Canal de Panam¨¢ vs. Sacyr... ??ltimo asalto?
La autoridad del Canal de Panam¨¢ y el grupo constructor encabezado por Sacyr se han dado un nuevo plazo, que concluye el pr¨®ximo martes para alcanzar un acuerdo, si bien nadie descarta que este tira y afloja se prolongue por ambas partes, condenadas a entenderse, aunque no lo reconozcan.
Lo dif¨ªcil es cuadrar ahora un c¨ªrculo que se rompi¨® cuando las empresas que acometan la ampliaci¨®n del Canal, el llamado Grupo Unidos por el Canal (GUPC) -encabezado por Sacyr-, decidieron suspender las obras debido a la existencia de sobrecostes que el promotor de la misma se negaba a reconocer.
Parece que lo deseable por todas las partes es que la obra se reanude lo antes posible y que sea el Grupo Unidos por el Canal el que prosiga sus trabajos, para no provocar mayores retrasos y posibles sobrecostes. Pero no es tan f¨¢cil, sobre todo con las declaraciones enconadas que se han cruzado.
Lo que se dirime ahora no es s¨®lo el acuerdo, sino c¨®mo salvar el orgullo de todos, es decir, establecer un acuerdo vendible por las partes y en el que no haya ni vencedores ni vencidos.
La Autoridad del Canal neg¨® los sobrecostes y se atiene a lo firmado en el contrato; el grupo constructor asegura que esos sobrecostes les ha dejado sin liquidez, en tanto que la aseguradora Zurich guarda silencio y a buen recaudo la fianza de 400 millones de d¨®lares que tiene sobre estas obras y que est¨¢ avalada por los Gobiernos de Espa?a, Italia y B¨¦lgica.
Por supuesto, a estos tres gobiernos no les vendr¨ªa nada bien que se ejecutara esa fianza y tener que pagar finalmente por los problemas de empresas privadas en el exterior. Ser¨ªa dif¨ªcil de explicar a una opini¨®n p¨²blica muy sensibilizada y en un marco de crisis econ¨®mica.
La soluci¨®n se antoja complicada, pero no hay nada imposible. Lo veremos la pr¨®xima semana... o quiz¨¢, no.
Y absorbidos por Panam¨¢ y por los posible problemas que una fracaso en esta infraestructura podr¨ªa acarrear a la llamada "Marca Espa?a", han quedado en un segundo plano casi todos los acontecimientos de esta semana que concluye, algunos de ellos de car¨¢cter hist¨®rico.
El primero de ellos, la firma del pacto entre Iberia y el Sepla, el sindicato de pilotos, en su casi eterno enfrentamiento, que se remonta a hace tres d¨¦cadas. El acuerdo entierra los procesos judiciales cruzados que manten¨ªan ambas partes y establece pautas aceptadas en horarios, salarios y productividad.
Ya no viviremos m¨¢s aquellas huelgas que dejaban miles y miles de pasajeros en tierra, muchas de ellas en periodos se?alados de vacaciones, y muchas de ellas cuando Iberia era la compa?¨ªa a¨¦rea que copaba el mercado espa?ol.
Algo menos hist¨®ricos, por ser casi habituales (62 gobiernos en los ¨²ltimos 69 a?os), est¨¢n siendo los problemas del Ejecutivo italiano encabezado por Enrico Letta, que seg¨²n todos los pron¨®sticos ser¨¢ sustituido por su compa?ero de filas Matteo Renzi.
Un cambio de Gobierno siempre intranquiliza a los inversores, pero en el caso italiano esta situaci¨®n ha pasado casi inadvertida.
La semana que se avecina, adem¨¢s del culebr¨®n paname?o, se presenta muy interesante en materia de datos "macro" y, sobre todo, en resultados empresariales de 2013, entre ellos los de Coca Cola, HP, Enag¨¢s, Air Liquide, Iberdrola, Portugal Telecom, Peugeot, Credit Agricole, Abengoa, Wallmart, Henkel, Dexia, Air France, Accor o Danone, entre otras.
El lunes comenzar¨¢ con la Bolsa de Nueva York cerrada por la festividad presidencial y con el Ibex-35 luchando por conservar los 10.100 puntos y sumar una nueva semana, que ser¨ªa la cuarta, con ganancias.
Por Virgilio Navarro Z.
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