El contrabando fronterizo se dispara
El cerrojazo de Argelia al comercio ilegal con Marruecos beneficia a Ceuta y Melilla
Las fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos, las m¨¢s transitadas de ?frica, siempre han sido un caos, pero desde hace unas semanas lo son algo m¨¢s por las obras que se acometen all¨ª, por la reordenaci¨®n del tr¨¢nsito a trav¨¦s de los diferentes pasos y tambi¨¦n por el incremento del contrabando.
El cerrojazo que Argelia ha dado al estraperlo con Marruecos a principios del oto?o ha incitado a cientos de marroqu¨ªes a buscar trabajo en las fronteras terrestres espa?olas. Tras obtener documentos de identidad emitidos en las provincias de Nador o Tetu¨¢n, que les eximen de visado para entrar en Melilla y Ceuta, han empezado a trasladar mercanc¨ªas de las ciudades aut¨®nomas a Marruecos.
¡°Las colas de porteadores son m¨¢s largas, hay muchas caras nuevas y se habla algo m¨¢s de ¨¢rabe y no tanto tamazig (rife?o), lo que significa que han venido de m¨¢s lejos a trabajar aqu¨ª¡±, comenta un agente de la Guardia Civil destinado en uno de los pasos fronterizos de Melilla. En Ceuta, el delegado del Gobierno, Francisco Antonio Gonz¨¢lez P¨¦rez, afirm¨® hace 10 d¨ªas que ahora hay ¡°unos 5.000 porteadores m¨¢s que hace unos meses¡±, cuando eran alrededor de 20.000.
La estimaci¨®n es probablemente algo exagerada porque Ceuta est¨¢ lejos (337 kil¨®metros) de Oujda, el hasta ahora punto neur¨¢lgico del contrabando entre los dos pesos pesados del Magreb. Melilla se halla, en cambio, a tan solo 115 kil¨®metros de ese lugar por el que entraban en Marruecos gasolina y otros muchos productos subvencionados en Argelia, desde medicinas hasta leche.
La exportaci¨®n de Ceuta y Melilla dobla la de Espa?a a Venezuela
Said Chramti, un pol¨¦mico agitador marroqu¨ª, pero que conoce al dedillo la frontera de Melilla, se?al¨® a este corresponsal que el ¡°comercio at¨ªpico¡±, como lo llaman los melillenses, aument¨® en el ¨²ltimo mes alrededor de un 40%. ¡°A ojo de buen cubero, nuestra impresi¨®n es que se increment¨® algo m¨¢s de un 20%¡±, indica, en cambio, un guardia civil.
Guillermo Mart¨ªnez, que hasta principios del verano fue consejero de Econom¨ªa y Hacienda de Ceuta, calculaba que las exportaciones at¨ªpicas de la ciudad a Marruecos ¡°rebasan los 700 millones de euros¡± al a?o. Las de Melilla son similares, aunque por su frontera de Beni Enzar tambi¨¦n se intercambian mercanc¨ªas legalmente, algo que no sucede en Ceuta, que carece de aduana comercial.
Juntas, las dos ciudades, con menos de 170.000 habitantes en total, exportaron en 2012 unos 1.500 millones de euros, una cantidad similar a las ventas anuales espa?olas a Australia, el doble de las que se efect¨²an a Venezuela.
Las mercanc¨ªas que entran en Ceuta y Melilla para ser reexportadas a Marruecos pagan el IPSI (un IVA reducido), y este impuesto se ha convertido desde hace a?os en la principal fuente de ingresos de las haciendas locales. En la ciudad del Estrecho est¨¢ previsto, por ejemplo, que ese gravamen reporte en 2014 m¨¢s de 64 millones de euros, mientras que el IPSI interior, el del consumo en la ciudad, solo supondr¨¢ 26,3 millones.
El comercio at¨ªpico es solo una faceta de la dependencia de ambas ciudades de su entorno marroqu¨ª. Las compras de los marroqu¨ªes en los comercios locales han ido aumentado estos ¨²ltimos a?os, hasta el punto de que en Ceuta representan entre el 40% y el 45% de la facturaci¨®n de las tiendas, seg¨²n la estimaci¨®n de Rafael Montero, presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios ceut¨ªes.
¡°Nuestro comercio se apoya ahora en un turista marroqu¨ª al que hay que cuidar y mimar constantemente, ya que es evidente que de la Pen¨ªnsula ya no viene apenas nadie porque el precio del billete de barco sigue siendo una barrera insuperable¡±, recalc¨® Montero. Las compras de los marroqu¨ªes son las que han incitado a las grandes marcas textiles espa?olas ¡ªMango, Sfera e Inditex¡ª a abrir tiendas en la ciudad.
El aumento de porteadores y las obras generan caos en las fronteras
El contrabando genera 45.000 puestos de trabajo directos en Marruecos y unos 400.000 indirectos, seg¨²n un estudio publicado hace ya m¨¢s de una d¨¦cada por la C¨¢mara de Comercio Americana de Casablanca. Permite, adem¨¢s, enriquecerse a los cientos de aduaneros y agentes de las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes destinados en esas fronteras y que cobran comisiones por hacer la vista gorda.
El rey Mohamed VI ordena de vez en cuando purgas para luchar contra la corrupci¨®n. En agosto pasado puso en marcha una investigaci¨®n que acab¨® provocando la detenci¨®n de medio centenar de gendarmes, polic¨ªas y aduaneros destinados en ambas fronteras terrestres y tambi¨¦n en los cercanos puertos de T¨¢nger y Nador. Hace ya tambi¨¦n una d¨¦cada, el semanario Al Ayam de Casablanca calcul¨® que los funcionarios destinados en las fronteras del norte se repart¨ªan al a?o unos 90 millones de euros procedentes de las comisiones.
Argelia no para ahora de asestar golpes a un contrabando con Marruecos que, sostiene, perjudica sus intereses y el bienestar de la poblaci¨®n del oeste del pa¨ªs, que padece, a veces, escasez de determinados productos exportados ilegalmente al vecino. En solo dos d¨ªas, a principios de noviembre, su gendarmer¨ªa se incaut¨®, por ejemplo, de 6.000 litros de combustible, 25 toneladas de alimentos, 110 reses, productos cosm¨¦ticos y cientos de electrodom¨¦sticos que estaban destinados al mercado marroqu¨ª.
El ministro argelino de Energ¨ªa, Youcef Yousfi, revel¨® en julio pasado que, cada a?o, unos 1.500 millones de litros de gasolina eran trasladados ilegalmente a T¨²nez y, sobre todo, a Marruecos en coches con el maletero convertido en dep¨®sito o en simples bidones. Permiten circular a 600.000 veh¨ªculos durante todo un a?o.
Para acabar con este tr¨¢fico, Argelia prepara una nueva ley, que endurece las condenas ¡ªoscilar¨¢n entre 2 y 10 a?os¡ª y las multas. El director general de aduanas argelino, Mohamed Abdou Bouderbala, anunci¨® tambi¨¦n a principios de mes un incremento de los puestos de control a lo largo de la frontera occidental y del n¨²mero de agentes destinados en cada uno de ellos.
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