Crecimiento del PIB y el empleo
?Cu¨¢nto ha de crecer el PIB para que aumente el empleo y se reduzca la tasa de paro? Esta es una pregunta muy frecuente que generalmente recibe respuestas similares: alrededor del 2%. Sin embargo, la pregunta no est¨¢ bien fundamentada porque existe causalidad bidireccional entre las macromagnitudes PIB y empleo. Dependiendo de la productividad, mayor crecimiento del PIB conlleva un aumento del empleo neto. Dependiendo del uso de los restantes inputs productivos, m¨¢s ocupaci¨®n implica un mayor crecimiento del PIB v¨ªa demanda agregada. Tampoco la respuesta anterior es necesariamente correcta: como se pone de manifiesto a continuaci¨®n, depende de otros muchos factores.
Existen visiones alternativas del funcionamiento del mercado laboral que enfatizan mecanismos distintos de causalidad. Seg¨²n la teor¨ªa neocl¨¢sica, dada la tecnolog¨ªa existente, el nivel del salario real (salario nominal menos deflactor del PIB) determina el n¨²mero de horas trabajadas con que las empresas maximizan sus beneficios. Dicho nivel de empleo no depende de la demanda agregada pues, bajo competencia perfecta, las empresas pueden vender lo que deseen al precio de equilibrio. Por el contrario, al cuestionar el funcionamiento competitivo de los mercados de bienes y servicios, la teor¨ªa keynesiana predice la causalidad inversa: desde el output / empleo hacia el salario real. Dada de nuevo la tecnolog¨ªa, el empleo viene determinado por la demanda agregada a la que se enfrentan empresas que operan en competencia monopol¨ªstica, donde los m¨¢rgenes precio-coste juegan un papel relevante. Para un nivel de ocupaci¨®n predeterminado, la demanda de trabajo de este tipo de empresas establece el salario real compatible con la minimizaci¨®n de los costes de producci¨®n.
Incluso bastar¨ªa una mejora del PIB de solo el 3% para que bajase la tasa de paro
El tono de la pregunta inicial parece reflejar mejor una concepci¨®n keynesiana del funcionamiento de la econom¨ªa. As¨ª, la respuesta del 2% procede de utilizar los datos hist¨®ricos de la econom¨ªa espa?ola para ajustar una relaci¨®n lineal entre las tasas de crecimiento del empleo (variable dependiente) y del PIB (variable explicativa). Dicha relaci¨®n implica que la primera tasa es igual a la segunda multiplicada por una pendiente (elasticidad del empleo al PIB) m¨¢s una constante (ordenada) que nos indica el cambio en el empleo cuando el PIB no var¨ªa. Estimados ambos par¨¢metros, podemos calcular f¨¢cilmente cu¨¢l es el umbral de la tasa de crecimiento del PIB compatible con una tasa nula de variaci¨®n del empleo. Al tratarse de una relaci¨®n creciente, tasas superiores (inferiores) a dicho umbral supondr¨¢n creaci¨®n (destrucci¨®n) neta de empleo. El mismo ejercicio puede formularse utilizando las variaciones de la tasa de paro en un a?o respecto al anterior. Siendo la variaci¨®n de la tasa de paro aproximadamente igual a la diferencia entre las tasas de crecimiento de la poblaci¨®n activa y del empleo, el hecho de que la fuerza laboral fluct¨²e mucho menos que la ocupaci¨®n implica que el nuevo umbral sea similar a la anterior.
El problema con este enfoque tan simple es que el ajuste de la relaci¨®n lineal a los datos observados puede ser bastante deficiente (grandes residuos) adem¨¢s de mostrar s¨ªntomas de inestabilidad a largo del tiempo. ?Por qu¨¦? Simplemente porque se ignoran elementos clave en ambas teor¨ªas, como son los cambios en la evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa existente, en los precios del factor trabajo, en el grado de competencia en los mercados de bienes y servicios y en los costes de ajuste de los inputs (costes de despido y de contrataci¨®n, costes de instalaci¨®n de la maquinaria, etc¨¦tera).
Como maximizar beneficios y minimizar costes de producci¨®n son problemas duales en la operativa de las empresas ante una tecnolog¨ªa dada (funci¨®n de producci¨®n), estimar el umbral de crecimiento del PIB necesario para mejorar el panorama de nuestro mercado laboral, no es una tarea tan complicada. Se trata de derivar las funciones de demanda de los factores para producir una cantidad dada de output, abstray¨¦ndonos de c¨®mo se determina este. Existen t¨¦cnicas econom¨¦tricas que permiten este enfoque. Adem¨¢s, pueden obtenerse umbrales de crecimiento del PIB a corto y largo plazo, dependiendo de la din¨¢mica de los costes de ajuste.
Los resultados de dicho ejercicio indican que la ca¨ªda en los salarios reales, los menores costes de despido y el ligero repunte de la temporalidad pueden haber reducido el valor del umbral necesario para crear empleo neto a cerca del 1%. Incluso bastar¨ªa con un 0,3% para reducir la tasa de paro, dada la progresiva reducci¨®n de la poblaci¨®n activa, v¨ªa des¨¢nimo y emigraci¨®n. Las pol¨ªticas de demanda y oferta dirigidas a superar dichos umbrales de crecimiento del PIB y a mejorar la calidad del nuevo empleo son harina de otro costal.
Juan J. Dolado, catedr¨¢tico de Econom¨ªa, en el European University Institute (Florencia).
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