La recuperaci¨®n econ¨®mica que comienza desde m¨¢s atr¨¢s
Los datos de PIB y empleo hasta 2013 revelan que Espa?a encaja en los ¨²ltimos seis a?os el golpe econ¨®mico m¨¢s duro en la zona euro, solo por detr¨¢s de Grecia

Desde hace un pu?ado de meses, los mercados financieros, los organismos internacionales, buena parte de los expertos y, desde luego, el Gobierno han saludado el inicio de la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola. Las grandes cifras sirven de pistoletazo de salida. El pasado jueves se confirmaba que el PIB creci¨® en el ¨²ltimo trimestre de 2013 al mayor ritmo desde 2008, un 0,3%. Una semana antes, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) informaba de que, si se correg¨ªan los efectos estacionales, en ese mismo trimestre se hab¨ªa creado empleo por primera vez en seis a?os. Pero, ?puede un mismo dato contar dos historias distintas? Cuando se viene de la mayor crisis en medio siglo, s¨ª.
Espa?a sale mal parada en el balance anual. En comparaci¨®n con 2012, el valor a?adido generado por la econom¨ªa el a?o pasado fue un 1,2% inferior. Y, de nuevo, la p¨¦rdida de puestos de trabajo (hubo 532.000 ocupados menos) fue m¨¢s intensa, hasta arrojar un 3,1% menos de empleo. En suma, es el tercer peor a?o de lo que va de crisis.
La actividad ha ca¨ªdo un 6,7%, la ocupaci¨®n baj¨® en un 17,7%
A los desequilibrios que el colapso financiero de 2008 aflor¨® en la zona euro se sum¨® una respuesta pol¨ªtica lenta y un ajuste presupuestario con efectos negativos sobre la actividad. El resultado es que, entre las econom¨ªas avanzadas, las que encajan el peor golpe en estos a?os son europeas. A¨²n con el buen comportamiento alem¨¢n, el PIB de la eurozona ¡ªseg¨²n las ¨²ltimas proyecciones de Bruselas¡ª, retrocedi¨® el a?o pasado hasta quedar un 2% por debajo del nivel de 2008. Y hay un 3,6% de empleo menos.
Peor le ha ido a Espa?a. Hasta 2013, la actividad econ¨®mica ha empeque?ecido en un 6,7%, un mordisco similar al que sufren Irlanda o Portugal; algo m¨¢s cay¨® el PIB italiano (un 8,6% menos que en 2008), mientras que el descalabro de la econom¨ªa griega, dos veces rescatada por la UE, es may¨²sculo: el retroceso respecto al nivel precrisis es del 23%. Pero Espa?a se acerca a la tragedia griega si se incorpora el impacto en el trabajo.
A pesar del buen comportamiento de Aleman¨ªa, cae el PIB de la eurozona
¡°Arreglar una crisis como la espa?ola acaba costando una d¨¦cada¡±, dijo el comisario europeo de Econom¨ªa, Olli Rehn, en una entrevista con EL PA?S al referirse al mercado laboral. El Gobierno espa?ol vaticina que este a?o, la media anual de empleo ser¨¢, por primera vez en la crisis, superior a la del ejercicio anterior. Pero el punto de partida da una idea de cu¨¢nto queda por delante: en 2013 hubo 3,6 millones de personas ocupadas menos que en 2007 y la tasa de paro escal¨® al 26,4%.
En unas recientes jornadas, el economista jefe para Espa?a de BBVA Research, Rafael Dom¨¦nech, dio por bueno el vaticinio de Rehn, pero siempre que el PIB avance a una velocidad de crucero del 2,5%, todo un reto con el endeudamiento de empresas, familias, bancos y Administraciones en niveles muy altos. El primer paso ser¨¢ todav¨ªa lento, pero m¨¢s consistente que lo que se cre¨ªa hace unos meses. Eso es lo que prev¨¦ el Gobierno (que apuesta a que el crecimiento en 2014 rondar¨¢ el 1%), y lo que progresivamente sostienen tambi¨¦n organismos internacionales y analistas privados.
El FMI, la OCDE y Bruselas piden nuevos recortes salariales
¡°Pronosticamos un crecimiento del 1% para 2014¡±, explicaba este viernes Antonio Garc¨ªa Pascual, analista de Barclays, quien sostiene que las condiciones financieras, como refleja la mejora de la prima de riegos, pueden impulsar un avance mayor.
Los presidentes de los principales bancos espa?oles han asegurado esta semana que las nuevas operaciones de cr¨¦dito a empresas y familias aumentar¨¢n. ¡°Hay un cambio de ciclo clar¨ªsimo¡±, sostuvo Emilio Bot¨ªn, presidente del Santander, no sin antes asumir que ¡°las secuelas de la crisis tardar¨¢n en desaparecer¡±. La reducci¨®n del desempleo y de la deuda apenas ha comenzado; otros indicadores de que la crisis sigue muy viva (la morosidad, los desahucios, el n¨²mero de hogares sin ingresos) no dejan de crecer.
La gran inc¨®gnita que se cierne sobre la recuperaci¨®n espa?ola es hasta qu¨¦ punto ser¨¢ capaz de generar empleo estable. Porque en ning¨²n pa¨ªs de la zona euro el ritmo de destrucci¨®n de puestos de trabajo (un 17,7% menos que antes de la crisis) ha casi triplicado el descenso del PIB, como ha ocurrido en Espa?a. Con y sin reforma laboral.
Arreglar la crisis costar¨¢ una d¨¦cada si la actividad crece al 2,5% de media
La reforma del Gobierno del PP abarat¨® el despido y propici¨® el ajuste salarial. La idea era que, ante la ca¨ªda de la actividad econ¨®mica, se facilitara a las empresas congelar (o reducir) sueldos y modificar otras condiciones laborales para limitar los despidos. Pero, como avisaron los expertos, ese cambio legal en plena recesi¨®n por un duro ajuste presupuestario y con los mercados llenos de desconfianza, gener¨® congelaci¨®n salarial, pero tambi¨¦n m¨¢s despidos. En 2012 y 2013, el ritmo de destrucci¨®n de empleo volvi¨® a casi triplicar la ca¨ªda del PIB. Y los valedores de la reforma (el FMI, la OCDE o Bruselas) piden m¨¢s: nuevos recortes salariales, pero tambi¨¦n limitar la contrataci¨®n temporal y potenciar las pol¨ªticas activas de empleo.
El Ejecutivo de Rajoy se ha centrado en fomentar la contrataci¨®n temporal, como constata el Observatorio Laboral de la Crisis, coordinado por la catedr¨¢tica Sara de la Rica: en el ¨²ltimo trimestre el 37% de los nuevos empleados accedieron a un trabajo con jornada parcial. ¡°Eso ayuda a repartir mejor el empleo, pero su uso debiera disminuir si la recuperaci¨®n toma pulso. En caso contrario, estar¨ªamos asistiendo a una agudizaci¨®n de la precariedad en el empleo¡±, advierte.
La deflaci¨®n llama a la puerta del BCE
El inicio de la recuperaci¨®n empez¨® a edificarse cuando el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunci¨®, en julio de 2012, su compromiso de hacer todo lo necesario por salvar al euro. Y se ciment¨® cuando Bruselas levant¨® el pie del ajuste presupuestario. Espa?a ha sido uno de los pa¨ªses m¨¢s beneficiados por ambas decisiones: sin la austeridad a todo trapo y con el respaldo del BCE, los mercados empezaron a valorar la reestructuraci¨®n de la banca o el buen comportamiento de las exportaciones.
Pero la situaci¨®n, en Espa?a y en la zona euro, sigue siendo muy delicada, y cualquier tensi¨®n financiera, como las devaluaciones en algunas econom¨ªas emergentes, amenaza con contagiarse. Con la Comisi¨®n Europea en punto muerto por el proceso electoral, el BCE vuelve a ser el vig¨ªa de la recuperaci¨®n. Y su principal preocupaci¨®n es, por una vez, que la inflaci¨®n es demasiado baja.
Que los precios suban tan poco (en Espa?a, un 0,2% en el ¨²ltimo a?o) es bueno para que la congelaci¨®n salarial no menoscabe el poder adquisitivo. Pero dificulta enormemente el pago de las deudas. Y eleva el riesgo de que la zona euro entre en deflaci¨®n, una ca¨ªda generalizada y persistente de precios que acaba desincentivando el consumo. El BCE niega el riesgo, pero en los ¨²ltimos d¨ªas se agolpan los informes de servicios de estudios de entidades financieras que lo creen m¨¢s probable. Y que anticipan que el banco central no tendr¨¢ m¨¢s remedio que actuar otra vez
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