El fiscal exige c¨¢rcel para dos directivos por saquear la CAM
Ser¨¢n los primeros ejecutivos de una gran caja en el banquillo Acusan al ex director general y al expresidente de la comisi¨®n de control de apropiaci¨®n indebida El Ministerio P¨²blico tambi¨¦n les atribuye un delito de simulaci¨®n de contrato laboral Roberto L¨®pez Abad urdi¨® supuestamente una trama para multiplicar las dietas a los directivos
Crearon una comisi¨®n ficticia con el ¨²nico objetivo de ganar dinero. Y una vez creada, cada a?o se duplicaron las dietas por asistir a ella. 8.200 euros en 2005, 16.400 en 2006, 32.800 al a?o siguiente... Todo ello sin que ese ¨®rgano decidiera nada porque no ten¨ªa ninguna funci¨®n. Ese es, en esencia, el relato que sigue Anticorrupci¨®n en su escrito de acusaci¨®n. La fiscal¨ªa ha pedido a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional cuatro a?os de c¨¢rcel para el exdirector de la Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo (CAM), Roberto L¨®pez Abad, y dos a?os y seis meses para Juan Ram¨®n Avil¨¦s, el expresidente de la comisi¨®n de control de la entidad, rescatada en 2011 con 5.200 millones de euros, aunque la factura total puede rondar los 15.000 millones.
L¨®pez Abad y Avil¨¦s son los primeros directivos de una gran caja de ahorros que afrontan la apertura del juicio oral por sus desmanes, una situaci¨®n en la que ya se hallan ejecutivos de Caixa Pened¨¨s. En este proceso, que es solo una de las piezas del caso CAM, el fiscal acusa a Avil¨¦s de usar su cargo para su beneficio concediendo a su propia constructora pr¨¦stamos ruinosos para la caja y de simular la venta de esta para mantenerse como directivo. A su vez, acusa a L¨®pez Abad, que fue director de febrero de 2001 a diciembre de 2010, de un delito continuado de apropiaci¨®n indebida.
El ¨®rgano fue ¡°un burdo instrumento¡± para cobrar m¨¢s de lo permitido
El exdirectivo fue el urdidor de la trama para multiplicar los ingresos de los responsables de la entidad. Para ello recurri¨® a una sociedad participada casi al 100% por la caja, Tenedora de Inversiones y Participaciones (TIP). L¨®pez Abad promovi¨® el 23 de diciembre de 2005 la creaci¨®n de una comisi¨®n de control en el seno de TIP de la que formar¨ªan parte todos los miembros de la comisi¨®n de control de la propia CAM. El acuerdo por el que se cre¨® fij¨® para 2005 una ¡°dieta anual ¨²nica¡± de 8.200 euros ¡ªaunque en ese momento solo le quedaban ocho d¨ªas para que acabara el a?o¡ª y del doble, es decir 16.400 euros, para 2006.
Pero en junio de 2006, TIP decidi¨® duplicar esa retribuci¨®n. As¨ª, adem¨¢s de los 16.400 recibidos ese a?o, los miembros de su comisi¨®n de control recibir¨ªan otros 16.400 el segundo semestre. Y para los a?os sucesivos, la dieta anual quedaba fijada en 32.800. En abril de 2007 se volvi¨® a establecer que los ¡°cargos internos¡± cobrar¨ªan el doble. Con la llegada de Avil¨¦s a la comisi¨®n de control en 2007, siguieron multiplic¨¢ndose las dietas de los directivos. En marzo de 2008 se acord¨® que el presidente cobrar¨ªa 80.000 euros al a?o y 40.000 el secretario y el vicesecretario. El resto de miembros, 20.000 euros.
Esa escalada retributiva contrasta con la escasa actividad del ¨®rgano. En sus seis a?os de historia, la comisi¨®n de control de TIP se reuni¨® solo 16 veces justo antes o despu¨¦s de que se celebraran las comisiones de control de su matriz, la CAM. ¡°En todas estas reuniones (...) la actitud de sus miembros fue meramente pasiva, limit¨¢ndose a escuchar las informaciones facilitadas por el administrador de la sociedad¡±, explica Anticorrupci¨®n.
Esa comisi¨®n de TIP ¡°fue un mero y burdo instrumento ideado por el acusado Roberto L¨®pez Abad (...) para permitir que los miembros de la comisi¨®n de control de la CAM cobraran unos emolumentos muy superiores a los que ten¨ªan derecho¡±. De esa manera, Avil¨¦s y otros 20 directivos se llevaron casi 1.5 millones en total.
El escrito relata tambi¨¦n la utilizaci¨®n que Avil¨¦s, como presidente de la comisi¨®n de control de la CAM, hizo de su propio cargo para beneficiarse personalmente. Era el encargado de que la gesti¨®n de la caja se llevara con respeto a la legalidad, pero supuestamente hizo la vista gorda en lo que tocaba a sus negocios para los que la entidad concedi¨® varios pr¨¦stamos ruinosos. La CAM otorg¨® un cr¨¦dito de 16,2 millones a la sociedad La Vereda de Sucina, propiedad de Avil¨¦s, para la construcci¨®n de una urbanizaci¨®n de 174 viviendas, garajes y locales en Sucina (Murcia). La sociedad del directivo de la CAM, tuvo evidentes dificultades para vender la promoci¨®n y, desde 2009, dio s¨ªntomas de problemas de liquidez. Pese a ello, la caja refinanci¨® la operaci¨®n aumentando las cantidades prestadas. Sin esa ayuda de la entidad, de la que ¨¦l era directivo, el pr¨¦stamo se habr¨ªa calificado como dudoso y Avil¨¦s, por aplicaci¨®n de la normativa de cajas, deber¨ªa haber dejado su cargo.
Avil¨¦s fingi¨® la venta de su sociedad a su hermana para seguir en el cargo
A principios de 2011 la situaci¨®n financiera de La Vereda de Sucina se hizo insostenible con un agujero de 30.000 euros, pero la caja volvi¨® a renegociar su pr¨¦stamo en condiciones muy ventajosas. Esa renovaci¨®n deb¨ªa contar con la autorizaci¨®n del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), el organismo de inspecci¨®n de la Generalitat valenciana. Seg¨²n Anticorrupci¨®n, Avil¨¦s era consciente de que la operaci¨®n pod¨ªa ser frenada por ese ¨®rgano, por eso organiz¨® supuestamente la venta ficticia de su sociedad a su hermana.
La operaci¨®n simulada se gest¨® por 90.000 euros, aunque a la hermana de Avil¨¦s no se le conoc¨ªan ingresos. El dinero se lo cedi¨® la esposa del directivo, seg¨²n el fiscal. Ese dinero, adem¨¢s, proced¨ªa de la propia empresa, La Vereda de Sucina. As¨ª pues, la sociedad de Avil¨¦s se estaba comprando a s¨ª misma y el directivo permaneci¨® al mando.
Las penas solicitadas por el fiscal son muy inferiores a las que pide el abogado de la CAM, designado por el FROB. El letrado solicita seis a?os para L¨®pez Abad por apropiaci¨®n indebida y 10 para Avil¨¦s. Al delito de contrato simulado de este ¨²ltimo, la actual direcci¨®n de la caja suma el de administraci¨®n desleal.
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