Draghi trata de ahuyentar el fantasma de la deflaci¨®n en Europa
El BCE se mantiene inm¨®vil, pero anuncia medidas excepcionales si los precios no crecen Los mercados conf¨ªan en su discurso y el Ibex toca su m¨¢ximo en tres a?os
No es ning¨²n secreto que Mario Draghi sabe jugar con las palabras. Su discurso de julio de 2012 ¡ªaquella archirrepetida coletilla de ¡°har¨¦ todo lo necesario. Y, cr¨¦anme, ser¨¢ suficiente¡±¡ª logr¨® aplacar la crisis del euro que en ese momento parec¨ªa invencible. Este jueves volvi¨® a intentar algo parecido. Y, aunque est¨¢ por ver que en esta ocasi¨®n le vaya a funcionar tan bien, las primeras reacciones fueron positivas.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE) compareci¨® ante la prensa tras haber recibido en los ¨²ltimos d¨ªas una presi¨®n colosal para que adopte medidas que atajen la deriva deflacionista de la econom¨ªa europea ¡ªsobre todo la del sur¡ª. A las peticiones de nombres tan sonoros como los de Olli Rehn, Joaqu¨ªn Almunia, Jeroen Dijsselbloem o Luis de Guindos se uni¨® el mi¨¦rcoles el de Christine Lagarde. ¡°Es necesaria una flexibilizaci¨®n adicional de la pol¨ªtica monetaria en la eurozona¡±, hab¨ªa dicho el d¨ªa anterior la jefa del FMI.
?C¨®mo reaccion¨® Draghi a estas nada disimuladas presiones? No haciendo nada. O, m¨¢s exactamente, no haciendo nada y anunciando que en el futuro, si la evoluci¨®n de los precios se sigue alejando del objetivo de inflaci¨®n del 2%, el Eurobanco pondr¨¢ en marcha esas medidas nada ortodoxas que le reclaman desde Washington hasta Madrid pasando por Bruselas, pero no en Berl¨ªn. ¡°El Consejo de Gobierno [del BCE] se ha comprometido por unanimidad a usar instrumentos no convencionales dentro de su mandato para hacer frente a los riesgos de un periodo demasiado prolongado de baja inflaci¨®n¡±, asegur¨® el italiano. Ni bajadas de tipos sobre el nivel actual del 0,25%, ni programas de compra de deuda inminentes, ni tasas negativas a los dep¨®sitos de los bancos para incentivarles a conceder cr¨¦ditos. Nada. Tan solo el anuncio de la posibilidad de futuras medidas. Aparec¨ªa en escena otra vez el mago de las palabras.
El discurso surti¨® efecto. Casi todas las Bolsas europeas ¡ªexcepto Londres¡ª celebraron la comparecencia con alzas importantes. La mayor fue la de Madrid, que arrastrada por los bancos subi¨® un 1,4% hasta rozar los 10.600 puntos, un nivel r¨¦cord desde mayo de 2011.
La palabra clave que emple¨® Draghi ¡ªy que repiti¨® en varias ocasiones, para que quedara clara¡ª fue la de ¡°unanimidad¡±. No lo mencion¨® en ning¨²n momento, pero era evidente que con ella se refer¨ªa a Alemania, que asume que la eurozona se enfrenta a un largo periodo de inflaci¨®n baja (ahora en el 0,5%), y que acepta que quiz¨¢s no haya otra alternativa que emular a los bancos centrales de Estados Unidos o Jap¨®n y lanzarse a la compra de bonos p¨²blicos o t¨ªtulos de deuda privada. Sobre este cambio en Berl¨ªn ya dio alguna pista la semana pasada el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, pero este jueves qued¨® negro sobre blanco en la reuni¨®n del m¨¢ximo ¨®rgano del Eurobanco. Draghi dijo que este jueves fue la primera vez que el Consejo de Gobierno abord¨® este asunto de forma oficial.
¡°Me parece un anuncio decepcionante. Los miembros del BCE deben de llevar meses discutiendo sobre la compra de bonos. Es bueno que por fin lo pongan expl¨ªcitamente sobre la mesa. Pero me temo que llega un poco tarde¡±, resume Gregory Claeys, especialista en pol¨ªtica monetaria del think-tank Bruegel.
Que finalmente el BCE se adentre en territorio desconocido para luchar contra el fantasma de la deflaci¨®n ¡ªo al menos de la inflaci¨®n demasiada baja¡ª depender¨¢ de la evoluci¨®n de los precios en los pr¨®ximos meses. Los datos de marzo sorprendieron por ser m¨¢s bajos de lo esperado, lo que dio esperanzas a aquellos que creen que el Eurobanco debe ser mucho m¨¢s radical para fomentar el crecimiento de lo que ha sido hasta ahora.
Pero si toda la zona euro lleva ya demasiado tiempo con precios que no crecen lo suficiente, la situaci¨®n es especialmente preocupante en pa¨ªses como Espa?a, Portugal, Chipre, Grecia o Eslovaquia. Todos ellos, con tasas de variaci¨®n de precios negativas, coquetean con un terreno tan pantanoso como el de la deflaci¨®n, del que Jap¨®n ha tratado de escapar durante dos d¨¦cadas. ¡°Para Espa?a, con una recuperaci¨®n todav¨ªa incipiente, es muy importante que se pueda actuar cuanto antes para impulsar el nivel de precios¡±, asegura Santiago Carb¨®, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Bangor University. Los pa¨ªses fuertemente endeudados necesitan que los precios no se estanquen para ir reduciendo el peso de deuda. ¡°Si esto no ocurre, por mucho que se logre reducir la prima de riesgo, la econom¨ªa seguir¨¢ soportando una carga importante¡±, a?ade Carb¨®.
Pase lo que pase, Europa tendr¨¢ que acostumbrarse a un largo periodo de precios bajos. Draghi aplaz¨® este jueves hasta finales de 2016 el momento en el que la inflaci¨®n se acercar¨¢ a ese 2% que ahora parece tan lejano. Ese ser¨ªa el escenario favorable en el que el BCE no se ver¨ªa obligado a intervenir. Mientras tanto, el hombre que dirige la pol¨ªtica monetaria de los 18 pa¨ªses que comparten moneda no har¨¢ nada m¨¢s que lo que lleva meses haciendo. Esperar y ver.
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