Brasil reduce el desempleo, pero no aumenta la productividad
La tasa de paro m¨¢s baja de la historia esconde empleos de mala calidad, baja cualificaci¨®n y falta de competitividad internacional
Brasil ha creado puestos de trabajo hasta alcanzar la marca de desempleo m¨¢s baja de la historia, como mostr¨® este jueves el Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica (IBGE). La Encuesta Mensual de Empleo muestra una tasa media de desocupaci¨®n del 5,4% en 2013. Sin embargo, la productividad del trabajador est¨¢ pr¨¢cticamente estancada y obstaculiza un verdadero salto en la calidad de la econom¨ªa.
Seg¨²n una la Confederaci¨®n Nacional de Industria (CNI), la productividad de la industria nacional aument¨® un 1,1% de 2001 a 2012, mientras que los salarios aumentaron un 169%. En comparaci¨®n con otros 13 pa¨ªses con un desarrollo industrial similar (Espa?a, Australia, Canad¨¢, M¨¦xico, Chile y Argentina, entre otros), el estudio de la CNI muestra que los trabajadores brasile?os solo m¨¢s productivos que en India. Entre las razones que m¨¢s influyen en el bajo rendimiento est¨¢n, como siempre, el peso de los impuestos, la falta de infraestructura y log¨ªstica y la educaci¨®n, dice la CNI. Otra encuesta de la Fundaci¨®n Get¨²lio Vargas mostr¨® lo mismo al comparar Brasil con la econom¨ªa m¨¢s eficiente del mundo, la de los Estados Unidos, llegando a la conclusi¨®n de que en 2012 un norteamericano era un 82% m¨¢s productivo que un brasile?o.?
Brasil ha sido un ¨¦xito en un tipo de creaci¨®n de empleo: los de mala calidad, ocupados por trabajadores de baja cualificaci¨®n y que reciben salarios altos. O que cuestan demasiado caro para quienes tienen que pagarlos. Empleos con ese perfil compusieron el grueso del 1,1 mill¨®n de vacantes del Cadastro General de Empleos (Caged) en 2013. El ministro de Trabajo, Manoel D¨ªas, dice que espera que se creen seis millones de puestos de trabajo hasta 2014. Y la perspectiva es que no sean mucho mejores que los creados el a?o pasado.
Pero, adem¨¢s de la baja productividad, la distribuci¨®n del empleo en el pa¨ªs se ha dado de forma desigual entre regiones. La regi¨®n sur, por ejemplo, tuvo una tasa de desempleo del 3,8% en la poblaci¨®n entre 25 y 39 a?os, mientras que en el Nordeste el ¨ªndice lleg¨® al 10,3%, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta Nacional por Muestra de Domicilios Continua (PNAD), del IBGE.
Brasil ha sido un ¨¦xito en un tipo de creaci¨®n de empleo: los de mala calidad, ocupados por trabajadores de baja cualificaci¨®n y que reciben salarios altos.
Para Alcino Leite, profesor de econom¨ªa de la Trevisan Escuela de Negocios, la disparidad se debe a la diferencia de la estructura econ¨®mica entre las regiones brasile?as, que est¨¢ menos desarrollada en las regiones del Nordeste y Norte. Leite tambi¨¦n cree que los programas de asistencia social, como el de Bolsa Familia, m¨¢s presentes en esas regiones, en vez de crear lazos que convierten a las familias en dependientes, activan los engranajes econ¨®micos regionales, irrigando el comercio local con m¨¢s recursos. ¡°Lo que se observa en el Nordeste es que muchos trabajadores a los que se les llama desalentados, o sea, que no buscaban m¨¢s empleo, ahora buscan esas oportunidades, que exist¨ªan para pocos antes y eso tiene un impacto en el resultado de la encuesta¡±, eval¨²a.
Esa saludable existencia de m¨¢s puestos de trabajo, sin embargo, acaba alimentando el motor de la alta rotatividad. Para el secretario general de la Central ?nica de los Trabajadores (CUT), Sergio Nobre, hoy es com¨²n que un trabajador cambie de empleo dos o tres veces por a?o. ¡°A veces, hacen eso por aumentos salariales que no llegan ni a 100 reales. Si Brasil no crea oportunidades m¨¢s estables, nunca vamos a conseguir entrar en el mismo marco comparativo de las econom¨ªas desarrolladas¡±, dice Nobre.
En Brasil, tras seis meses de trabajo con la cartera firmada, como se llama al contrato formal, el ciudadano pasa a tener derecho a un seguro desempleo, pagado por el Gobierno por un plazo de tres a cinco meses y que puede alcanzar el valor m¨¢ximo de 1.268,49 reales (308 d¨®lares). Como el pago de horas extra es bastante inusual debido a los altos costes que supone, muchos trabajadores usan el famoso jeitinho brasile?o para conseguir 'acuerdos' por los que son despedidos, evitando as¨ª, iniciar una acci¨®n judicial. De ese modo, los trabajadores pueden acceder al salario de desempleo, siempre que no sean contratados de nuevo. La Justicia laboral brasile?a es rigurosa y, en teor¨ªa, decide r¨¢pidamente y a favor de los trabajadores.
El economista Julio Gomes de Almeida, de la Universidad de Campinas (Unicamp), dice que ya existe una cultura en la que el cambio de empleo se convirti¨® en norma. ¡°Existen personas que salen de un empleo contando ya con los recursos del despido hasta una futura contrataci¨®n en una posici¨®n muy similar a la que abandonaron¡±, afirma. ¡°No tiene mucho sentido financiero desde el punto de vista de un economista, pero mucha gente lo hace¡±.
Existen personas que salen de un empleo ya contando con los recursos del despido hasta una futura contrataci¨®n en una posici¨®n muy semejante a la que fue abandonada.
La educaci¨®n podr¨ªa ser la respuesta. Pero la reclamaci¨®n de parte del empresariado es que la ense?anza b¨¢sica de la poblaci¨®n que disputa las vacantes de salarios m¨¢s bajos es tan d¨¦bil que es dif¨ªcil conseguir ense?ar cualquier cosa m¨¢s complicada para ellos.
Adem¨¢s de afectar a la productividad, colocando al pa¨ªs en desventaja ante rivales internacionales, la baja cualificaci¨®n es un peso diario para quien necesita contratar. Y alcanza negocios tan simples como la empresa de decoraci¨®n de yeso que Adalberto Ant?o posee en la ciudad de Santo Andr¨¦, en la Grande S?o Paulo. Seg¨²n ¨¦l, uno de sus obreros puede facturar cerca de 4.500 reales (1.854 d¨®lares) al mes. Sin embargo, Ant?o sufre para encontrar profesionales y la mayor¨ªa de las veces necesita pagar los 400 reales (165 d¨®lares) del curso de capacitaci¨®n inicial para formar a sus funcionarios.
Henrique Coronati, socio de la tienda Retr? Porter¨ªa, que vende camisas de clubs deportivos antiguas en cuatro direcciones de S?o Paulo, afirma que hasta hoy, despu¨¦s de cuatro a?os de negocio, no consigui¨® cerrar ni siquiera una hoja salarial anual de un funcionario, pues salen antes de completar un a?o. ¡°Para nosotros que lidiamos con el comercio y no podemos pagar un salario alto, es pr¨¢cticamente imposible conseguir un trabajador. Y parece cada vez m¨¢s que ven el empleo como algo descartable¡±, dice.
Mientras los empleos que Brasil crea contin¨²en siendo de mala calidad, caros para los empleadores, malos para los empleados, y de baja productividad, deben medirse por el peso que tienen y vistos, de hecho, como descartables.
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