Escandinavos buscan en Galicia casas de piedra abandonadas y un clima benigno

Ciudadanos de Escandinavia y de pa¨ªses del norte de Europa buscan en Galicia, aprovechando un clima comparativamente m¨¢s benigno, casas tradicionales en aldeas, un mercado que unos a?os atr¨¢s atra¨ªa principalmente a brit¨¢nicos.
Justamente un brit¨¢nico, Mark Adkinson, propietario de una firma inmobiliaria en el municipio lucense de R¨¢bade, se?ala a Efe que sus paisanos contin¨²an interesados en comprar propiedades en zonas rurales gallegas, pero apunta que debido a la crisis, que ha afectado duramente a su pa¨ªs, y a la devaluaci¨®n de la libra esterlina, se ha producido un "elevado descenso" de clientes.
"Esta semana tengo a tres clientes brit¨¢nicos de visita, entre ellos una familia con ni?os que busca una casa grande cerca de Pontevedra, aprovechando que alberga una escuela internacional", comenta Adkinson, que reside en Galicia desde hace cuarenta a?os.
El agente inmobiliario, que dice dedicarse a ese negocio por la imposibilidad de ejercer cualquiera de sus dos carreras, que ya ni menciona, destaca que "hay semanas en las que no hay ning¨²n" cliente brit¨¢nico, algo inusual "no hace tanto tiempo", antes de las vacas flacas.
Comenta que algunos de quienes s¨ª le consultan son brit¨¢nicos que habitaron en el sur de Espa?a, donde hab¨ªan comprado una residencia "pensando solamente en pasar m¨¢s de trescientos d¨ªas del a?o al sol", hasta que se dieron cuenta de que estaban muy bien pero "no pod¨ªan vivir sin un ventilador y aire acondicionado".
El mismo Adkinson adquiri¨®, en el norte, una "casa abandonada en ruinas" de 550 metros cuadrados que ¨¦l y su esposa reconstruyeron manteniendo un estilo tradicional gallego.

La casa "hab¨ªa sido utilizada por el ch¨®fer de Franco y por los moros que lo escoltaban con caballos cuando iba de vacaciones al pazo de Meir¨¢s", afirma, y opina que esa an¨¦cdota hist¨®rica "tiene su gracia".
El agente inmobiliario Franck G¨®mez, al igual que Adkinson, alude al "considerable cambio" del mercado en los ¨²ltimos a?os, y menta el fil¨®n de Escandinavia y el descenso de la clientela brit¨¢nica.
De padre gallego y madre holandesa, G¨®mez afirma, no obstante, que el n¨²mero de potenciales compradores es ahora "una tercera parte o menos de la mitad de lo que era hasta 2007", cuando "pod¨ªa tener pr¨¢cticamente un cliente extranjero al d¨ªa. En este momento, a veces es uno por semana".
G¨®mez asegura, a¨²n as¨ª, que "hay cada vez m¨¢s escandinavos interesados en comprar una casa tradicional en Galicia, principalmente para restaurar, en aldeas y zonas rurales".
Precisa que adem¨¢s de noruegos, suecos y finlandeses, hay tambi¨¦n alemanes y holandeses atra¨ªdos por el "clima m¨¢s benigno de Galicia, comparado con el de sus pa¨ªses de origen", adem¨¢s de por el encanto de estar en un "paraje natural" y por la "tranquilidad que no encuentran en el sur de Espa?a".
Se trata principalmente de personas "con sensibilidad ecol¨®gica" que buscan "antiguas casas de piedra" abandonadas de "arquitectura tradicional gallega" para poder "restaurarlas a su propio gusto".
G¨®mez indica que "hay casas que estaban pr¨¢cticamente en ruinas y que han sido rehabilitadas por esos extranjeros" con "gran respeto a la arquitectura tradicional y al medio ambiente", hasta el punto de que han contribuido a "revitalizar" algunas aldeas.
Lo ejemplifica. Apunta que parte de su familia es originaria del municipio lucense de Pant¨®n y subraya que en una de las aldeas hay cuatro de cinco casas habitadas por brit¨¢nicos.
Destaca que sus clientes "huyen del fe¨ªsmo y de las aut¨¦nticas barbaridades de ladrillo que se han construido en algunas zonas rurales en otra ¨¦poca". Xavier Barros
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