Falta voluntad pol¨ªtica contra el fraude fiscal
Crece el porcentaje de ciudadanos que creen que ha aumentado el fraude fiscal en la ¨²ltima d¨¦cada.
El ¨²ltimo bar¨®metro fiscal del Instituto de Estudios Fiscales no deja lugar a dudas en cuanto a las opiniones de los ciudadanos sobre el fraude fiscal, ya que el porcentaje que cree que se ha incrementado el fraude fiscal en la ¨²ltima d¨¦cada ha pasado del 79% al 89%. Sin embargo, y en l¨ªnea con las encuestas de a?os anteriores, la valoraci¨®n de la asistencia que presta la Agencia Tributaria al contribuyente supera el 86% de satisfacci¨®n.
Lo que resulta a¨²n m¨¢s preocupante es que en ese bar¨®metro fiscal es que el 49% de los encuestados consideran que la causa principal del fraude se debe a causas de ¨ªndole administrativa: impunidad de los grandes defraudadores, la gente que m¨¢s tiene es la que menos paga, e ineficacia de la lucha contra el fraude.
Dado que los datos se refieren al a?o 2012, es de esperar que en la encuesta del pr¨®ximo a?o las opiniones sean a¨²n m¨¢s negativas, debido a la p¨¦rdida brutal de imagen que ha padecido la Agencia Tributaria en los ¨²ltimos meses como consecuencia de su actuaci¨®n en determinados expedientes, y de la inestabilidad de su estructura directiva, con el baile continuo de nombramientos y ceses, que ha aumentado la percepci¨®n por parte de los ciudadanos de su utilizaci¨®n pol¨ªtica.
Los sucesivos Gobiernos repiten de forma machacona que una de sus misiones prioritarias es la lucha contra el fraude fiscal, pero los que estamos al pi¨¦ del ca?¨®n no nos dejamos enga?ar por las palabras, salvo que vayan acompa?adas de hechos, lo que hasta ahora no ha ocurrido. La ¨²nica conclusi¨®n posible es que falta voluntad pol¨ªtica para luchar contra el fraude fiscal, a pesar de las manifestaciones en sentido contrario.
As¨ª, recientemente se ha aprobado, en palabras del Ministro, la "ley contra el fraude m¨¢s dura de la democracia", pero la experiencia nos dice que las medidas positivas que contiene no van a servir para mucho si no se solucionan los graves problemas que tiene el ¨®rgano encargado de aplicarla: la Agencia Tributaria.
Igual que con el fraude fiscal, la situaci¨®n de la Agencia Tributaria no se soluciona con una medida milagrosa, sino que adem¨¢s hay que dotarla de los medios suficientes y acometiendo reformas en su estructura, en su forma de trabajar; dar soluci¨®n a la nefasta pol¨ªtica de recursos humanos, y aislarla de las influencias pol¨ªticas. Adem¨¢s, se deber¨ªa acometer otras reformas legales, como abordar la creaci¨®n de la polic¨ªa fiscal, reformar el delito fiscal, modificar los procedimientos para poder perseguir con eficacia a los defraudadores recalcitrantes, o establecer responsabilidades y duras sanciones para quienes inciten o colaboren con el fraude.
Por lo que se refiere a la falta de medios, en la Ley de Presupuestos para el a?o 2014 se comprueba que no se soluciona uno de los graves problemas que tiene la Agencia Tributaria: la falta de medios humanos en la lucha contra el fraude fiscal, ya que en dicha ley se dispone (lo mismo que en a?os anteriores) que solo se puede reponer 10 de cada 100 funcionarios que se jubilen, y no hay que olvidar que se prev¨¦ en los pr¨®ximos a?os una p¨¦rdida importante de efectivos como consecuencia de las jubilaciones. Adem¨¢s, un dato a tener en cuenta es que la Agencia dispone de la mitad de efectivos en la lucha contra el fraude en comparaci¨®n con pa¨ªses como Francia, Reino Unido o Alemania.
Otro tema regulado en la Ley de Presupuestos es el presupuesto de la Agencia, compuesto por un importe fijo, igual al a?o anterior, pero que ya hab¨ªa sido recortado de forma importante en los ¨²ltimos a?os. Adem¨¢s, la instituci¨®n percibe un 5% de las liquidaciones que efect¨²a, por lo que resulta incomprensible que, con la que est¨¢ cayendo y siendo la Agencia el organismo encargado de gestionar el sistema tributario, no se haya hecho un plan especial de lucha contra el fraude fiscal, como los Inspectores de Hacienda llevan demandando en los ¨²ltimos a?os y con el que se podr¨ªa aportar importantes recursos a las arcas del Estado, y ello sin coste adicional, ya que los mayores recursos necesarios para aplicar dicho plan se obtendr¨ªan de ese 5%, mayor cuantos mayores ingresos se liquiden.
En mi opini¨®n, la falta de voluntad pol¨ªtica de luchar contra el fraude fiscal obedece a diferentes causas. Una de ellas es de car¨¢cter cuantitativo, ya que los 10.000 millones de ingresos que se obtienen de media anual en la lucha contra el fraude resultan insignificantes en relaci¨®n con los ingresos tributarios totales del Estado. Es importante tener en cuenta, adem¨¢s, que una parte importante procede de cobros de liquidaciones de a?os anteriores y que fueron recurridas en su momento. El pol¨ªtico siempre mira a corto plazo y no demuestra inter¨¦s en abordar reformas estrat¨¦gicas, o planes cuyos resultados se puedan alargar en el futuro, y la lucha contra el fraude fiscal no puede abordarse nunca con pol¨ªticas a corto plazo.
Una segunda causa es que en la lucha contra el fraude se tendr¨ªa que abordar el cometido por las grandes empresas y grandes fortunas, habi¨¦ndose demostrado hasta ahora que no hay mucho inter¨¦s. Prueba de ellos es que cuando los inspectores ponen el dedo en la llaga, como ocurri¨® con las Sicavs, les quitaron las competencias para comprobarlas.
Los ciudadanos responden en las encuestas que no defraudan m¨¢s debido al miedo a una Inspecci¨®n y esa respuesta le resulta suficiente a los pol¨ªticos para no hacer m¨¢s. No se deber¨ªa olvidar que con el tiempo y con la falta de medidas adecuadas, ese miedo que los ciudadanos dicen tener a la Inspecci¨®n desaparecer¨¢ porque los defraudadores se dar¨¢n cuenta de las nulas posibilidades de que el fraude sea descubierto, salvo que se refiera a rentas controladas, que eso funciona como un reloj.
Jos¨¦ Mar¨ªa Pel¨¢ez Martos, Inspector de Hacienda del Estado
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