Mal zurcida y mal apa?ada
En apenas diez d¨ªas, el ministro de Industria ha pasado de santificar el mercado el¨¦ctrico ¡ªen realidad un suced¨¢neo deforme de mercado¡ª a proclamar a los cuatro vientos que la electricidad en Espa?a tiene un problema de mercado; en el mismo plazo, el ministro Soria ha saltado del liberalismo verbal al intervencionismo de facto, intervencionismo que responde, no se olvide, a naturaleza real del PP en el ¨¢mbito econ¨®mico. Este viernes, el Gobierno anunci¨® una subida discrecional del precio de la luz para el primer trimestre de 2014; y es discrecional porque las recomendaciones de la Comisi¨®n Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) que ofrec¨ªan dos posibilidades de subida, el 1,4% ¡ªla elegida, a la que habr¨ªa que sumar el 0,9% de aumento de los peajes¡ª no responden a ning¨²n fundamento de oferta y demanda. Es verdad que las propuestas est¨¢n referidas a mercados de futuros recientes, pero ¨¦stos son tan estrechos y poco l¨ªquidos que no pueden ofrecer una referencia fiable a medio plazo. La contradicci¨®n en la que incurre este Gobierno es m¨¢s que evidente: desconf¨ªa de la subasta, hasta el punto de anularla (con raz¨®n, pero de forma impropia) y al mismo tiempo recurre a mercados il¨ªquidos para fundamentar su intervenci¨®n.
El problema de la intervenci¨®n administrativa transitoria es que no detiene el precio del recibo en el 2,3% (una subida, por cierto, que en comparaci¨®n con la ca¨ªda generalizada de rentas, supone un agravamiento de las dificultades de los hogares para llegar a fin de mes), porque el precio que habr¨¢ que reconocer por la electricidad a las compa?¨ªas comercializadoras ser¨¢ el que marque, para entendernos, el mercado diario; y como ese precio probablemente subir¨¢ m¨¢s que el 1,4% reconocido por el Gobierno, el remiendo transitorio (tres meses, aunque ya se ver¨¢) tendr¨¢ el mismo efecto nocivo que el mecanismo de generaci¨®n del d¨¦ficit de tarifa. Se reconoce un coste a las comercializadoras que est¨¢ por encima del aumento aprobado de los ingresos. Dicho de otro modo, si el d¨¦ficit de tarifa hasta ahora implicaba que faltaban ingresos (obtenidos de los consumidores) para atender los costes regulados, con la soluci¨®n transitoria de ayer el coste de la electricidad tambi¨¦n incurrir¨¢ en d¨¦ficit, si bien por un solo trimestre. Las decisiones irreflexivas del Gobierno han conseguido pues que todo, regulado o no regulado, sea d¨¦ficit y, lo que es peor, que se abra un periodo de grave incertidumbre sobre el precio de la electricidad.
La l¨®gica pol¨ªtica y t¨¦cnica de intervenir precios conduce al pesimismo y tendr¨¢ consecuencias
Porque no acaban aqu¨ª las dudas sobre la decisi¨®n de ayer. Como se ha dicho, el borrador de orden de peajes enviado a tr¨¢mite por Industria eleva el precio en el 0,9%. Esta subida, seg¨²n todos los c¨¢lculos disponibles, es insuficiente para cubrir las exigencias del d¨¦ficit de tarifa generado en 2013. La consecuencia m¨¢s probable de esta insuficiencia, m¨¢s el desajuste del precio de la electricidad mencionado, es que en los pr¨®ximos trimestres se encadenen subidas crecientes del precio del kilowatio que se encarnizar¨¢n con el recibo de la luz. No es necesario subrayar que las visiones ser¨¢ficas ofrecidas por el Gobierno ¡ª"lo importante" es que se ha evitado una subida de la luz del 11%¡ª tergiversan la realidad. La maniobra del presidente del Gobierno y el ministro Soria no resuelve el problema de fondo, el de la estructura del mercado el¨¦ctrico que presiona sobre el precio de la electricidad con absoluta desconexi¨®n de la oferta y la demanda, y ni siquiera tranquiliza sobre las graves dudas que ha provocado la supresi¨®n de la subasta el¨¦ctrica. La respuesta de ayer para ambas cuestiones es un rotundo fracaso.
Porque para resolver el problema de la estructura de mercado habr¨ªa que actuar sobre la propiedad de las compa?¨ªas (romper la integraci¨®n vertical) e imponer un nuevo modelo de fijaci¨®n de precios en funci¨®n de cada una de las tecnolog¨ªas; y porque referir los precios a mercados marginalistas es un error; los hechos han demostrado que es un mecanismo inmanejable. La volatilidad dispara los precios que, sin raz¨®n, acaban repercutiendo en rentas crecientemente bajas. La intervenci¨®n, chapucera y costosa ¡ªtendr¨¢ malas consecuencias sobre las comercializadoras independientes, reducir¨¢ las transacciones en el mercado de electricidad e incluso puede generar escasez de suministro a precios de tarifa¡ª demuestra por la v¨ªa de los hechos esa imposibilidad.
Para resolver el problema de la estructura de mercado habr¨ªa que actuar sobre las compa?¨ªas?
La l¨®gica pol¨ªtica y t¨¦cnica de la intervenci¨®n de precios induce irremediablemente al pesimismo. Las conclusiones pol¨ªticas y econ¨®micas caen por su propio peso: 1.- El ministerio de Industria y el Gobierno no disponen de un m¨¦todo que sustituya a la subasta el¨¦ctrica como c¨¢lculo de los precios; 2.- En consecuencia han aplazado durante tres meses cualquier decisi¨®n de fondo sobre el mercado el¨¦ctrico, a pesar de que ha entrado en una fase de colapso que se ir¨¢ apreciando d¨ªa a d¨ªa; 3.- Adem¨¢s, como da?o colateral, han implicado a la CNMC en una decisi¨®n que la Comisi¨®n Europea observa con irritaci¨®n, que es la supresi¨®n de la subasta el¨¦ctrica, es decir, de un mercado, comprometiendo la independencia del mencionado supervisor; 4.- Cualquier decisi¨®n de fijar referencias m¨¢s representativas para los precios de la electricidad, como por ejemplo, indexarlos con la media de precios del pool, tropezar¨¢ con la resistencia de las empresas; y 5.- La mala gesti¨®n pol¨ªtica de la reforma el¨¦ctrica ha dilapidado la oportunidad de reducir el d¨¦ficit de tarifa; la evoluci¨®n inmediata m¨¢s probable es que aumente hasta los 30.000 millones, m¨¢s carga sobre los balances de las compa?¨ªas ¡ªaunque no es precisamente el principal problema financiero de las el¨¦ctricas¡ª y m¨¢s tensi¨®n sobre la prima de riesgo, a la que tampoco es ajeno el descr¨¦dito de la gesti¨®n del Gobierno.
En Italia dir¨ªan que la intervenci¨®n del Gobierno ha estado ratopatta e rifatta (mal zurcida y mal apa?ada). La capacidad t¨¦cnica y pol¨ªtica del ministerio de Industria solo dan para sembrar el caos.
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