otra, que cost¨® 84 millones, 7 de ellos de subvenci¨®n. Nunca lleg¨® a abrir. Una portavoz de Cemex asegura que, tal y como est¨¢ la situaci¨®n, no hay planes para este gigante de hierro y hormig¨®n, custodiado por un guarda de seguridad las 24 horas del d¨ªa.

Andorra no tiene minas desde 2005, pero sigue viviendo del carb¨®n. Justo al lado del pol¨ªgono, las chimeneas de la central t¨¦rmica expulsan humo blanco sin parar. Pero el tercer municipio m¨¢s grande de Teruel no consigue encontrar una alternativa pese a las ayudas. La cementera ha muerto antes de nacer y la decena de empresas levantadas con subvenciones p¨²blicas han ido abandonando la localidad. El pol¨ªgono de La Estaci¨®n, que se llama as¨ª porque se ubica en el lugar al que llegaban las vagonetas llenas de carb¨®n procedentes de la mina, se ha convertido en el campo de entrenamiento perfecto para los clubes de atletismo del pueblo. Los vecinos hacen deporte entre naves apagadas y cerradas. La empresa de jamones Andojam (que sigue abierta, pero casi sin producci¨®n), Ferrogres, la de cartonajes Paphsa... proyectos que se no llegaron a cuajar como estaba previsto en la villa minera.

De los 22.000 millones de dinero p¨²blico que, seg¨²n Industria ha recibido el sector desde 1990, la gran mayor¨ªa ha ido a las empresas mineras y a prejubilaciones. Pero adem¨¢s, y para paliar el declive, el plan del carb¨®n 2006-2012 financi¨® ¡°la transici¨®n de las comarcas mineras hacia actividades econ¨®micas de mayor valor a?adido y de mayor calidad de los recursos humanos¡±. Para ello anunci¨® que habr¨ªa 250 millones al a?o en infraestructuras (que inclu¨ªan nuevos pol¨ªgonos industriales) y 150 millones para proyectos empresariales. Y lo ha hecho con escaso ¨¦xito y control, seg¨²n todas las fuentes consultadas.

Jes¨²s Magad¨¢n recibe en la sede de Comisiones Obreras en Ponferrada (Le¨®n). A la puerta del responsable sindical de la miner¨ªa de la comarca acude un goteo de afectados por los ERE para consultarle. Calcula que la zona ha pasado de 2.800 mineros a 650 en 20 a?os. Y cita empresas creadas con ayudas de Fondos Miner: ¡°Comonor y LM [fabricantes de aerogeneradores e¨®licos], Inoxidables del Noroeste¡­ No recuerdo ninguna que se mantenga bien¡±.

¡°Levantad la boina que os tapa los ojos, le dec¨ªa a los alcaldes¡±, recuerda la exdiputada socialista Yolanda Casaus

La mayor¨ªa de las empresas han cerrado tras recibir subvenciones. Cumplieron los cinco a?os de funcionamiento m¨ªnimo que exige el plan de ayudas para no tener que devolver el dinero.

El fabricante de paneles solares Cel Celis abri¨® en 2010 tras invertir 35 millones (seis de ellos de ayudas) en un acto al que acudi¨® el vicepresidente de la Junta de Castilla y Le¨®n, Tom¨¢s Villanueva. El pasado 19 de enero, Industria public¨® en el Bolet¨ªn Oficial del Estado que iniciaba el tr¨¢mite de revocaci¨®n de la ayuda. Recurr¨ªa al BOE porque no hab¨ªa podido notificarlo a la empresa. En la empresa afirman que fue un problema de notificaci¨®n de los expedientes de la Junta de Castilla y Le¨®n. La firma sigue en marcha, pero con la producci¨®n parada. No se venden paneles solares.

El mismo bolet¨ªn inclu¨ªa otros 15 expedientes de revocaciones de ayudas a empresas que no hab¨ªan podido ser localizadas. Estaba una firma de deshuese de jamones de Andorra (Teruel), que ten¨ªa concedida una ayuda de 400.000 euros; un hotel de tres estrellas con 88 habitaciones en Alca?iz (Teruel), que nunca se lleg¨® a construir y que ten¨ªa concedidos 393.000 euros; o una f¨¢brica de embutidos en La Mata de los Olmos (Teruel), que funcion¨® entre 2008 y 2010, y tuvo adjudicada una subvenci¨®n de 527.000 euros.

Prefabricados Castelo, la mole cerrada junto a la cementera de Andorra, tuvo adjudicados 2,1 millones, y est¨¢ en la lista de los buscados por Industria. Solo en el ¨²ltimo a?o, el ministerio ha abierto expediente a un centenar de empresas que no encuentra, y que ten¨ªan adjudicados 50 millones entre 2007 y 2010, aunque no todas hab¨ªan llegado a cobrar la ayuda.

Tras dos semanas sin dar respuesta, Industria afirm¨® el viernes por la noche que de los 560 proyectos empresariales que entre 2009 y 2010 tuvieron asignada una subvenci¨®n ha revocado o anulado las ayudas a 218, por un importe de 129,9 millones. En la mitad de los casos son las empresas las que renuncian a la subvenci¨®n. En otros es el Gobierno porque las compa?¨ªas no han estado abiertas el tiempo previsto o no han cumplido con la inversi¨®n anunciada. Pese al paisaje de empresas cerradas que se ve sobre el terreno, el ministerio se?ala que estas anulaciones solo conllevan la obligaci¨®n de reintegrar 3,4 millones. Algunos expedientes est¨¢n en tramitaci¨®n y no han llegado al punto de la devoluci¨®n. De los 4.706 nuevos empleos anunciados, Industria asume que 1.863 nunca llegaron a crearse.

¡°Da igual que les reclamen las ayudas, son sociedades an¨®nimas que han desaparecido¡±, pronostica sombr¨ªo Jos¨¦ Luis Villares, secretario de miner¨ªa de Comisiones Obreras. Este admite que los planes para reindustrializar las zonas mineras no han funcionado. Hay infraestructuras, carreteras decentes que llegan a zonas remotas, pol¨ªgonos industriales en cada esquina dispuestos a recibir proyectos empresariales. Pero pocos empleos. Villares est¨¢ en una oficina de CC OO en Madrid, pero habla mezclando palabras en bable. Advierte: ¡°No intenten analizar los datos. Ni nosotros lo conseguimos. No nos los dan. Vengo de Asturias con un dato de ejecuci¨®n de convenios y dinero gastado y en el ministerio me dan otro que no coincide¡±.

CC OO remite al an¨¢lisis que public¨® en 2011 sobre el balance del periodo 2006- 2008: ¡°Del empleo comprometido a nivel nacional, 8.789 puestos, se crearon tan solo 514 puestos, mientras que se perdieron 4.215 [por la ca¨ªda de la producci¨®n del carb¨®n]¡±.

Magad¨¢n, por su parte, insiste en que el programa no estaba mal pensado, que ha sido la crisis y la pol¨ªtica energ¨¦tica del Gobierno del PP el que lo ha hecho naufragar. ¡°Las e¨®licas llegaron a emplear a miles de personas en Le¨®n y ahora apenas a unos cientos¡±, explica este hombre de 49 a?os que pas¨® un cuarto de siglo en la mina y que a?ade que no es sencillo atraer empresas a lugares geogr¨¢ficamente aislados.

A 30 kil¨®metros al sur de Ponferrada, en Bra?uelas, por el camino que marca la A-6, emerge otro monumento al fiasco de la reconversi¨®n: un pol¨ªgono terminado hace 12 a?os que sigue pr¨¢cticamente vac¨ªo. Benjam¨ªn Geijo, alcalde desde 1979 de este municipio que hoy tiene unos 400 habitantes, se lamenta: ¡°Vivo con la impotencia de ver que mi pueblo va a menos y que es muy dif¨ªcil hacer algo. Antes hab¨ªa 17 bares y ahora quedan dos¡±. Geijo habla en el restaurante que tiene junto a la autov¨ªa, un sitio apreciado por los camioneros. Bra?uelas no ten¨ªa minas, pero s¨ª el lavadero y la estaci¨®n de tren para el carb¨®n que se extra¨ªa de la monta?a.

Geijo, del PSOE, recuerda que hace m¨¢s de 20 a?os ya acudi¨® a un programa a TVE a un debate entre alcaldes de pueblos pujantes y otros venidos a menos. Fue cuando ofreci¨® suelo gratis a una empresa de misiles que suscitaba oposici¨®n en Navarra. A¨²n sigue buscando empresas.

Gracias a los fondos mineros ha construido una residencia de ancianos de 190.000 euros, un pol¨ªgono industrial de 400.000 y un vivero empresarial.

En una esquina del pol¨ªgono est¨¢ su ¨²nico inquilino, la empresa de Mag¨ªn Fern¨¢ndez Feliz, de 63 a?os, que moldura y trata el granito y la pizarra para cementerios o tejados. ¡°A m¨ª no me dieron fondos Miner y casi lo prefiero¡±, cuenta mientras pasea entre lascas. Aunque lleg¨® a tener 12 trabajadores, ahora la maneja con su socio. Espera que un inminente negocio de env¨ªo de plaquetas de pizarra a Alemania reactive la producci¨®n. ¡°Aqu¨ª habr¨ªa que reconvertir a la gente, m¨¢s que la zona. Los mineros se prejubilan con una buena pensi¨®n y no la arriesgan. Hacen que los hijos estudien y se vayan, pero no invierten su dinero. Si alguien quiere levantar esta tierra tenemos que ser nosotros, no esperar a que vengan los japoneses, los alemanes o los americanos a cosechar por nosotros¡±, opina Mag¨ªn.

Arag¨®n ha recibido del Estado en 15 a?os de planes mineros 350 millones para infraestructuras y 76 para proyectos empresariales. El consejero de Industria, Arturo Aliaga, del PAR, que ha estado al frente de los tres planes estrat¨¦gicos del carb¨®n en la comunidad, defiende que las cosas se han hecho de forma ¡°exquisita¡± y culpa a la crisis de haberse llevado por delante a las empresas que llegaron a Teruel con el plan Miner. Pero apunta otro escollo para la reconversi¨®n: la presi¨®n social de las zonas mineras para atraer proyectos a cada pueblo. ¡°?Que si Andorra necesitaba tres pol¨ªgonos? Es que si no los hacemos nos matan. Preg¨²ntele al entonces alcalde, que era de Izquierda Unida¡±.

Aliaga cree que es dif¨ªcil atraer empresas a las cuencas mineras por su complicada orograf¨ªa y justifica que muchas de las compa?¨ªas que llegaron a Teruel estuvieran relacionadas con la construcci¨®n. ¡°Cuando todo esto se plante¨®, el modelo no era descabellado, pero ahora ?qu¨¦ quiere llevar a Andorra? ?Cu¨¢ntos j¨®venes se quieren ir a trabajar all¨ª? No pod¨ªamos atraer a empresas especializadas¡±.

En Ari?o (Teruel), un municipio de 900 habitantes, se puso hace diez a?os la primera piedra del balneario que habr¨ªa de cambiar la econom¨ªa del pueblo. Pero no logr¨® acabarlo. El pueblo sigue dependiendo del carb¨®n. El alcalde, Joaqu¨ªn Noe, baja a la mina cada d¨ªa. Los cascos y las camisetas negras en defensa del sector decoran el bar y una torreta de extracci¨®n da la bienvenida al visitante a la entrada del municipio. Carlos Luna, concejal socialista de Ari?o y minero reci¨¦n jubilado, tiene en este balneario, que se supone que alg¨²n d¨ªa dar¨¢ trabajo a una treintena de personas, su esperanza para que el pueblo no muera. ¡°El Miner ha estado mal repartido, cada uno ha mirado solo por lo suyo, y as¨ª no se puede¡±, asegura.

Yolanda Casaus, concejal socialista de Andorra, estuvo dos legislaturas en el Congreso llevando los temas del carb¨®n. Para ella, el principal problema ha sido ¡°la planificaci¨®n, m¨¢s pensada para los pueblos que para el conjunto¡±. Y la lentitud en la concesi¨®n de las subvenciones.

Las ayudas se deciden en llamada Mesa de la Miner¨ªa. Una veintena de personas ¡ªde la Comunidad, parlamentarios auton¨®micos, los Ayuntamientos y los sindicatos¡ª que se re¨²ne cuando el Gobierno auton¨®mico las convoca para decidir qu¨¦ proyectos reciben ayudas, despu¨¦s de que las propuestas hayan pasado por una comisi¨®n t¨¦cnica. Para Casaus, estos encuentros, que se pod¨ªan alargar durante horas, nunca acabaron de ser del todo transparentes y es el origen de que se aprobaran algunas iniciativas con ¡°poco sentido para un territorio como Teruel¡±. ¡°Arag¨®n ha hecho pol¨ªgonos para criar ababoles [amapolas]¡±, relata Casaus. ¡°Yo hablaba con los alcaldes y les dec¨ªa: ¡®Haced el favor de levantar la boina que os tapa los ojos¡±.

Por supuesto no todas las empresas subvencionadas han ca¨ªdo. Casting Ros, en Utrillas (Teruel), dedicada a fabricar piezas de autom¨®vil, se ha convertido en el motor de la comarca y las ayudas han sido imprescindibles para su supervivencia, una de ellas del plan Miner. Ha estado en la cuerda floja en varias ocasiones y en 2010 estuvo a punto de sufrir un ERE que iba a afectar a casi la totalidad de su plantilla, pero unos pedidos llegados in extremis anularon el proceso. En 2008, Casting Ros contaba con 500 trabajadores, pero la ca¨ªda de la producci¨®n ha hecho que ahora haya unos 300.

"No se ha frenado la aton¨ªa¡å

Paz Benito, la profesora de Geograf¨ªa de la Universidad de Le¨®n, remata: ¡°Los fondos no han dado un resultado evidente. No dir¨ªa que ha sido un fracaso, pero es obvio que no ha frenado la aton¨ªa econ¨®mica y la despoblaci¨®n¡±. Julio Lago, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Le¨®n, da ¨¢nimos al que se decide a escrutar los datos: ¡°He intentado hacer alg¨²n estudio, pero cuando he pedido datos al Instituto del Carb¨®n no me los dieron. Buena suerte¡±.

Ferm¨ªn Rodr¨ªguez, director de un centro de la Universidad de Oviedo, present¨® al ministerio un proyecto para evaluar las ayudas, pero cuenta que no vio mucho inter¨¦s. Rodr¨ªguez sostiene que si Industria ha pagado por residencias que no funcionan es en parte porque el dinero se ha gestionado ¡°de forma burocr¨¢tica, mirando el expediente m¨¢s que el proyecto. Si el papel dice que algo est¨¢ en marcha es que est¨¢¡±. Rodr¨ªguez recuerda que al principio del plan los alcaldes ped¨ªan e Industria daba: ¡°Uno reclamaba una bolera y otro un abrevadero. No ha sido un modelo de gesti¨®n¡±.

Una fuente que estuvo en Industria hace unos a?os cuenta c¨®mo se ve¨ªa el Miner all¨ª: ¡°Las comunidades y los sindicatos presentaban los proyectos e Industria pagaba y miraba para otro lado. Nadie quiere hacer balance de ese programa porque a nadie le interesa¡±.

Izquierda Unidad en Le¨®n s¨ª que se empe?a en reclamar una auditor¨ªa. ¡°Ha habido cazasubvenciones, empresas que abr¨ªan, estaban el m¨ªnimo tiempo posible y luego cerraban sin control. Ni el PSOE ni el PP ni los sindicatos quieren analizar qu¨¦ ha pasado con el dinero¡±, opina Santiago Ord¨®?ez, coordinador de IU en la provincia.

Incluso si no se buscan culpables, Paz Benito echa en falta una auditor¨ªa p¨²blica, un balance de c¨®mo ha ido un programa tan grande de dinero p¨²blico: ¡°No lo hay, porque ?a qui¨¦n le interesa ese balance? Ni al Gobierno, ni a los sindicatos, ni a las comunidades les interesa, porque han participado en la toma de decisiones. A los habitantes de estas zonas les resulta indiferente porque viven mayoritariamente de la prejubilaci¨®n y sus hijos est¨¢n fuera. Y las empresas creen que no tienen que dar cuentas del dinero p¨²blico que reciben. Nadie se hace responsable de la herencia que recibe ni de la que deja y por eso nadie hace balance, no interesa¡±.

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